Bueno, como ya sé que casi nunca os enteráis de nada de lo que pasa en el mundo de las cloacas, doy por sentado que esta noticia es nueva para vosotros, pese a que todos los medios se han hecho eco estos días. Me estoy refiriendo al reciente Consejo de Administración de RTVE en el que se montó la gran marimorena.
Os cuento los hechos mondos y lirondos antes de entrar en materia. Hace unos días la presidenta interina del ente público, Elena Sánchez, cesó de forma fulminante al director de contenidos, José Pablo López, y a continuación el resto del Consejo en una maniobra totalmente demencial la cesó a ella, de resultas de lo cual la Presidencia quedó descabezada. Hasta el día siguiente, en que fue ocupada por Concepción Cascajosa, que tiene el honroso mérito de haber quedado en el puesto 88 de 96 aspirantes al Consejo, con una puntuación de 2'2 sobre 10. Eso sí, se presenta a sí misma como orgullosa militante del PSOE.
Os pongo en antecedentes para que podáis contextualizar el conflicto. En RTVE trabajan aproximadamente unas 8.000 personas, 600 de las cuales son interinas, aunque serán 1.200 más cuando se resuelvan unas oposiciones que están previstas para este año o el próximo. Ya veremos, porque con el tema de los no presupuestos ahora mismo todo lo que tenga que ver con oposiciones está en el aire. No se explica pues cómo entre tanto profesional solvente que ha pasado por su correspondiente proceso de selección, muchos de ellos de gran prestigio, el 80% del presupuesto del (recuerdo) ente público va a parar a productoras externas. Es decir, hay profesionales muy valiosos a los que se les pagan sueldos bastante decentes aunque no desorbitados, y el Consejo se dedica a firmar contratos multimillonarios para atraer a profesionales de fuera.
El director de contenidos destituido, José Pablo López, consejero afín al PSOE y muy amigo de los productores de "La Fábrica de la tele" (los artífices de engendros como Sálvame, Socialité y demás bazofia televisiva del Universo Mediaset) durante meses ha llevado a cabo una arriesgada operación, que algunos han definido muy acertadamente como "salvamización" de la televisión pública, al contratar a buena parte de las excrecencias desechadas por Telecirco tras la ruptura con dicha productora. Y así gente de la talla profesional de Rociito Carrasco y sus amigas del alma Alba Carrillo, Terelu Campos, Lydia Lozano, etc., todas procedentes del mismo antro mediatesero, fueron contratadas para distintos programas de TVE, desde concursos gastronómicos a talent shows de baile, pasando por programas del corazón, tertulias de actualidad, etc.
Hubo también un intento de captar a la mismísima Belén Esteban y ahí ya fue cuando Elena Sánchez, pese a sus vínculos con el PSOE, se plantó y dijo que al extremo de meter en la televisión pública a princesas del pueblo no llegaba. Hay que decir que es de alabar que Elena Sánchez, a pesar de haber sido puesta ahí a dedo por su afinidad con el partido, haya sido capaz de mantener un criterio propio y poner pie en pared con respecto a estas contrataciones bochornosas.
En fin, continuamos para bingo. Uno de los programas que más quebraderos de cabeza le trae al Gobierno actual es el de Pablo Motos, "El Hormiguero", que se emite en una cadena privada y lleva siendo indiscutible líder de audiencia más de diez años. "El Hormiguero" es un programa non grato para el poder porque un par de días a la semana tiene tertulias de actualidad en las que algunos de sus participantes son bastante críticos con el Gobierno, y naturalmente se ha convertido en una especie de adalid de la "fachosfera". Y aunque haya programas semejantes con tertulianos guerrilleros en todas las cadenas no hay ningún otro que se emita en prime time ni que tenga las audiencias millonarias del espacio de Motos.
Ha habido varios intentos de competir con "El Hormiguero" con distintos experimentos y todos han fracasado estrepitosamente. La última que se pegó la gran hostia fue Mediaset cuando recuperó a Jorge Javier Vázquez para un espacio de entrevistas con características muy similares al de Motos pero de distinta tendencia política, "Cuentos chinos". El programa duró dos semanas, porque a pesar de la chulería con la que empezó (Vázquez leyó una carta abierta a Motos diciéndole que iban a ser vecinos y que le dejara hueco en su franja horaria) literalmente las hormigas se lo merendaron, la audiencia hizo mutis por el foro, y al sexto programa le dijeron a Jorge Javier que ya lo llamarían para Supervivientes, que es la clase de fango en la que él se mueve como pez en el agua.
Y ahora lo intenta RTVE, con directrices claras desde Moncloa: queremos a David Broncano para que le haga la nininana a Motos. Broncano supongo que os sonará de algo hasta a los menos cafeteros. Es presentador de un programa de entrevistas en Movistar. Un tipo que tiene mucho predicamento entre la gente joven, que lo ve fundamentalmente en streaming. Habría mucho que discutir sobre la rentabilidad o no de esta contratación para desbancar a Motos de su trono, puesto que la gente joven ve muy poco la televisión, casi todo lo que consumen es por dispositivos electrónicos, con lo cual a "El Hormiguero" es muy probable que esto no le hiciera ni cosquillas. Y la realidad es que la audiencia televisiva de Broncano en Movistar es bastante escasa. Pero bueno, a ellos se les ha puesto en los huevos contratarlo y van a saco.
La cuestión es que en las negociaciones se habla de 50 milloncejos, ahí es nada, por cuatro años. Esto es lo que yo decía al principio de las contrataciones multimillonarias con productoras externas (en este caso El Terrat, de Andreu Buenafuente) mientras que los profesionales de la casa se mueren de pena. Y claro, esto sin garantías ningunas. Broncano ganaría personalmente cerca de los 2 millones de euros anuales, para que os hagáis una idea unos 60.000 pepinos por programa. Pagados por ti y por mí, compae, con esos impuestos que supuestamente van para Sanidad y Educación, según nos dicen día sí y día también nuestros amados próceres.
Y claro, va Elena Sánchez (alabada sea por cuidar mínimamente del dinero del contribuyente) y dice que nanay, que eso así no puede ser, e intenta por su cuenta y riesgo negociar con Broncano una temporada a prueba, y ya según las audiencias prorrogar o no, poniendo un mínimo de 10% de share que tendría que conseguir para que la cosa fuera mínimamente rentable. Y Broncano dice que ni flores, que mínimo dos temporadas fijas, sin condiciones ni presiones de audiencia. Total, en resumidas cuentas, para no extenderme más, que ante la inminencia de la firma pese a la oposición de la señora Sánchez, ésta no tiene más remedio que cesar en el Consejo de Administración al director de contenidos, José Pablo López, que es el que está detrás de la operación, así como de todas las demás contrataciones comentadas antes que han llevado a la salvamización paulatina del ente público. Y López es destituido por votación de 5 a 4.
Esto no entraba en el orden del día de la reunión, sino que fue un punto de última hora metido in extremis por la Presidenta. Pero mira tú por dónde el resto de consejeros, durante una breve ausencia de Sánchez, se ponen de acuerdo para destituirla a ella, 4 a 3. Ya, ya sé que esto es de locos, pero tened en cuenta que es una especie de "Juego de tronos". El Consejo está compuesto por miembros de PSOE, PP, Podemos (ahora Sumar) y PNV, y aunque casi todos votan lo que les dicen sus partidos, algunas veces tienen un ápice de vergüenza torera, se salen del parchís y muestran un voto rebelde (caso de Elena Sánchez con lo de Belén Esteban o Broncano), y claro, las mayorías se tuercen. Y así se ha llegado a este punto, ella cesa a López y los amigos de López la cesan a ella. Que conste que todo esto se sabe porque ha trascendido desde dentro del propio Consejo, cuyos miembros han filtrado las deliberaciones a distintos medios.
Claro, ahí se monta la de Dios es Cristo. Porque a todo esto Moncloa sigue marcando las directrices, Broncano sí o sí, cueste lo que cueste. Y entre las distintas posibilidades para sustituir a Sánchez se decide que haya una Presidencia rotatoria, y la rotación empezaría, cómo no, por consejera socialista, la tal Concepción Cascajosa, cuyos méritos ya he mencionado anteriormente (la 88 de 96 candidatos, con una puntuación de 2, 2 sobre 10) Eso sí, en su alegato para obtener el puesto dijo ser fiel militante del PSOE y afirmó que esa militancia marcaba profundamente sus convicciones y su actividad profesional. Broncano, ve preparando la pluma pa firmar, corazón.
En fin, esto es lo que tenemos, hay que joerse.
Para los suspicaces, voy a dejar claro clarinete que no tengo la menor duda de que de haber estado el PP con mayoría en el Consejo actuaría exactamente igual de cochinamente que ha actuado éste con mayoría socialista. Pero ninguna duda, vamos. De hecho, en el pasado ya presidieron RTVE personas con evidente afinidad a los populares. Pero entonces recuerdo palabras del actual Presidente Sánchez diciendo que era intolerable por completo la injerencia del PP en la Corporación y que si él llegaba alguna vez al Gobierno tomaría cartas en el asunto para luchar por una televisión pública libre de presiones políticas. Ya, ya sabemos de los "cambios de opinión" de Sánchez y de lo que vale su palabra, y de cómo la hemeroteca se la pasa por el forro día sí día también. Pero es que justo al día siguiente de saltar por los aires el Consejo de Administración, la portavoz gubernamental Pilar Alegría afirmó tajantemente en rueda de prensa que había que garantizar la independencia del ente público sobre todas las cosas. Y antes de 24 horas ya estaba Cascajosa sentada en el sillón con su manifiesta independencia.
En fin, gente, que nos mean en to la jeta sin bochorno ni chapeta.