domingo, 2 de noviembre de 2014

Sé lo que hicísteis, panda de gusanos

Estamos contemplando en vivo y en directo una auténtica película de miedo. Sí, amigos, el espíritu de Halloween ha llegado hasta las esferas del poder y el pánico ha invadido las sedes de los grandes partidos. Niñoooooos, que viene el cocooooooo!

Tenemos a nuestro Freddy Krueger particular, que en esta peli se llama Pablo Iglesias; un peligroso terrorista, etarra, chavista, bolivariano, bolchevique, melenudo... lo peor de lo peor; y luego está el grupito de ingenuos y bondadosos muchachotes que van cayendo uno a uno a manos de Freddy, que son nuestros queridos próceres de toda la vida de Dios.

De repente, los vemos pidiendo perdón, muy compungidos, dándose golpes de pecho y diciendo aquello que puso en su día de moda nuestro insigne jefe del estado: "No volverá a ocurrir". Y así nos ha pedido perdón la inefable Esperanza Aguirre, toda ella contrita y solidaria con el ciudadano de a pie... Y también nos ha pedido perdón el aún más inefable Mariano Rajoy, el mismo que se refiere a sus antiguos amigos del alma ahora como "esa persona por la que usted me pregunta"...

Sí sí sí sí. El miedo se huele a la legua.  Pablo Krueger les pisa los talones; según algunas encuestas (Metroscopia, CIS) ya les ha adelantado y está sentado tan ricamente esperando a ver cómo van cayendo uno por uno, y no por lo que haga o diga él mismo, sino por la propia ineptitud y sinvergonzonería de los futuros finados.

Por cierto, respecto al tema de la corrupción me gustaría recomendar un artículo de José Manuel Atencia en El País, donde hace memoria y cuenta la película muy clarito. Se titula "La corrupción y los hechos". Para que flipéis os copio el enlace y algunos párrafos la mar de contundentes:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/10/31/andalucia/1414766799_386382.html

"Fue en julio de 2007 cuando el Congreso de los Diputados instó al Gobierno de Zapatero a liderar un pacto de Estado contra la Corrupción urbanística, con un paquete de medidas que incluía un código ético que debían suscribir todas las formaciones políticas. Dos años después, en 2009, en un conclave del PP en Barcelona, la entonces portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, reclamaba a todos los partidos otro pacto de Estado contra la corrupción, con el que sacar del “sistema a los que vienen a vivir de él y no a servir”. Ocho días después, fue Rajoy el que anunciaba en Sevilla, en la 15ª Unión Intermunicipal del PP, el siguiente decálogo de medidas para “recuperar el prestigio de la política”. Y decía: “No tenemos nada que ocultar”.
No debieron tener mucho éxito las medidas, ya que tres años después, en otro Congreso del PP, Rajoy volvía a anunciar el siguiente paquete de acciones para endurecer los controles internos sobre la corrupción política, apelando a la necesidad de mantener “conductas ejemplares y controles rigurosos” del dinero público.

Como el PSOE no iba a ser menos, al mes siguiente, la por entonces vicesecretaria general, Elena Valenciano, hacía un anuncio de impacto: los socialistas iban a crear una comisión de expertos independientes para que les aconsejaran sobre cómo luchar contra la corrupción. “Que nos miren desde fuera”, dijo Valenciano.
Se olvidó todo y en 2013 Rajoy aprovechó el debate sobre el Estado de la Nación, en plena efervescencia del caso Bárcenas, para anunciar otra vez medidas contra la corrupción. Cinco meses después, la comisión que se creó al efecto solo se había reunido una vez. Como eran pocas las medidas, la nueva presidenta de la Junta, Susana Díaz, tomó posesión del cargo reclamando a Rajoy que liderara un gran pacto contra la corrupción y anunciaba las suyas propias. A los once días, el Gobierno de Rajoy presentaba por cuarta vez su oferta de pacto para la regeneración democrática."

Pues sí, amigos, esto es lo que hay. Y aunque muchos teníamos la percepción de que esto de la lucha contra la corrupción nos sonaba de algo y ya no les hacemos ni puto caso cuando discursean sobre este asunto, Atencia se ha molestado en buscar la información para traernos exactamente las fechas y los datos que demuestran la tomadura de pelo y la desfachatez de estos gusanos abyectos e impresentables.

En el fondo yo lo que creo es que estas encuestas de Metroscopia o el CIS no sé si reflejarán los resultados de las próximas elecciones, probablemente no; lo que sí reflejan es un hartazgo claro. En definitiva, que la gente está loca por ir a las urnas y mandar a toda esta panda a la puta calle.

Puede que ya no salgamos a manifestarnos, dada la evidente inutilidad de nuestras protestas, pero creo que la inmensa mayoría tenemos claro que a estos antisistema no los queremos, porque son ellos y solo ellos los que han socavado no solo el sistema en sí mismo sino, sobre todo, la confianza de la gente en ese sistema y en sus instituciones. Y para eso no hay perdón que valga.

Que les quede claro que los que dan verdaderamente miedo son ellos y que aquí la única peli de terror que hay es la que estos cabronazos han estado rodando durante los últimos 30 años. Que lo que la gente está diciendo en esas encuestas es: "Sé lo que hicísteis los últimos 30 años, panda de gusanos". Y lo vais a pagar donde estas cosas se pagan, en las urnas. Ésa es mi esperanza y ése es mi deseo.

5 comentarios:

  1. Qué largo se va a hacer el año que falta para las elecciones...

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    1. Pues sí, yo sueño con el día en el que por fin pueda meter la papeleta del filoterrorista Iglesias en la urna.

      A partir de entonces ya sí que seré una demonia con todas las de la ley.

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  2. Por cierto, hermosa diabla (o diablesa). Uffff!

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  3. Hay que acabar con esto de una puñetera vez. De hecho no me explico cómo cojones quedan estúpidos que siguen votando contumazmente al PPSOE. A mí el tipo de la coleta lejos de darme miedo me inspira confianza. Los otros sí que me dan miedo.

    (Veo que su disfraz de diablilla sexy está triunfando, eh, picarona...)

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    1. Efectivamente, Kowalski, ellos sí que dan miedo y grima y yuyu y escalofrios y de todo.

      Resulta gracioso cómo tanto la casta como sus voceros intentan acojonarnos con que viene el lobo. Joder, pos no nos vamos a quedarnos tranquilos cuando consigamos por fin deshacernos de esa panda de mastuerzos.

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