Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada porque no era comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y yo no dije nada porque no era judío.
Luego, vinieron a buscar a los obreros;
no dije nada, porque no era obrero ni sindicalista.
Más tarde se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Cuando, finalmente, vinieron a por mí,
ya no quedaba nadie para protestar.
Os suena este poema, verdad? Aunque ha sido erróneamente atribuído a Bertolt Brecht, lo cierto es que su autoría real corresponde a Martin Niemüller, un pastor luterano alemán, firme opositor al régimen nazi. Y sí, son unos versos dedicados a la resistencia antinazi pero su significado es tan universal que han pasado a formar parte del imaginario colectivo y por eso para pocos son desconocidos y prácticamente todo el mundo puede entenderlos e identificarse con su contenido.
Conozco alguna gente que es exactamente así; gente que mira con indiferencia todo lo que pasa a su alrededor y aunque en algún momento puntual puedan manifestar una opinión crítica con respecto a la situación política o social, jamás toman una iniciativa personal ni participan en las que tomen otros ni en nada que implique el menor signo de rebeldía contra lo establecido.
Bueno, a estas alturas ya me he acostumbrado a la dejadez y pasividad de estas personas y la llevo con cierta resignación cristiana. Qué remedio! No en vano me eduqué en un colegio de monjas, donde la resignación y la paciencia infinita son virtudes muy valoradas.
Lo que ya me cuesta más entender y reconozco que me irrita bastante es que se regodeen públicamente en su indolencia, que no es precisamente una cualidad para enarbolar con orgullo. Vamos, al menos para mí.
Y alguno dirá: y esto a qué viene? Pues viene a una anécdota personal que, a modo de desahogo y en beneficio de mi salud mental, he decidido contar aquí:
Recientemente he escrito una carta a la prensa en relación a un problema de transporte en mi lugar de trabajo. Digamos que a causa de esa carta he sido "llamada al orden" por mis superiores e invitada a "lavar los trapos sucios en casa" en lugar de acudir a los medios para denunciar estas situaciones. Bueno, pues algunos de mis compañeros me han felicitado por este escrito y me han mostrado su apoyo moral en esta pequeña contienda. Y es aquí donde viene mi estupor. Una de esas personas manifiestamente pasivas e indolentes a las que me refería antes va y me suelta tan ricamente tal que así:
"Qué bien que haya gente como tú; ojalá hubiera más"
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Comorrrrrrrr? Que ojalá hubiera más gente como yo!!!!!! Que ojalá hubiera más gente como yo????? Qué coño significa eso? Más gente que escribe cartas a los periódicos??? Más gente que se lava la cabeza todos los días??? Más gente que monta en bici??? Más gente que tiene un perrito negro que se llama Manolo??? Más gente con los ojos marrones??? Más gente que toma el Martini con un chorreoncillo de ginebra? Más gente a la que le gustan las trufas del Mercadona??? Qué significa exactamente "más gente como yo"?????
Tal vez más gente con agallas? Luchadora? Protestona? Rebelde? Que no se calla ni debajo agua cuando no le gusta algo??? Pues si era eso, aquí estoy, siendo yo misma y protestando.
"Me gustaría que hubiera más gente como tú. Pero eso sí, a mí no me mires. A mí no me mires, que yo pienso seguir sentada tan ricamente en mi casita viendo la vida pasar: los recortes, los despidos, los desahucios, los expolios, la corrupción, la mierda... O mejor, no veré nada de eso, que es muy feo y muy aburrido; me pondré mis cascos y escucharé musiquita, que mola más. Y lo haré con la tranquilidad de saber que hay "gente como tú" que ya se enterará de lo que pasa y protestará y hará lo que haya que hacer".
Ir a manifestaciones por las cosas que no me gustan? Pancartera yoooooo? Ni pensarlo, con las bullas que se montan. Además que ya hay mucha "gente como tú" que va por mí! Pa qué tengo que ir yo???
Secundar huelgas????? Uyyyys, no, yo curro, que las huelgas no me gustan. Pero oye, que mi corazón está con vosotros (Juro que no es coña, eso lo han escuchado estas orejitas, precisamente de boca del mismo personaje del "Ojalá hubiera más gente como tú")
Escribir a la prensa sobre algo que me preocupe o me indigne? Qué va, a mí lo que me mola es darle al "Me gusta" del Facebook y chatear con mis amigos. Lo de los escritos-protesta mejor lo hacéis tú o la "gente como tú".
Montar un pollo en la calle para evitar que desahucien a una familia? Qué pereza, por favor!!!!!! Qué quieres, que me haga pupa la poli??? Para eso ya estáis tú o la "gente como tú"!!!!!
Y así todo, y así siempre.
Ahora bien, si algún día se hace un ERE en la empresa de esta persona (cosa que perfectamente puede pasar, como están las cosas) y casualmente le toca el gordo y va a la calle, y al no poder pagar la hipoteca le quitan su casa... se mostrará tan abúlica y estupenda como hasta ahora? O entonces sí se tirará a la calle a gritar y a pedir la compasión de su banco y la solidaridad de sus conciudadanos? Igual ni eso; lo mismo sigue cruzada de brazos esperando a que los demás hagan algo. No sé, que los de "STOP desahucios" se aten a su puerta y reciban las hostias de la pasma mientras ella se toma alegremente una cervecita en el bar de enfrente, cigarrito en mano. No me extrañaría.
Me parece de puta madre que haya gente que no siente la necesidad de movilizarse por nada ni de comprometerse con ninguna causa ni de perder un minuto de su tiempo en reivindicar algo o en denunciar una injusticia. Pero hossstia, que no me toquen la pipilla con chorradas sobre lo mucho que admiran a la gente que sí se mueve, que sí protesta, que sí se compromete y que sí denuncia. Como si ésa fuera una cualidad intrínseca que algunos tenemos y que ellos nunca podrán alcanzar porque está fuera de sus posibilidades. Vamos, como tener la cara y el cuerpo de Irina Shayk. Puedo soportar la desidia y la apatía política y social pero lo que no soporto es la gilipollez y la vacuidad mental.
Pues sí, como muy bien dijo el amigo Serrat "Entre esos tipos y yo hay algo personal".
Me gustaría no tener que escuchar nunca más algo como "Qué bien que haya gente como tú! Ojalá hubiera más". No estoy psicológicamente preparada para ese grado de cinismo. Por favor, NUNCA MAIS.
Y si este post le pica a alguien, que coma ajos. Yo, por mi parte, me he quedado agustísimo.
Os dejo con Niemüller:
Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada porque no era comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y yo no dije nada porque no era judío.
Luego, vinieron a buscar a los obreros;
no dije nada, porque no era obrero ni sindicalista.
Más tarde se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Cuando, finalmente, vinieron a por mí,
ya no quedaba nadie para protestar.