miércoles, 15 de junio de 2011

Mi bici y yo

Confieso sin ambages ni vergüenza ninguna que estoy aprendiendo a montar en bici.  Que a estas edades cuesta, eh?  Pero me lo he propuesto y ahí estoy, sudando la gota gorda pero sin rendirme, como una campeona. Llevo un par de días nada más, tengo agujetas hasta en las pestañas de tanta tensión, pero ya voy sola, mantengo más o menos el equilibrio y hasta cojo unas velocidades importantes. Creo que ya voy a 15 por hora o así. Estoy supercontenta con mis progresos.

La cosa va bien y creo que de aquí a un par de semanas esto puede estar dominao; pero tengo un problema. Sólo sé girar a la izquierda. Si intento girar a la derecha me estrello. Imposible. Lo he intentado todo: concienciación, meditación, fuerza bruta, silbar la canción de "Verano azul... todo, pero no hay nada que hacer. Cuando tuerzo el manillar para la derecha me cago viva, chillo despavorida, cierro los ojos, y o freno o me la pego. Mis hijos gritan: "Mamáaaaaaaaaaaaaaaa, pordiosssssss, frenaaaaaaaaaaaaaaaaa".

Esto será ideológico, psicológico, fisiológico o logístico? Se arreglará votando al PP?

4 comentarios:

  1. No me he caído ni una sola vez con la bici; sin embargo hoy me he estrellado contra una columna y tengo el dedo medio del pie como una berenjena. Creo que se me ha debido de romper o algo.

    Con to y con eso he progresado otro paso: por fin he girado a la derecha. Moderadamente, eso sí, pero he girado. Y no una sola vez sino varias. Precisamente en un giro a la derecha ha sido cuando me he dado contra la columna; ya sabía yo que la derecha no podía ser buena pa ná. Pero bueno, al menos he visto que soy capaz de superar mi natural aversión.

    Mi próximo proyecto vital es subir y bajar cuestas. Hoy ya he hecho un poco de alta montaña, con una inclinación aproximada de un 2% (eso para mí es como para Contador el Alpe d'Huez). A bajar de momento no me he atrevido. Cuando he empezao a embalarme me acojonao. Como todavía me quedan nueve dedos sanos, seguiré intentándolo.

    Jo, cómo duele el puto dedo! Y el color tan raro que se le está poniendo.

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  2. Estoy hecha un ecce homo. Tengo arañazos y cardenales por todas partes. No sé qué coño pasa pero cuando voy en la bici salen setos, ramajos y esquinas de debajo de las piedras. Yo voy tan tranquila y de repente, hala, un seto espinoso, una alambrada, una puta farola en el sitio más inoportuno.

    Y los transeuntes? Porfavor, la gente es que no mira por dónde va? Será posible que no vean que viene una bici loca de frente dispuesta a tragarse todo lo que se le ponga por delante?

    Madre mía, ya no sólo temo por mí sino por Córdoba entera. Y como nos den la capitalidad cultural y venga todavía más gente esto va a ser una masacre.

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  3. Bueno, pues siguiendo con mi apasionante historia ciclista, os comunico oficialmente, y sois los primeros en saberlo, que he decidido adelantar los acontecimientos; será mañana cuando me estrenaré en venir al curro en bici. Prácticamente una semana después de haber comenzado mi formación ciclista le daré un uso eminentemente práctico a mis conocimientos.

    Como ya ayer hice buena parte del recorrido con resultado negativo de muertos y heridos, esta tarde haré un ensayo general de la doble etapa completa casa-estación estación-casa, cronometrando el tema para hacerme una idea; y mañana, wawwwww, el gran día.

    Otra cosa que tengo que probar hoy es a montar en bici con mis sandalias de cuña. Ese progreso me parece fundamental.

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