lunes, 27 de noviembre de 2017

El sueño de una noche de otoño

Esta noche me la he pasado entera catalogando tesis doctorales. Como churros. Una, otra, otra, otra... y así hasta 20 o por ahí.

Tooooooooda la noche. Os lo podéis creer? Bueno, pues ésta es mi interesantísima y apasionante vida onírica. No tengo bastante con el cerro de tesis que tengo en mi mesa de trabajo que por las noches me dedico a seguir catalogando.

En un momento dado me he despertado sobresaltada porque he caído en la cuenta de que había un dato que me había saltado en todas las tesis, lo que significaba que tenía que volver al principio e ir una por una añadiendo el dato olvidado. Esto en términos laborales bibliotecarios es sinónimo de tremenda putada y en términos oníricos de pesadilla.

Era tal mi desazón que luego ya no sabía qué hacer. Me levanté a mear y al volver a acostarme apareció la gran duda. Volverme a dormir rápido normalmente es sencillo si retomo el sueño donde lo dejé. Es lo que suelo hacer cuando me despierto para ir al baño, siempre y cuando el sueño no sea especialmente desagradable. Pero claro, en este caso os podéis imaginar el dilema. Volver a empezar  tesis por tesis para incorporar el dichoso dato de los cojones? Seguir catalogando en sueños para levantarme al cabo de dos horas y seguir catalogando tesis en el curro? Dónde está ese maravilloso sueño reparador del que habla todo el mundo?

Tooooootaaaaaá! Que al final decidí que no, ni pensarlo, prefería quedarme despierta ya toda la noche a seguir catalogando tesis tontamente porque me estaba pegando un gran curro que luego no iba a repercutirme en nada positivo.

Para pasar el rato, ya asumido que iba a ser imposible recuperar el sueño, me dediqué a despotricar y a escribir mentalmente este post. Pero... Ooooooh milagrooooo!!!! Cuando iba por el segundo párrafo más o menos me he quedado frita otra vez. Y esta vez sé que he soñado un sueño normal. No me acuerdo de qué iba pero éste sí ha sido profundo y reparador. De hecho me ha despertado la alarma del móvil y estaba yo tan agustísimo, donde quiera que estuviese, con maldita la gana de levantarme.

Y nada, aquí estoy contando mis entretenidas noches. Ya que ni voy a cobrar más ni nadie me va a agradecer mi ingente productividad laboral, por lo menos que la gente se entere. El colmo de catalogar tesis en sueños es que nadie en el mundo sepa que lo has estado haciendo. Porque cansar, cansa igual que si las hubiera catalogado en el mundo real. Y el disgusto cuando tienes que volver atrás porque has olvidado alguna etiqueta es el mismo. Y no estoy dispuesta a pasar este trance sola.

Así que ya lo sabéis, que no sólo me hincho de currar por el día sino que luego sigo por la noche. Probablemente soy la persona más trabajadora de toda España, sin lugar a dudas merezco más que nadie la Medalla al Mérito en el Trabajo.

Lo dejo caer por si esto lo lee alguna vez alguien que tenga algún tipo de influencia. Y si no, pues por lo menos me he desahogado. Hala!

No hay comentarios:

Publicar un comentario