Otro sueño de otra noche de invierno

Últimamente no gano para sueños frikis. En fin, os pongo en antecedentes de éste que os voy a contar. Hay en él una parte relacionada con mi trabajo y hay otra que se ha colado de ese otro lado oscuro que yo tengo y que afortunadamente sólo conocéis los que de vez en cuando le pegáis a mi blog. Os cuento:

Uno de los trabajos que hago en la biblioteca, el que a mí más me gusta, es el de uniformar y normalizar nombres de autores. Esto qué es? Pues, un suponer, que si aparecen 20 artículos firmados por un tal C. López tú tienes que averiguar si es Carlos López González o Ceferino López Matas o Carmen López Villarrubia, y una vez localizado el autor correcto le haces un registro de autoridad con un nombre admitido al que reenvías todos los demás con los que el individuo en cuestión firma sus trabajos. Así se consigue, por ejemplo, que toda la producción científica de una misma persona aparezca junta en el catálogo y se pueda localizar fácilmente.

Bueno, es un trabajo muy chulo, casi como resolver un puzzle. Además hay días de buena suerte en los que encuentras una web en la que aparece el autor que buscas con su nombre completo y encima los de todos los demás investigadores con los que trabaja. Bingooo! Ese día estás de enhorabuena y puedes inflarte a hacer registros de autoridad y a colocar un montón de piezas en su sitio. Otros días no, otros días te tiras 3 horas buscando a un tío y al final consigues localizar a todos los demás que aparecen en el artículo, a su madre y a su padre y a sus primos y a toda su parentela... a todos menos a él. Cascarón de huevo. Y empiezas a despotricar: "Hijoputa, quién eres, dónde te metes, cómo te llamas, so mamón?" Algunos incluso parece que se esconden a propósito para que nadie los encuentre, de tan difícil que es dar con ellos, si no imposible.

En fin, lo que quiero decir es que es una actividad muy absorbente; a veces me concentro tanto que me olvido de que estoy en la biblioteca y ni me entero si aparece un usuario; además como me pique intentando identificar a algún pollo de éstos se me pasa la mañana en un pispás. Tanto me pico que a menudo tengo pesadillas relacionadas con esto. Por ejemplo, sueño que he atribuído un montón de artículos a un tal Fernando Fernández Ruiz, y resulta que descubro de repente con horror que muchos no son suyos sino que son de una tía que se llama Fulgencia Fernández Luque, y como los dos firman F. Fernández y ambos se dedican a estudiar la genética del garbanzo, pues ahora averigua qué artículos son de uno y cuáles de la otra. Y me despierto agobiada de pensar en todos los trabajos que le he arrebatado de su curriculum a la pobre Fulgencia y que le he colocado por la cara al listillo de Fernando.  Bueno, pues tengo bastantes sueños de este estilo. Ya, ya sé que los vuestros son mucho más excitantes, pero a ver, en los sueños no se manda. Más quisiera yo.

En fin, hasta aquí lo estrictamente laboral. Y ahora viene lo lúdico-televisivo, con lo que he montado el lío. Resulta que veo en el Sálvame Deluxe (sí, también lo veo, qué pasa? Quien no se haya quedado enganchado alguna vez a un Deluxe que tire la primera piedra)... pues eso, que veo una entrevista a Julián Contreras, el hijo pequeño de Carmina Ordóñez. Por lo visto el chaval tiene una depresión gordísima y está fatal y toma algo así como 60 pastillas a la semana. Como siempre, la panda de buitres del Sálvame se pone a preguntarle con la mala follá de costumbre y Contreras se tira un buen rato hablando de lo que le ha marcado su madre y todos los problemas que ella tuvo con las drogas y demás... Bueno, llamadme pusilánime (o fusilánime, como decía mi madre), pero la verdad es que me impresionó un montón ver a un tío tan grande ahí todo hecho polvo, empastillado y tan traumatizado, y me acosté con cierta desazón. Ya sé que es porno emocional, coño, pero también que tire la primera piedra el que no le pegue a algún tipo de porno. Puritanos de pacotilla!

Bueno, al grano. Pues esa noche no sé qué guirigay se me monta en la cabeza que voy y sueño que estoy en la biblio liada con la labor ésta de localizar autores, y de repente descubro... hosssstia, que Carmina Ordóñez era una importantísima investigadora en Biología Molecular!!!

Joder, el impacto es tremendo, os podéis imaginar. Me quedo a cuadros, toda patidifusa, pero antes de decir nada me aseguro al cien por cien de que no es un error.

No lo es, es verdad!!! Carmina Ordóñez en sus ratos libres era una científica de gran prestigio que había firmado un montón de trabajos importantes en el campo del comportamiento biológico de las macromoléculas! Aún sin dar crédito, se lo comunico a mi compañera:

- Tía, no te vas a creer lo que acabo de descubrir.

- El qué?

- Pues que Carmina Ordóñez escribió un montón de artículos sobre Biología Molecular.

- Pero qué dicessss??? Carmina Ordóñez la de Paquirriiiiiiii?

- La mismita!

- No puede ser, tiene que haber dos Carminas Ordóñez.

- Que no, tía, que lo he comprobado. Los mismos dos apellidos, las mismas fechas y lugares de nacimiento y muerte... Que es ella, te lo juro!!!

- Hossstia, qué fuerrrrte, no?

- Tenemos que comunicar este hallazgo al mundo inmediatamente. Ese muchacho tiene derecho a saber que su madre no sólo era una chalada que iba de fiesta en fiesta y de plató en plató poniéndose hasta el culo de farlopa, sino que también era una prestigiosa científica que se pasaba los días enteros en su laboratorio haciendo grandes descubrimientos para la humanidad.

- Por supuesto. Hay que convocar una rueda de prensa YA!

Y nada, ahí me desperté, supercontenta y feliz de la vida con mi gran hallazgo.

No sé, empieza a preocuparme un poco que Telecinco esté marcando tanto mi vida onírica últimamente. Pero es que me da miedo ver otras teles. Y si me engancho a la Uno y termino soñando con los de Cuéntame? Es que... joder, no veas las alternativas.

Ps. Lo peor es que de música de fondo de este sueño sonaban Franco de Vita y Vanesa Martín cantando "Ay Dios”. Ayyyyy, Diosssss! Qué me está pasando???