2. El jardín colgante, by Javier Calvo. Premio Biblioteca Breve 2012. Os sitúo: España, años 70, plena transición. Dos historias cruzadas, una que transcurre en las cloacas de los servicios secretos y otra en la clandestinidad de la izquierda radical ligada al terrorismo. Tenemos a dos agentes bastante peculiares: Arístides Lao y Melitón Muria. Ya los nombres indican que tienen poco que ver con el ideal del espía que predomina en el imaginario colectivo. Tenemos una organización terrorista, la TOD; y tenemos un agente infiltrado en la banda, Teo Barbosa, que tampoco tiene mucho que ver con los agentes infiltrados que habíamos conocido en la literatura de género. Unos y otros van y vienen, entran y salen de los límites de la legalidad, se entrecruzan, se usan mutuamente, coquetean con el crimen y nos muestran una nueva España en la que nada es lo que parece y en la que se trata de borrar a toda costa la historia y la memoria del régimen anterior. Hay quien compara a Javier Calvo con Roberto Bolaño, Murakami o Houellebecq; a mí me parece un poco exagerado pero no cabe duda de que es un hallazgo. Además se lee bien y fácil.
3. La fragilidad de las panteras, by María Tena. Finalista Premio Primavera de novela 2010. Ésta es una de esas historias que se suelen definir como “literatura femenina”. Escrita por una mujer, con personajes principales femeninos y que además indaga en las relaciones entre mujeres, en este caso entre hermanas y entre madres e hijas. La historia está estructurada en tres capítulos, que llevan el nombre de las tres hermanas protagonistas: Itziar, Tere y Laura. Son tres tipos de mujer completamente diferentes pero en cada una hay elementos bastante reconocibles del universo femenino. En las vidas de estas hermanas aparece de repente un hombre misterioso que será el vehículo a través del cual conoceremos, además del presente, el pasado de la familia: secretos, traumas, recuerdos, etc. El libro se lee bien pero tengo que decir que en la tercera y última parte decae bastante y la verosimilitud se sacrifica casi por completo, tanto en el desarrollo de la acción como en el comportamiento de los personajes. El final parece como precipitado, como si la autora se hubiera encontrado con que ya ha escrito bastante y despachara la historia con dos brochazos. En fin, de todas formas es una lectura ligerita y recomendable para días de asueto y relax.
4. Amantea, by David Cantero. David Cantero es ese presentador bastante guapito de los telediarios con el pelo canoso, ya sabéis, el de Telecinco. Por lo visto también es poeta, novelista, fotógrafo, pintor y todo lo que se tercie. Un Leonardo Da Vinci de nuestros días, vamos. "Amantea" es su primera novela y eso se nota en muchas cosas (abuso de la prosa poética, recurso al efecto culebrón, cierta tosquedad en la forma, etc.) pero apunta maneras y denota talento para el oficio. Y se lee muy bien, y además a ratos se llora. Sí, para mí es su principal atractivo; hacía mucho tiempo que una novela no me hacía llorar, pero reconozco que Cantero se lo ha montado. "Amantea" es una historia de amor que, como ya he apuntado, a veces discurre muy cercana al terreno del culebrón, pero de vez en cuando se escapa y a través de las múltiples historias paralelas que cuenta, el argumento llega a hacerse apasionante. Sobre todo me gusta mucho cómo introduce el autor la historia (con esa seminovela del periodista que viaja con su familia al sur de Italia y en la casita donde se aloja encuentra un manuscrito), y también me ha encantado el final. No es que no se vea venir, a poco que tengas algo de imaginación lo ves, pero el tío lo cuenta muy bien, y... coññño, te hace llorar, que tiene su mérito. No creo que sea nunca catalogada como obra maestra de la literatura pero podéis darle una oportunidad. Aunque aviso, las partes semipoéticas se hacen muy pesadas. Yo, de hecho, algunas directamente me las salté por tolmorro.
5. La estepa infinita, by Esther Hautzig. La autora relata en primera persona su experiencia como deportada polaca en Siberia durante los años de su infancia. Una niña judía, de familia bien, que no había pasado jamás la menor penalidad, de golpe se ve un día arrancada de su casa, de su ciudad y de la seguridad de su entorno para emprender un largo viaje junto con su familia en un hacinado vagón de ganado a través de toda Rusia hasta llegar a la durísima estepa siberiana, donde vivió durante casi cinco años en condiciones bastante penosas. Paradójicamente esta inesperada deportación fue lo que la salvó de un destino mucho peor, el que le hubiera esperado de haber permanecido en Polonia tras la invasión alemana. Es una novela amena, sencilla y a ratos bastante conmovedora, sin llegar a caer en lo descaradamente lacrimógeno. Y al tratarse de los recuerdos de una niña, tiene un cierto toque de diario adolescente. Está muy bien escrita y lo que cuenta es interesante. No deja de tener el valor documental de cualquier experiencia personal, por supuesto con su carga de subjetividad pero también con la autoridad testimonial que da el haber estado allí. Fue nominada al National Book Award en 1969.
6. Un adúltero americano, by Jed Mercurio. Nos encontramos ante una disección de lo que es la infidelidad conyugal, personificada en un célebre adúltero, John Fitzgerald Kennedy. Tengo que decir que la novela me ha encantado, porque además comparto gran parte de la filosofía vital de JFK en relación al matrimonio y la familia. Comparto su poco apego a la monogamia pero en cambio su amor incondicional a la familia como eje vertebrador de su vida; comparto la clara distinción que hace entre fidelidad sexual y lealtad hacia los suyos. Es verdad, muy pocos estarán de acuerdo con esta visión (la primera que no lo estaba era su propia esposa Jacqueline, firme defensora de la monogamia y la fidelidad conyugal a muerte) y la inmensa mayoría leerá este libro con una actitud moralmente crítica hacia "nuestro hombre" (como lo bautiza Jed Mercurio en el primer capítulo), pero para mí esta novela ha supuesto una verdadera gozada por la peculiar personalidad del protagonista. De todas formas Mercurio no sólo nos habla de la faceta pichabrava de JFK. También es interesante saber que, además de un famoso adúltero y un mítico presidente que se enfrentó a retos políticos que han hecho historia, JFK fue un tipo atormentado por un montón de problemas de salud, por fortísimos dolores, por tratamientos médicos demoledores y por la certidumbre de que su destino más probable era la invalidez y la silla de ruedas a muy corto plazo. A que no lo sabíais? Pues sí. Igual resulta que Lee Harvey Oswald le hizo un favor, porque para un tipo como él eso hubiera sido muy probablemente peor que la muerte. En definitiva, una biografía novelada que puede sorprender a muchos, y que en todo caso, es perfecta por lo menos para cotillear. Por cierto, impagables los capítulos sobre Marilyn, que desde el primer momento luchó a muerte por usurpar el puesto de Primera Dama, ya sabéis, el clásico de "la otra" empeñada en ser "la una". El pobre Jack vivía en un sinvivir sólo de pensar en la cantidad de gilipolleces que se le podían pasar por la cabeza a aquella descerebrada para joderle la vida, aunque hay que reconocer, las cosas como son, que fue bastante cabroncete con ella. Si queréis saber por qué... a leer.
7. Armadillo, by William Boyd. Lorimer Black, el protagonista, es un ajustador de pérdidas. Para entendernos, un esbirro de las compañías de seguros que se dedica a desbaratar las ilusiones de la gente de bien con respecto a las pólizas que han estado pagando religiosamente. Que hay un incendio en tu casa? Pues Lorimer va, te hace unas cuantas preguntitas y elabora un informe en el que desaconseja seriamente que el seguro te pague porque es muy probable que el incendio lo hayas provocado tú. Y si es mentira y te enfadas un poquillo te amenaza con interminables pleitos que muy probablemente no podrás afrontar económicamente y que sin lugar a dudas, contra los carísimos abogados de la compañía de seguros, perderás. Os imagináis qué clase de vida lleva Lorimer? Pues está plagada de suicidios, intentos de asesinato y otros incidentes por el estilo. Pero si encima sabéis que no se llama Lorimer sino que se llama Milorme y procede de una familia de gitanos originarios de una desconocida región de la Europa del este y que lleva toda la vida ocultando su procedencia a todo el mundo... pues os sale este Armadillo. Un tipo que colecciona cascos de la antigüedad clásica y que va por ahí enamorándose locamente de desconocidas que pasan en un taxi. Al final, aunque sea un imbécil de tomo y lomo, se le coge hasta cariño. Y es que William Boyd se curra al personaje y al mismo tiempo consigue hacer una magnífica sátira de la sociedad británica, de la especulación y del capitalismo salvaje que lleva a las personas a convertirse en verdaderos depredadores. He leído por ahí que hay un proyecto de peli o algo así. Estaría bien.
8. Los imperfeccionistas, by Tom Rachman. El título mola, verdad? Pues no es lo único. Se trata de la intrahistoria de un periódico. Cada capítulo está dedicado a un personaje relacionado con el diario. En algunos momentos las vidas de estos personajes se cruzan y eso da lugar a conocer, aunque sea en segundo plano, la continuación de esas vidas que dejamos en otro episodio. Son todos seres imperfectos, con vidas imperfectas y llenas de contradicciones como las de cada uno de nosotros. Y entre vida y vida, va transcurriendo la propia historia del periódico en forma de microcapítulos intercalados, que nos guían por cada momento cumbre de esa historia, desde sus orígenes hasta su ocaso. Creo que os puede gustar, porque está escrito en forma de cuentecillos, y cada narración tiene su puntito, su hecho diferencial. A mí la que más me ha gustado es la de la directora financiera. Creo que como relato es sencillamente magistral. Pero los demás tampoco desmerecen, y para gustos colores, oye.
9. La librería ambulante, by Christopher Morley. Esto no es ningún gran descubrimiento; es una novela publicada en el año 1917, pero yo sí la acabo de descubrir ahora y sencillamente me he enamorado. De la historia, de la ambientación, de los personajes, de la filosofía que subyace bajo su aparente sencillez... Me he enamorado, en definitiva, de la forma de narrar de Morley y no tengo más remedio que aconsejar desde este pequeña plataforma virtual que todos los que amáis la lectura y los libros leáis éste. La historia va de una buena señora que en la Nueva Inglaterra de principios del siglo XX se embarca en una aventura de vendedora ambulante de libros por obra y gracia de un hombrecillo que consigue fascinarla con su excéntrica personalidad y su amor por la literatura. Cuando Helen McHill conoce al profesor su vida da un vuelco y de repente siente la necesidad de comprarle su Parnaso y salir a recorrer el mundo difundiendo esa pasión por la lectura que a mí me resulta tan familiar. Yo me siento un poco aquí como Helen McHill y el profesor porque también intento en estos posts de lecturas recomendadas transmitiros mi entusiasmo por las obras que leo y compartirlo con vosotros. Si de paso consigo que algunos leáis esos libros y participéis de mi experiencia me doy por más que satisfecha. Yo también tengo mi pequeño Parnaso y aunque sea virtual y menos cálido que el de Helen y el profesor, aquí está para testimoniar mi propia aventura con los libros. Debo deciros que hay una especie de continuación de la historia, "La librería encantada", pero no está ni mucho menos al nivel de la primera, ni de lejos. Pero bueno, para el que tenga curiosidad lo dejo dicho.
10. La pared vacía, by Elisabeth Sanxay Holding. Esta pequeña novela fue en su día elegida por Hitchcock como uno de aquellos relatos de suspense que rodó para la televisión. Pero también fue llevada al cine dos veces; "Almas desnudas" se llamó en España una de las dos pelis. Y en verdad la novela es cinematográfica cien por cien; todo el tiempo estás visualizando lo que Holding cuenta. Tanto es así que desde el principio sientes la necesidad de poner cara a los personajes. Yo a la pareja protagonista en seguida los identifiqué con Bogart y Bacall pero conforme iba leyendo Bacall dejó de funcionar en el papel. Lucia Holley no tiene nada de mujer fatal; más bien al contrario, es un ama de casa seria, responsable y un tanto aburrida que en tiempos de la Segunda Guerra Mundial se ve de repente envuelta en un turbio asunto de chantaje y que, en su obsesión por mantener a salvo a su familia y por protegerla, va tomando decisiones erróneas que la van enredando cada vez más en el sórdido mundo del hampa. No, Bacall no podía ser. Y entonces lo vi; era la Meryl Streep de "Los puentes de Madison", y Donnelly no podía ser otro que Clint Eastwood. En fin, amigos, qué os puedo decir. Si no confiáis en mi criterio sólo puedo añadir que Raymond Chandler catalogó a Holding como la mejor escritora de suspense de su tiempo y hay hasta quien afirma que fue la gran inspiración de Patricia Highsmith. En cualquier caso una novela muy bien escrita y altamente recomendable.
11. Un trastorno propio de este país, by Ken Kalfus. Marshall y Joyce están en pleno proceso de divorcio cuando se produce el ataque al World Trade Center el 11 de Septiembre de 2001. Ella cree que él ha muerto porque trabaja en el piso 80 de una de las torres y él cree que ella ha muerto porque tenía billete para uno de los vuelos siniestrados. La realidad es que los dos se han librado de puro milagro... para disgusto y desesperación del otro. Así empieza esta historia de odios y enfrentamientos sin fin que van in crescendo a lo largo de todo un año y que llegan en ocasiones a niveles difícilmente comprensibles. En esta novela he leído yo algunos de los pasajes más surrealistas que me he encontrado jamás. Para muestra un botón, os copio un diálogo que tiene lugar cuando Marshall decide, siguiendo el ejemplo de los terroristas, inmolarse y matar a Joyce y los niños con una bomba casera que él mismo ha fabricado: " - Dios es grande. - Qué haces, qué es eso? - Una bomba de suicida.- No me digas.- La he hecho yo. Llevo encima dinamita suficiente para volar toda la manzana. Dios es grande.- Y por qué no funciona? - No lo sé. Lo de los cables es complicado.- Seguiste las instrucciones? - Estaban en árabe pero había un gráfico.- Déjame ver.- Puedo arreglarlo solo.- No seas gilipollas.- Demasiado tarde.- Quieres que le eche un vistazo o no? - Si quieres.- Ummm, el cable rojo se ha salido del borne.- Muy bien, sería mucho pedir que lo volvieras a enganchar? - Ya está.- Dios es grande. Mierda.- No digas palabrotas.- No funciona.- Déjame comprobar los demás cables.- Puedes arreglarlo? - No me metas prisa, eh? Tengo que mirarlo bien, no te muevas." Qué os parece? No es sencillamente genial?
12. La mirada inocente, by Georges Simenon. Obviamente ésta no es ninguna novedad editorial pero sí puede ser una novedad literaria para muchos que sólo conozcan al gran Simenon a través de su personaje más emblemático, el famoso comisario Maigret. De hecho yo no tenía ni idea de que este hombre hubiera escrito otra cosa que no fuera novela negra. Aquí Simenon nos lleva a dar un paseo por la mirada limpia de un niño con una sensibilidad muy especial. Ese niño nos muestra una realidad muy dura, la del París de los primeros años del siglo XX, previos a la Gran Guerra, pero no el París de la gente pudiente y glamourosa, sino el otro, el de los que sobrevivían a duras penas, se hacinaban en cuchitriles y no tenían más que lo puesto. Y sin embargo la mirada de Louis es tan tierna y tan luminosa que os puedo prometer que vais a terminar queriendo igual que él ese otro París en el que el protagonista creció junto a su madre, vendedora ambulante, y sus hermanos. Qué grande Simenon!
13. Si Sabino viviría, by Iban Zaldua. El detective galáctico José Miguel López Belausteguieta, alias Cosmic Josemi, bebedor empedernido, trisexual y ludópata del mus, es contratado desde el planeta Nueva Euskadi para que baje a la Tierra y encuentre restos del ADN de Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, con objeto de insertarlos en el ordenador central de Nueva Euskadi, Sin embargo, los infames enemigos del planeta Tauro intentarán impedir que los restos de Sabino lleguen a su destino, complicando al máximo las labores de nuestro héroe. En su deambular por la galaxia tras el ADN de Arana, Cosmic Josemi contactará con un montón de personajes, algunos de ellos simpáticos androides, que le acompañarán en su aventura. Para que os decidáis a leer esta divertidísima novela intergaláctica, supercachonda y completamente irreverente baste decir que la frase más usada por el protagonista durante su misión es "Entonces de follar nada de nada, no?". El pobre Josemi no consigue controlar sus hurgalios ni en las más peligrosas ocasiones, y como es trisexual el mundo para él está lleno de tentaciones. Una caricatura en clave de ciencia-ficción, descojone asegurado, Iban Zaldua carga contra todo y contra todos: el nacionalismo vasco y también el español, las mafias literarias, el terrorismo de ETA, la Universidad como antro de corrupción, vicio e incompetencia... vamos, que no deja títere con cabeza, Pero lo mejor sin duda es que te partes de la risa con las ocurrencias, aventuras y desventuras del amigo Josemi. Un gran descubrimiento Zaldua, apúntatelo.
14. La enfermedad, by Alberto Barrera Tyszka. Ésta es una novela dura y, al contrario que la anterior, nada divertida. En ella se aborda la forma tan radical en que cambia la vida de las personas cuando en ella entra de repente la enfermedad, que todo lo invade y todo lo distorsiona. El protagonista es un médico que de repente se enfrenta a un cáncer terminal de su padre al mismo tiempo que le persigue un paciente convencido de estar gravemente enfermo. No es una novela apta para depresivos ni para hipocondríacos porque ciertamente tiene pasajes angustiosos pero es una reflexión muy acertada de lo que es nuestra relación con la vida, la enfermedad y la muerte. Tiene un gran final, y hasta aquí puedo contar. Ganó el prestigioso Premio Herralde de Novela, creo que muy merecidamente.
15. Ordeno y mando, by Amélie Nothomb. Te encuentras una noche en una fiesta y un tipo se te acerca y te dice que si alguna vez se te muere un invitado en casa sobre todo no avises a la policía. Casualmente al día siguiente alguien llama a tu puerta, te pide que le dejes entrar para hacer una llamada y súbitamente la palma. Pues así empieza esta historia que oscila entre lo kafkiano y lo cómico. Al protagonista se le muere un señor en su casa y como su vida es una mierda decide que va a intercambiar su personalidad con el difunto. A partir de ese momento todo lo que ocurre es una sucesión de situaciones surrealistas que desafían la verosimilitud del relato pero que sin embargo consiguen convencer al lector. En el fondo no deja de ser una historia de amor un tanto extraña que a algunos les gustará más y a otros menos pero que todos convendrán en que al menos es original. Es una novela cortita y se lee muy fácil. Por lo visto la autora es un crack allá por La France.
15. Ordeno y mando, by Amélie Nothomb. Te encuentras una noche en una fiesta y un tipo se te acerca y te dice que si alguna vez se te muere un invitado en casa sobre todo no avises a la policía. Casualmente al día siguiente alguien llama a tu puerta, te pide que le dejes entrar para hacer una llamada y súbitamente la palma. Pues así empieza esta historia que oscila entre lo kafkiano y lo cómico. Al protagonista se le muere un señor en su casa y como su vida es una mierda decide que va a intercambiar su personalidad con el difunto. A partir de ese momento todo lo que ocurre es una sucesión de situaciones surrealistas que desafían la verosimilitud del relato pero que sin embargo consiguen convencer al lector. En el fondo no deja de ser una historia de amor un tanto extraña que a algunos les gustará más y a otros menos pero que todos convendrán en que al menos es original. Es una novela cortita y se lee muy fácil. Por lo visto la autora es un crack allá por La France.
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