lunes, 28 de septiembre de 2015

El vecino

Os acordáis de que en mi post de “Pitufa Gruñona” comentaba la mala leche que me entraba cuando algún vecino enciende la luz del portal cinco minutos antes de que salga yo? Bueno, pues olvidé mencionar que esa mala follá se agrava de modo importante si el vecino en cuestión es el del 3º-3. Y es que esta mañana ha ocurrido justamente eso y he sentido la inmediata necesidad de hablar de ello.

Esta particular aversión hacia ese vecino tiene una causa, un pequeño contencioso que mantuvimos hace años y que paso a relataros. Os sitúo:

Julio de 2010, gran final de la Copa del Mundo de Fútbol, España-Holanda, momento inolvidable supongo para todo el mundo; incluso hubo quien afirmó que después de aquello por fin podía morir tranquilo. El celebrado gol de Iniesta en el segundo tiempo de la prórroga fue directamente responsable del nacimiento de muchos niños nueve meses después y de una sensación de euforia nacional como creo que nunca antes se había dado ni después se ha vuelto a repetir.

Bueno, os podéis imaginar. En mi casa nos juntamos a verlo nosotros, los niños y algunos amigos. Cervecitas a granel desde primera hora de la tarde mientras esperábamos el partido, y más cervecitas a granel durante el encuentro, sobre todo con los nervios de la segunda parte y la prórroga, que ahí es que ya no dábamos abasto a trasegar el alcohol que corría por nuestras castigadas venas.

En fin, termina el partido y, como el resto de España, entramos todos en estado de éxtasis deportivo: gritos, saltos, lágrimas, besos, abrazos, más gritos, más saltos… lo típico, vamos. En esto que dice mi hijo que si pueden bajar a la piscina a bañarse en honor de la selección, y claro, yo le digo que sí, que se bañen a gusto. Como a esa hora la piscina está cerrada le digo que suban a pedirle la llave al presidente de la Comunidad, que a la sazón era el susodicho vecino del 3º-3.

Claro que cómo me iba yo a imaginar que en un día como ése el tío se iba a negar a dejarles las llaves y a abrir la piscina para que los chiquillos se remojaran. Pero así fue, baja mi hijo triste y contrito diciendo que no se las quiere dar porque dice que la piscina se cierra a las diez y que esa hora ya se ha pasado.

“Mamá, podemos saltar?”

“Pues claro. Si el capullo ese no os deja las llaves saltáis y os pegáis el chapuzón por las bravas, qué coño! Será imbécil el tío!”

Total, que los nenes y todos sus amigos saltan y entran en el recinto y empiezan a remojarse y a gritar y a celebrar la final en el agua. En esto que llaman a la puerta de mi casa y es el presidente en persona, con una cara no muy agradable. Que si sé que mis hijos han saltado la valla y se están bañando. Le digo que sí, que lo sé, que les he dado permiso yo, pero que si me abre bajo y les digo que se salgan ya.

Vale, el tipo baja conmigo y abre la cancela. Y entonces yo, en un arrebato de júbilo y rebeldía conjuntos, tal como estoy, vestida con mi camiseta y mi pantalón corto, paso por delante del presidente, me tiro al agua y salgo más chula que un ocho y más feliz que una perdiz y, no contenta con mi hazaña, le hago una peineta al tipo al pasar junto a él.

Sí, bueno, ya sé que lo de la peineta bonito del todo no estuvo, que es un gesto poco elegante y que no dice demasiado a favor de la educación de una, pero qué coño, lo a gusto que me quedé compensa todo eso. Un momento de falta de educación flagrante lo tiene todo el mundo en la vida, y ése fue el mío. Creo que estaba más que justificado y la ocasión lo merecía.

En fin, el suceso quedó en eso y yo ya no volví a darle más vueltas al asunto. De vez en cuando venían mis amigos de visita y si nos acordábamos del día de marras nos descojonábamos a cuenta del chapuzón y de la peineta posterior, pero nada más.

Hasta que un día, unos tres años después o así, estoy abriendo el buzón de mi casa y un tipo que  está abriendo también el suyo se me queda mirando muy fijamente:

“Hola”, me dice.

“Hola”, le contesto, sin echarle muchas cuentas.

El tío sigue mirándome muy fijo y de repente me suelta tal que así:

“Tú no te acuerdas de mí, verdad?”

Y empieza mi monólogo interior de costumbre. “Hossstia, quién será éste? Ni puta idea. Espero por lo menos que no sea alguien a quien conozca de una borrachera indigna o algo así de mi juventud. Señor, por favor, por lo menos te pido que nunca me haya acostado con él”.

“Puesssss… ahora mismo no caigo, no. Nos conocemos del Instituto? De la Universidad tal vez?

El tío todo incrédulo:

“De verdad no sabes quién soy??????”

Sigue mi monólogo interior. “Hossstia, fijo que sí, que me he acostado alguna vez con él en mis años mozos de locura, cuando era lo peor. Mecagoento, esto no me pasa nada más que a mí, tener un rollo con un tío que luego se muda a mi edificio. Hay que tener mala follá, macho”.

Pero en esto que me fijo en el buzón del que está sacando su correspondencia y de repente caigo: “Joder, el de la peineta!!!”

Claro, el tipo no daba crédito. Él no tiene por qué saber que yo soy supermiope de toda la vida, que nunca le he visto realmente la cara, que no reconocería ni a medio palmo a ninguno de mis vecinos y que durante toda la charla que tuvimos aquel día y la peina posterior yo en ningún momento vi otra cosa que un bulto con patas.

“Aaaaah, siiiiiiií, el vecino de arriba, no?”

“Exacto, el vecino de arriba.”

Claro, y ya viendo que no tengo demasiada buena memoria, el tipo va más allá aún:

“Y no te acuerdas de cierto percance que tuvimos una vez hace años?”

Yo muy tiesa y algo indignada por la impertinencia, qué se habrá creído, contesto:

“Pues claro que me acuerdo. Lo de la piscina, no?”

Joer si me acuerdo, pos no nos hemos descojonao veces a tu costa, chaval.

“Exacto. Bueno, y qué piensas de aquello?”

Pero este tío qué coño quiere ahora, que hablemos del tema tres años después? Para qué? Para darme la oportunidad de pedirle perdón o para qué?

“Pues pienso que hice muy bien”.

Y él todo ojiplático:

“Ah, que piensas que hiciste bien?”

“Pues sí, eso pienso”

“Y no piensas que hay unas normas de convivencia que…?”

A todo esto los dos con los buzones abiertos y la correspondencia en la mano:

“Claro que pienso que hay unas normas, normas que están para saltárselas cuando la ocasión lo requiera. Y esa ocasión lo requería. El único Mundial que hemos ganado jamás en la vida y que probablemente ganaremos, España entera en la calle, metiéndose en todas las fuentes de todas las ciudades y a ningún policía se le ocurrió poner una sola multa esa noche a nadie por saltarse las normas y mojarse en las fuentes públicas; y aquí, en una triste comunidad de vecinos, nos ponemos estupendos con las normas de cierre de la piscina. Y unos cuantos chiquillos entusiasmados el día más feliz de sus vidas piden las llaves para pegarse un chapuzón en SU piscina y resulta que no puede ser, que ya no son horas. Hombre, pordiossss!”

Pa qué me dijo na el colega? Porque yo cada vez me iba creciendo más. Ya a esas alturas iba por el Everest por lo menos. Mira que nunca había pensado decirle nada sobre el asunto, pero es que fue ponerme esa cara de superioridad moral y entrarme unas ganas de despotricar y ponerlo a parir que pa qué.

Total, que el tío todo abochornado iba retrocediendo creo yo que un poco acojonado y muy probablemente más que arrepentido de haberme preguntado si yo no sabía quién era. En qué maldita hora se le ocurriría, me imagino que pensó.

En fin, y ahí terminó mi breve pero jugosa relación con este peculiar personaje al que hoy, por desgracia, he tenido la mala suerte de encontrarme bajando las escaleras después de haber encendido la luz justo cinco segundos antes de que saliera yo.

Podréis entender la poca gracia que me hace que este sujeto sea lo primero que vean mis ojos, ya un poco menos miopes que en aquellos días, en una mañana de lunes, que no estoy precisamente del mejor humor del mundo.

Y ya me voy a guardar para mí el poco edificante monólogo interior que ha suscitado en mí este encuentro, por si hay niños y eso.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Amigas

- Yo creo que ella tiene un poco de cosilla porque como casi nunca sale con nosotras ya y sabe que siempre salimos juntas...

- Pelusilla tal vez?

- No sé, puede ser.

Mantengo este diálogo con una amiga sobre otra amiga común con la que en un pasado reciente salíamos bastante pero que, por circunstancias, ya vemos mucho menos.

De repente se me viene a la cabeza un recuerdo.

08-12-2014

Estoy bastante agobiada. Hace unos meses que me he separado y se acerca la Navidad. Será la primera Navidad que pasemos en esta nueva situación y aunque mi ex y yo la habíamos planeado de una manera al final la cosa se ha complicado y no podrá ser como nosotros queríamos. Los niños están un poco asustados y nosotros dos también, ahí a la expectativa a ver cómo nos lo montamos.

En fin, pero hoy es un gran día. Celebro mi santo y voy a comer con mis amigas y nos vamos a tomar unas copillas y me voy a poder desfogar con ellas, y seguro que me tranquilizan y nos hartamos de reír y termino más contenta que unas pascuas y se me quita toda la preocupación y... Wawwwwwwww, la vida es bella y los amigos son lo mejor del mundo!

Quedamos las tres en el restaurante y después de los saludos, los comentarios típicos, ay qué guapa, cómo mola tu bolso, qué te has hecho en el pelo, etc., nos sentamos y pedimos. Empieza la conversación:

A a B:  Oye, cómo se plantea este año la Navidad?

B: Pues más o menos como siempre. Mi madre... y mi padre... ya sabes que...blablabla y luego mi hermano blablabla ... y no sé si mi cuñada... blablabla..

A: Jo, entonces tu cuñada... blablabla... y al final con tu prima la de Villaviciosa del Penedés qué pasó?

B: Pues nada, que se casó y no veas y... blablaba, y luego su familia se puso de aquella manera y se montó... blablabla...

A: Oye,  y con la vaca aquella que tenía fiebre bovina que pasó?

B: Ah, pues fue un lío; vino el veterinario y ... blablabla. Oye, y tus navidades qué?

A: Pues como siempre, con mis padres y mi hermana, y bueno... blablabla... y te acuerdas de aquel chaval que... blablabla... pues a ver qué pasa y... blablabla.

Yo a todo esto un poco flipada pero... bien. Todavía bien. Sé que se ven poco, yo me veo más por separado con las dos y me sé todas las películas de ambas, así que entiendo que se tienen que poner al día de sus cosas. Lo entiendo, necesitan su tiempo para darse la información pertinente. Ya terminarán y entonces se volverán y me preguntarán a mí seguro por las próximas fiestas.

Pero no. Pasa el tiempo y la cosa no evoluciona favorablemente para mí. Una hora después:

A: Y entonces con la vaca qué pasó? Al final no era fiebre bovina, que era equina?

B: Bueno, es que resultó que era un caballo.

A:  Pero qué me dices? Y qué le recetó el veterinario?

B: Pues unas inyecciones de... blablabla, y luego la tuvimos que sacrificar porque... blablaba...

A: Qué fuerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrte, tía!

B: Es que la ganadería es muy dura.

A. No, si ya. Qué barbaridad! Oye, y tu sobrina terminó la ESO?

En fin, otra hora después, viendo que la cosa ha entrado en bucle y no evoluciona, intento desviar la conversación de nuevo hacia la Navidad para dar yo mi chapa correspondiente. Os recuerdo que es mi santo y estoy superagobiada y de las tres soy la única a la que le esperan unas fiestas algo diferentes, fuera de lo habitual, cosa de la que espero que en algún momento se den cuenta.

Yo: Bueno, y entonces la Navidad qué? Cómo pinta?

A: Pero si ya hemos hablado de eso.

Yo: Ah, sí?

A: Joder, sí. Que B dice que su madre... blablabla y su padre... blablabla... y su cuñada... blablabla... Y yo blablabla y mi hermana blablabla...

Yo: Ah, es verdad!

Bueno, Inma, no pasa nada, dales una oportunidad, no seas malange. Ellas hace tiempo que no se ven y no se han percatado de que tú a lo mejor necesitas hablar del tema un poco. No tienes que esperar a que la gente se dé cuenta de tus necesidades. No seas rejervía. Habla tú, manifiéstate, sincérate, no esperes a que los demás te pregunten.

Yo: Puesssss... chicas, la verdad es que yo estoy un poco agobiada con el tema porque son las primeras navidades que estamos separados y no sé, me preocupan los niños. A ver cómo se lo toman, si somos capaces de hacerlo bien para que... blablabla. No sé, tía, es complicado.

Las dos me miran como si se les hubiera aparecido un fantasma y asienten comprensivamente. Luego A mira a B:

- Pero entonces el veterinario no se dio cuenta de que la vaca era un cerdo?

(Aquí vendría el muñequito ojiplático del whatsapp. A partir de ahora cuando venga el muñequito ese lo señalaré así: OOOOOOOOO. Vale?)

(OOOOOOOOOOOO)

Esa soy yo.

No doy crédito. Simplemente esto no puede estar pasando. Yo no puedo haber dado el gran paso de sincerarme con mis amigas sobre lo preocupada que estoy y ellas haber pasado olímpicamente y seguir hablando de la vaca-cerdo-caballo del copón.

En fin, mi ojiplatismo continúa el resto de la comida.

(OOOOOOOOOOO)

A: Y ahora una copita. Invitamos nosotras, que para eso tú nos has invitado a comer.

Yo: No, no, no hace falta, yo me voy, que con la bici no quiero beber y luego igual...

A: Que no, que nos vamos al pub de al lado y nos tomamos un copazo. Venga, que tenemos que brindar por nuestro reencuentro.

Yo: Bueno, vale, pero una y me voy.

En el pub todo igual. Ellas blablabla y yo OOOOOOOOOOOO. No creo que se hayan dado cuenta en todo el tiempo de que no he abierto la boca ni una sola vez.

Pero a la tercera copa ya me da exactamente igual, el camarero me parece superguapo y ni me acuerdo de por qué estaba yo preocupada.

B a A. Bueno, yo me salgo a fumar. Te vienes?

A: Hombre, no vamos a dejar a ésta sola. Ve tú y luego voy yo.

Yo: No, no, no, de verdad, salid las dos, de verdad que no me importa, lo prometo.

A: De verdad? Tía, que me da cosilla.

Yo: No, de verdad, que no te dé, que yo aquí estoy muy agustito. Salís y así charláis y recuperáis el tiempo perdido, que seguro que tenéis muchas cosas de que hablar.

A. Posí. Pero de verdad?

Yo: Sí sí sí, tranqui. Venga, a la calle a echar humito.

Las dos se salen a fumar y yo... ufffffff, al fiiiiiiiiin solaaaaaaa! Estaba de vacas hasta el moño. Y qué monísiiiiiiiiiiiiimo que es el camarero, juraría que me hace ojitos.

Un par de copas más y como el camarero pasa de mí como de la mierda doy el encuentro por finiquitado. A esas alturas estas dos ya se han fumado todo el paquete y han pasado al tema novios y conocidos comunes. Oye, qué fue del Quiqui? Y de la Vane la de la taberna? Sigue en el Piedra de cajera?

Yo: Bueno, nenas, yo me voy.

A: Noooooooo, venga, vamos a tomarnos otra, que nos lo estamos pasando muy bien.

Yo: Sí pero yo me conozco y no, que luego ya sabes, no tengo final.

B. Ay qué tonta, pero si ya mismo nos vamos. Venga, la última.

Yo: No, no, quedaos vosotras, que yo ya voy pelín perjudicá.

A. Jo, cómo eres! Encima que quedamos porque es tu santo!

Por el camino me da la risa y me voy partiendo el culo. Entre mosquearme y tomármelo a coña elijo la opción B. "Jo, Inmita, te las prometías tan felices! Te ibas a desahogar bien desahogá, tus amigas te iban a dar comprensión, cariño y consuelo, luego os íbais a reir del mundo en general y puede que hasta terminárais en el karaoke cantando por Camilo Sesto! Ayyyy, pequeña ilusa! Bueno, por lo menos descojónate a gusto, que no es para menos".

En fin, son mis amigas y las quiero, pero juntas... ufffff! Son muy heavys!

Y todo esto venía al diálogo del principio con A sobre B:

- Yo creo que ella tiene un poco de cosilla porque como casi nunca sale con nosotras ya y sabe que siempre salimos juntas...

- Pelusilla tal vez?

- No sé, puede ser.

Pelusilla, madre mía! JUAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!

Pitufa Gruñona

Este finde estuve leyendo el último artículo de Javier Marías para El País Semanal, en el que relata algunas anecdotillas de sus vacaciones de verano. Marías, que cada día está más Pitufo Gruñón, lo ha pasado fatal el pobre en todos los lugares que ha visitado. Al tío le molesta que la gente salga a comer fuera y llene los restaurantes; le molesta esa estúpida afición de los españoles por la gastronomía, qué coñazo; le molesta que las familias vayan juntas en plan gregario a comer, con lo bien que se come solo o como mucho en pareja; le molesta que los tíos lleven chanclas y pantalones bermudas, que no son precisamente favorecedores (ahí tengo que reconocer que comparto al cien por cien su desagrado), le molesta la falta de educación y de respeto y los malos modales que imperan entre las masas (también comparto este desagrado suyo, qué le vamos a hacer)… En fin, que la criatura sufre, que lo pasa fatal y que habría hecho mucho mejor en quedarse en su casita, que es lo que hago yo y lo paso bastante mejor los veranos.

Por si tenéis interés en enteraros de las múltiples fobias veraniegas de Marías os paso el enlace:


Bueno, el caso es que la lectura de este artículo me dio por pensar en mis propias fobias, que tampoco se quedan cortas. Yo también, como Marías, me voy  volviendo cada vez más Pitufa Gruñona, y me paso los días rajando por lo bajinis de un montón de cosas.

Sin ir más lejos y a modo de ejemplo, esta mañana desde que salí de mi casa hasta que llegué a mi puesto de trabajo, una de mis principales zonas de confort donde me siento completamente a salvo (bueno, casi) me pasé prácticamente todo el trayecto despotricando del mundo en general y de varias personas en particular con las que me crucé en el camino.

Ya de por sí me molesta que haya otras personas en el mundo, de hecho. Sí, soy una auténtica misántropa y me gustaría, como a Manuel Fraga, que la calle fuera mía y solo mía. Que exista otra gente pretendiendo ocupar mi espacio, que es todo el espacio por donde tengo que pasar, ya me pone de mal humor, así que haceros una idea del resto.

La cosa empieza cuando bajo con mi bici por las escaleras y resulta que algún vecino ha salido pocos segundos antes que yo de su casa y ha encendido la luz del portal. Eso me jode como no os podéis imaginar. Y empiezo mi monólogo interior: “Hijoputa, es que no tenías otra hora para salir? Tienes que salir cinco segundos antes que yo y joderme? Ahora iré con la bici cargando y se apagará la luz en mitad de las escaleras y tropezaré y me caeré con la bici encima y me romperé una pierna o directamente me mataré, todo por tu culpa, cabronazo”. Todo eso me digo y aún más. La cuestión es que tengo medido exactamente lo que tarda en apagarse la luz y dura justo lo que yo tardo en bajar de mi casa hasta la calle. Si alguien la ha encendido cinco segundos antes, o se me apaga a la mitad del trayecto o tengo que esperarme a que se vuelva a apagar para volverla a encender. Entendéis mi drama?

Bueno, por fin salgo del portal, y llego a la calle. Siguiente obstáculo en mi vida: la Butipán la Inmaculada, donde se concentra para desayunar desde las siete de la mañana toda la Policía Municipal de Córdoba. No sé por qué coño tienen que ir ahí y no a otro sitio, por qué mierda desayunan justamente en la puerta de mi casa. Es que no hay sitios en la ciudad? No, parece que solo existe la Butipán para ellos. Llenan la calle con sus coches y sus motos, y aunque es verdad que la mayoría están buenos que te cagas, yo a esas horas no estoy para mirar tíos buenos ni para nada. Imposible tirar en dirección prohibida por la calle, que es lo que yo haría si no estuvieran, porque te cruzas con alguno de ellos fijo. Es horrible. Una vez iba yo tan tranquila y como me vinieron dos motos de frente tuve que subirme a la acera de sopetón y me pegué una hostia que pa qué, se me cayó todo lo de la cesta, me destrocé la rodilla y encima vinieron a levantarme y a preguntarme si estaba bien. Cómo voy a estar bien, majadero, si me acabo de pegar un trompazo de la hostia por tu culpa?

Por fin salgo de mi calle y recorro la ciudad a toda velocidad, por fortuna encontrándome con muy poca gente porque a esas horas, bendito sea el Señor, no salen ni los grajos. Pero hete aquí que veo a lo lejos una rampa difícil que tengo que subir todos los días. Es estrecha y solo cabe uno, o peatón o bici. Justo al lado hay unas escaleras, obviamente para los peatones, pero ninguno sube por ella porque todos prefieren la rampa. Bien, yo veo mi rampa a lo lejos y me dispongo a acelerar para subirla cuando de repente veo que un peatón se acerca también y que vamos a coincidir espaciotemporalmente. Mecagoenlaputa! O reduzco y voy pisando huevos esperando a que suba o acelero y lo adelanto, aunque es muy probable que no llegue. “Peatón, mamonazo, es que no puedes subir por los escalones de al lado? Pos no ves que yo no puedo, desaprensivo, que voy sobre ruedas? O mejor aún, por qué has tenido que salir a estas horas, por qué no te has quedado tan ricamente en tu casita y has tenido que venir a incordiarme a mí y a joderme la rampa? Es que no me dejáis vivir, hosssstia!”

El caso es que sorteo este nuevo obstáculo, normalmente por la vía de reducir y esperar a que pase el dichoso peatón inoportuno y subir yo la rampa después con el consiguiente esfuerzo que supone subir una cuesta en la bici sin haber cogido carrerilla. Y por fin llego a la estación, otra zona de confort, claro, si consigo bajar las escaleras mecánicas y recorrer el andén hasta el vagón último sin que nadie me mire ni me hable ni se me acerque a menos de 15 metros. Cuando finalmente llego a mi vagón subo y… oh, cielosssss! No es que vengan los dos strangers de los que ya os hablé en otro artículo hace tiempo; es que se suben justo detrás de mí una patulea de 5 ruidosos adolescentes con una jarana que pa qué. El ruido es atronador y mi espanto mayúsculo. Iba a sentarme en un asiento pero cuando veo que ellos se van a sentar en el inmediatamente posterior me voy al fondo del vagón, lo más lejos posible, y allí me refugio o intento refugiarme. Se ponen a gritar como si les fuera la vida en ello, yo casi a punto de echarme a llorar, maldiciendo al mundo y a mi mala suerte. “Por qué, hijos de mala madre, por qué venís hasta este vagón que está a tomar por culo para inflaros de chillar y para enturbiar mi paz? No veis que éste es un vagón para personas silenciosas, tranquilas, pacíficas, calmas, incluso para personas muertas?”

En un momento dado, con gran alivio por mi parte, compruebo que se callan todos unos segundos y por fin consigo respirar. Pero entonces una de ellas, la de voz más aguda y ensordecedora, grita: “QUÉ CALLAÍTOS OS HABÉIS QUEDADOOOOO, NOOOOOO? QUÉ PASA, QUE ESTAIS MUERTOS DE SUEÑO O QUÉEEEEEE?

Hosssstia, hijadeputa, la que debería de morirse ahora mismo eres tú, mamona! Cómo puedes pegar esas voces a las siete de la mañana, insensata? Es que me quieres matar? “Por favor, señor, por favor, que esa tía se evapore, que se esfume, que no exista, que sea solo una alucinación, una mala pasada de mi mente, que abra los ojos y no esté, por favor, por favor”.

Por fin el tren arranca y con el suave soniquete de la marcha dejo de oír a mi espantosa vecina de vagón y a sus amigos. Me dejo adormecer por el chacachá del tren y casi descanso en paz. Al terminar el trayecto dejo que se bajen mis indeseados acompañantes y disfruto de esos momentos de paz que ellos me habían impedido gozar antes. Cuando me bajo ya ha desaparecido todo el mundo del andén. Qué delicia, qué placer más grande, casi se me eriza el vello del gustito. Silencio!!!! No se oye nada, no hay gente, estoy sola en el mundo, el tren es mío, el andén es mío, la calle es mía. Un día más lo conseguí!!!!!!

Ufffff, qué duro es vivir! Ay, Javier, cómo te entiendo!

sábado, 19 de septiembre de 2015

Un poco de filosofía

- Mamá, tienes que ir preparando otros 50 euros para el libro de Filosofía!

- Que qué para queeeeeeeeeeeeé?

- Que sí, que resulta que todos los años lo habían dado por apuntes pero como ahora no saben si al final haremos la selectividad o la nueva reválida han decidido que mejor lo estudiemos por un libro y han elegido uno que cuesta 50 euros.

- Bueno, pues tú, sea para selectividad o sea para reválida, no vas a estudiar por ese libro.

- Pero mamá, por favor, que es obligatorio, que esto no es voluntario.

- Mira, ya tragué por lo del libro de Lengua, que son 40 pavos porque se les ha puesto en las pelotas a ellos elegir uno nuevo, pero por aquí no paso. Me das el teléfono de tu profesor de Filosofía o su correo y ya le explicaré yo mi propia FILOSOFÍA.

- Mamá, por favooooooor, cómprame el libro, que si no voy a suspender.

- No, no vas a suspender porque ya me encargaré yo de que no suspendas. Y además le dices a tu profe que tengo mucho interés en comentarle mis principios filosóficos, que son los siguientes:

No me cabe en la cabeza cómo en la era de la tecnología punta, de internet, de los smartphones y las tablets, por la incompetencia de los políticos, la dejadez manifiesta de algunos profesores y por oscuros intereses comerciales que se me escapan, todavía estén dando de comer a una industria editorial obsoleta que sigue haciendo libros en papel como en el siglo XVI, cobrándolos a precios astronómicos y tomando el pelo al personal con constantes nuevas ediciones de sus mamarrachadas de libros de texto. Lo cual conlleva cosas a las que no estoy dispuesta a colaborar como:

A) La degradación inútil del medio ambiente  a base de talar árboles a punta pala para hacer libros que no son necesarios porque hoy afortunadamente hay otras formas de acceder a esa información, que además puede actualizarse de una forma mucho más sencilla que en formato papel, que es el que obliga a hacer esas continuas nuevas ediciones, lo cual debería de estar terminantemente prohibido, por antiético, por antiestético y por fraudulento.

B) La malformación de las columnas vertebrales de millones de personas cargadas desde su más tierna infancia con mochilas superpesadas imposibles de arrastrar, cuando toda esa información está recogida igualmente y mucho más completa en cualquier dispositivo de menos de 100 gramos.

C) El enriquecimiento personal de unos cuantos a base de estafarnos a todos los demás vendiéndonos un producto que ya debería haber desaparecido hace años del mercado y que solo sigue ahí por intereses espurios que no quiero ni imaginar porque no daría abasto a poner bombas.

Y además de eso, sigo con mi FILOSOFÍA PERSONAL :

No entiendo por qué un cambio de legislación educativa, por ridículo y pasajero que sea, que éste en concreto lo será, tiene que conllevar el cambio del programa en materias que, como la Filosofía, no varían en el tiempo.

Cómo que si haces la nueva reválida ya no valen los apuntes que valían para la selectividad? Eso qué coño significa? Desde cuándo han cambiado las teorías de Platón, Aristóteles, Santo Tomás, Nietzche, Kant o Sartre? Desde cuándo la crítica de la razón pura y la crítica de la razón práctica se han modificado para que tú no puedas aprobar un examen estudiando en el mismo libro de texto que estudió tu hermana? Qué ha cambiado desde entonces de las teorías de Kant?

Y más:

En el supuesto caso de que se tratara de una asignatura que sufriera constantes modificaciones por su carácter variable, qué problema tiene ese profesor y todo el Departamento en actualizar sus apuntes y adaptarlos a los cambios de la nueva legislación? Es que los apuntes que elaboraron allá por los 90 (y vete tú a saber si no los copiaron de sus predecesores) tienen que servir para toda la vida y ya no pueden revisarse e incluso hacerse otros nuevos? Hay que vivir de las rentas for ever? No me jodas!

Que se pringuen, que se lo curren! Que hay profesores (verdaderos ángeles de la guarda, que a ésos sí que habría que homenajearlos y que levantarles monumentos) que se dedican altruistamente en su tiempo libre a elaborar temarios que luego cuelgan gratuitamente en internet para aquellos niños que no pueden costearse libros de texto. Y estos caraduras ya se encuentran los temarios hechos sin dar ellos palo al agua. Que por lo menos os pasen las páginas, jodeeeeer! O es que alguno tiene intereses raritos con la editorial tal o cuál y hay que comprar por eso el puto libro de 50 euros?

- Mira, hijo, ahí tienes el libro de Filosofía de 1º de Bachillerato de tu hermana. En ese libro está lo mismo que yo estudié en el instituto 20 años antes, exactamente lo mismo. Y lo mismo que tú vas a estudiar este año.Y no, no voy a gastarme 50 euros que me hacen falta para otras cosas mucho más importantes y, sobre todo, mucho más útiles, en algo que me parece un puto fraude. Y eso es lo que hay. Si tu profesor tiene algún problema que lo hable conmigo y punto.

- Vale, pero como luego suspenda no me digas nada.

- Como luego suspendas  TE MATO.

Pasión de catalanes

Tomo el título de este post del periodista radiofónico Carlos Herrera, uno más de los cientos de profesionales de la información españoles que se han tomado el tema de Cataluña y el mantenimiento de la integridad territorial como algo personal, como si les fuera la vida en ello. Es así como Herrera llama al conflicto catalán, interminable según él, cosa que efectivamente es, en buena parte debido a la insistencia de él mismo y de sus compañeros de ondas, que lo tienen en la boca a todas horas desde que se levantan hasta que se acuestan.

Hace unos días mandé a mis amigos un correo pasándoles un enlace de Isaac Rosa. Para los que no lo hayáis leído os lo copio aquí:

http://www.eldiario.es/zonacritica/Espana_es_una_gran_nacion_6_431916829.html

Suscribo hasta la última letra de este fantástico artículo de Isaac. No creo en las grandes naciones ni en el patriotismo barato que provoca guerras y conflictos territoriales. Mi patriotismo se limita, igual que el suyo, a sentirme orgullosa de los triunfos deportivos, cinematográficos o literarios de mis paisanos, y no estoy interesada en llevarlo más allá, ni mucho menos en blandirlo como estandarte en pro de una supuesta nación llena de grandeza y de hazañas inolvidables que me resbalan y con las que no me siento nada identificada. Yo también digo como Isaac: quiero creer que somos mayoría los que preferimos que los catalanes se queden porque quieran quedarse, no por obligación ni por miedo.

Estos días estoy sintiendo una vergüenza ajena inenarrable al ver los titulares de la prensa escrita, de los noticiarios radiofónicos, de los telediarios... todos indefectiblemente en una dirección única: el independentismo catalán es una locura, un imposible, un callejón sin salida, y Artur Mas un friki con ínfulas de gran estadista. Y si Cataluña sale de España nadie la querrá en la UE, los empresarios huirán despavoridos, la banca desmantelará sus sedes en ese territorio y los catalanes pasarán toda clase de penalidades y plagas como solo se vieron en el antiguo testamento cuando los pueblos pecadores desafiaban a Dios.

No sé si es que son así de torpes o es que realmente quieren que los catalanes huyan a todo trapo de nosotros. Porque cada declaración incendiaria y apocalíptica de este tipo por parte de un periodista o de un político lo único que consigue es fabricar unos cuantos independentistas más. Es que hasta a mí me entran ganas de salir corriendo de este país de gentuza mediocre y fanática que no ve más allá de sus narices. Es que no se han dado cuenta de que hace tres años, cuando se empezó a hablar del frustrado referéndum, había como mucho un 15% de independentistas en Cataluña, y que en este tiempo la cifra se ha triplicado como mínimo? Y a qué creen estas lumbreras que se ha debido, al milagro de la multiplicación del pan y los peces?

Lo único que esta gente pedía en aquel tiempo era un referéndum para consultar a los catalanes sobre lo que querían. Si les hubieran dado la opción de hacerlo (siempre hay fórmulas cuando hay voluntad política de algo) las urnas habrían hablado, muy probablemente en contra del independentismo, y ahora mismo estaríamos en otras cosas mucho más importantes y trascendentales. Pero no, durante años se han limitado a poner toda clase de obstáculos, a ridiculizar al máximo cada declaración de Artur Mas o del resto del nacionalismo catalán, a criminalizar cualquier palabra o frase que pudiera significar algún tipo de apoyo al catalanismo y a vender la idea de la España unida, fuerte y democrática. Cómo puede decirse democrática una nación que intenta poner una mordaza a un territorio que lo único que pide es hablar y manifestar lo que quiere? Tanto miedo tienen a que el pueblo hable? Pues de ese miedo, amigos, estos lodos.

Y aquí estamos tres años después hablando las 24 horas de lo mismo, que si no fuera por el tema de los refugiados, que también se ha puesto de moda (ésa es otra de la que ya hablaré en otro momento), no tendríamos otra cosa en qué pensar. Diríase que los españoles nos levantamos y nos acostamos pensando en Cataluña, vamos, que vivimos en un sinvivir en nosotros solo de pensar en la gran tragedia nacional que sería que Cataluña fuera otro país.

De verdad a alguien le quita el sueño esto? En serio hay gente que no tiene nada mejor en qué pensar? Si los catalanes quieren mayoritariamente irse de España (motivos les han dado todos estos mastuerzos más que de sobra, desde luego, a base de ningunearlos e intentar amenazarlos y acojonarlos persistentemente como a nenes chicos) tenemos algún tipo de derecho a obligarlos a punta de pistola a pertenecer a un país con el que no se identifican? Qué pasa si se les pregunta y dicen que se quieren ir? Los pisoteamos, les mandamos a la legión y al ejército y les decimos que de eso nada, monada, que o nuestros o de nadie? Es que estos capullos no se dan cuenta del daño tan grande que llevan haciendo todos estos años a la causa de la unidad española que dicen defender?

Y en esto no hay distinción entre unos y otros. Tanto el PP como el PSOE van a una en la defensa a ultranza de la patria, en la enarbolación de banderas a cuál más grande y más rojigualda. Los únicos que se muestran razonables son IU y Podemos, que defienden la permanencia de Cataluña en España, pero por el deseo de los catalanes, no por cojones, y siempre después de haber sido consultados y ellos haberse manifestado al respecto.

No se puede ningunear a un pueblo entero a base de despreciar su opinión o de decirle que el mismo valor tiene lo que piensan ellos sobre su territorio que lo que pensamos el resto de españoles, alegando la ridícula argumentación de que esto es como un cuerpo al que le arrebatan un miembro. Qué cuerpo ni cuerpo, capullos? Mi brazo no puede decidir mañana irse de mi cuerpo porque no esté a gusto en él pero los catalanes son personas, tienen opinión, tienen capacidad de decisión sobre su futuro, no se les puede mantener junto a nosotros si ellos no quieren estar. Así llevamos los años que llevamos, sin salir de este bucle infinito al que entre unos y otros nos han llevado.

Y se quejan los de aquí de lo manipulada que está la televisión y la prensa catalana. Que no lo dudo, eh? Fijo que sus noticiarios y sus programas son vomitivos y partidistas a más no poder. Por lo menos como los de aquí. Pero es que éstos no ven los suyos? Desde las cadenas públicas a todas las privadas, parecen en su conjunto una sucursal de TV13, todas llenas de fanáticos españolistas dispuestos a comentar día sí y día también todos los males que les esperan a los enloquecidos catalanes si se van de España.

Y todavía los hay que con todo el cinismo y la poca vergüenza afirman que estas elecciones plebiscitarias, que se contarán por escaños y no por votos, son un parche porque lo único que puede determinar a ciencia cierta cuánta gente es independentista es un referéndum. Sí, cabrones, el mismo que lleváis años prohibiéndoles hacer!!!! Qué gentuza, hossstia! Si es que es para renegar de este país y salir huyendo a la Conchinchina. Es para declararse apátrida y mandar a todos a la mierda.

Dejad en paz a los catalanes, coñññññño! Que vayan a votar, que digan lo que quieren, que lo digan de la única forma en que les han dejado decirlo ya que no les han permitido hacerlo con claridad en una consulta directa. Que hablen las urnas, y digan lo que digan que se respete su voz, que sean ellos los que decidan sobre su futuro.

Y a ver si un día de éstos podemos por fin ver o escuchar un noticiario sin tener que oír ni un solo comentario sobre esta interminable "Pasión de catalanes". Ya vale, por favoooor! Es una puta pesadilla, joder!

viernes, 11 de septiembre de 2015

Economía de subsistencia

Saco 500 euros del cajero y me prometo con plena firmeza y decisión : "éstos me tienen que durar una semana por lo menos".

Llego a casa:

- Mamaaaaaaaá, me tienes que adelantar la paga.

- Cómo que adelantar la paga? Si ya te la adelanté ayer.

- Ya, pero es que me tienes que hacer otro adelanto. Mira, te explico...

- Que no me expliques na, que no te adelanto más la paga, que tienes un morro que te lo pisas.

- Mamá, lo que me adelantaste ayer era porque íbamos a despedir a un amigo que se iba a Sevilla a estudiar, pero lo de hoy es porque mañana ya se van todos los demás y vamos a hacer una fiesta.

- Pero bueno, los niños esos ya no pensarán volver por aquí en todo el año, no?

- No, vienen todos los findes.

- Y entonces pa qué coño les hacéis una fiesta de despedida como si se fueran a ir a la guerra, si la semana que viene los vais a ver otra vez?

- Mamá, es lo que se hace siempre, joer.

- Que vale, que lo que quieras pero que no te adelanto la paga. Búscate la vida.

- Mamá, joer, que son mis amigos y vamos todos. Que luego te prometo que ya no te pido nada más en toda la semana.

El muy cabrón sabe que estoy a punto de caer, a punto... a punto... a punto. Y claro, caigo.

- Bueno, cuánto quieres que te adelante?

- Todo lo de la semana más media paga de la siguiente.

- Comooooooorrrrrr? Que te adelante media paga de la siguiente????? Pero tú qué te crees que yo soy el Banco España?

Sí, ya sé, ya sé que eso lo dicen todas las madres, pero no os podéis imaginar lo que consuela.

Llega el otro:

- Mamá, dame 50 euros.

- Pa qué?

- Pa los libros.

- Me dijiste que te ibas a conseguir los libros de segunda mano en el mercado negro.

- Sí, pero ya los he conseguido y cada uno cuesta 10 euros.

- Coño, cómo se ha puesto el mercado negro.

- Pues que sepas que me tienes que dar 50 aparte porque hay un libro que lo han puesto nuevo y lo tengo que comprar en la librería.

- Mecagoentosunasióooon! Cómo que lo han puesto nuevo? 50 eurooooos? Pero esa gente se cree que somos millonarios o qué?

Se va éste con su parte del botín y vuelve el primero:

- Mamá, que necesito 100 euros.

- Por diosssss, y esto pa qué?

- Pa la matrícula de la Selectividad.

- 100 euros vale la matrícula de la Selectividad?

- Y me tienes que dar 50 más para pedir el título de Bachillerato.

- Ole ahí mis 500 euros que me iban a durar una semana!

- Pos como apruebe luego ve apartando pa las tasas de la Uni.

Se va éste tras el saqueo correspondiente y aparece el otro:

- Mamá, habrá que ir a la compra de la semana, no?

- Ya?

- Han pasado diez días desde la última compra. Y el frigorífico está que podemos meter tranquilamente una vaca.

- Jo, cómo pasa el tiempo. Bueno, pues mañana, no?

- Pues ve preparando por lo menos 150 euros porque hay dos hojas apuntadas de cosas para comprar.

- Pos ya podéis ir tachando cosas, por lo menos 30 euros. Lujos ni uno.

- Podemos empezar por tachar tus cervecitas.

- Y una mierda! Anda que iba yo a poder soportar la mala vida que me dais sin mi chute de cerveza diario.

- Pues lo demás también es de extrema necesidad.

- Cagoenlaputa!

Me llama una amiga:

- Tía, estoy de bajonazo total. Necesito una performance nocturna.

Hossstia, eso es también pasta.

Pero qué coño, una amiga es una amiga y un bajonazo es un bajonazo:

- Vale, nos vemos a las once.

Qué le vamos a hacer, Dios aprieta pero no ahoga.

- Mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

- Lo que sea NO!

- Pero si no sabes lo que te voy a decir.

- Sí, lo sé. Me vas a pedir dinero.

- Joer, ni que fueras vidente. Cómo lo has sabido?

- Las madres lo sabemos todo.

- Pero es que lo necesito para...

- Me da igual, NO es NO.

- Pero es que...

- Que NOOOOOOOOOO!

- Joer, mamá!

- Joer qué? Que he sacado 500 euros del Banco esta mañana y en un par de horas me han volao. Que no me podéis exprimir más, so panda de buitres.

- Pero mamá, es que mañana jugamos un torneo en Pozoblanco y vamos en microbus.

- Perra vida!

Señooooooorrrr, me durarán alguna vez 500 euros más de 24 horas?

Y todavía hay quien me pregunta que por qué no me voy unos diítas de vacaciones.

Menos mal que aquí no hay acceso fácil a las armas de fuego, que si no la matanza de Texas iba a ser una feria al lado de la que yo podría montar.

Pruebas irrefutables

- Te digo una cosa, que de tu paga esta semana te quito ya cinco euros.

- Que me quitas cinco euros de mi pagaaaaaaaa? Por quéeeeeee? Qué he hechooooo?

- Pues te has vuelto a sentar en el sofá con el bañador mojao, y lo he descubierto porque justo a continuación he ido a sentarme yo.

- Me vas a quitar cinco euros por esooooo?

- Efectivamente.

- Pe pe pe pe pero eso no es justo! Quedamos en que antes de quitarnos dinero de la paga ibas a dar un aviso.

- Un aviso de qué? De que no se sienta uno en el sofá con el bañador mojao? Si te llevo dando avisos desde que naciste, hombre!

- No, mamá, tú no vas a hacerme eso. Tú eres una madre buena, justa, ecuánime, y no me vas a quitar cinco euros de mi paga por una tontería así.

- Por la misma tontería ya te quité cinco euros de tu paga hace dos semanas, y veo que no te ha servido para nada. A ver si a base de quitarte cinco euros todas las semanas o se acaba el verano o aprendes.

- Joer, mamá

- Ni joer ni joó! Que ya está bien de mamoneos. Y te digo otra cosa, que se está rifando otra reducción salarial de cinco euros y tú llevas casi todas las papeletas.

- Yoooooooooo? Yo por queeeeeeeé?

- Porque no haces nada de lo que te digo y te remoloneas todo el tiempo y ya me tienes harta. Además que tengo pruebas documentales.

- Qué clase de pruebas?

- Pues me he abierto un álbum en el móvil titulado “Pruebas irrefutables” y estoy haciendo fotos de todo lo que me encuentro por ahí que no debería estar.

- No me lo puedo creer! Pero qué clase de madre eres?

- La clase de madre que está hasta el moño de que sus hijos no ayuden en nada y se crean que tienen una criada en la casa. Esa clase.

- Y de qué has sacado fotos? Porque yo lo tengo todo recogido.

- Todo recogido? Mira, por ejemplo, ésta. Tu tazón de galletas en el frigorífico con la cuchara dentro. Lleva ahí 3 días, las 3 fotos que les he hecho, una por día. Si no te he dicho 20.000 veces que te comas las galletas o las tires o lo que sea pero que las saques de ahí no te lo he dicho ninguna. Y ahí está.

- Y me vas a quitar cinco euros por eso?

- Por eso y por todas estas más. Mira, tus zapatillas esturreás por el salón, tengo cinco fotos en distintas zonas. Luego dirás que el Manolo se te mea en las zapatillas.

- Ah, y eso lo verás bien, no? Que el Manolo se mee en mis zapatillas.

- Lo veo genial porque el Manolo es un perro y se mea donde le da la gana, que para eso ésta es su habitación. Y da gracias de que no se las coma, que hay perros que se zampan todo lo que pillan. 

- No puedo creerme que me vayas a quitar cinco euros por esas tonterías.

- Por esas tonterías me estoy yo desgañitando todo el día y voy a terminar cogiendo una depresión de caballo, so mastuerzo. No querrás que encima te regale todas las semanas 20 euros por to el morro sin que tú hagas nada para merecértelos.

- Y si lo recojo todo ahora y tiro las galletas y lavo mi tazón no me quitas los cinco euros?

- Mmmmmmmm! Bueno, me lo pensaré, pero todo todo todo.

- Y los cinco euros del bañador mojao?

- Ésos no te los perdono.

- Aunque te prometa que no lo voy a hacer más?

- Si me prometes que no lo vas a hacer más y efectivamente no lo haces más lo que pasará es que ya no tendré que quitarte más veces cinco euros por eso.

- Mmmmmmm! Bueno, vale.

- Y que conste que pienso seguir haciendo fotos y al final de la semana te las enseño y entonces hablamos de los cinco euros.

- Cómo decías que se llamaba el álbum?

- Pruebas irrefutables.

- Ah, vale.

(Probablemente continuará)

jueves, 3 de septiembre de 2015

Perversiones

Confieso que tengo una perversión, que seguramente tendrá algún nombre por ahí en algún catálogo de psicopatologías más o menos inconfesables. La cuestión es que tengo la costumbre de imaginarme a la gente cagando, fundamentalmente a la gente superpija y/o supertonta y/o superbuenorra.

Por ejemplo, hoy estaba mirando en la prensa una foto de Iker Casillas y al momento me lo he imaginado cagando. Me ha costado, no os creáis, porque es una visión un tanto esquizoide, un tío con un punto erótico que te cagas (valga la redundancia) y una actividad nulamente erótica (salvo que la coprofilia sea tu perversión favorita).

Pero si con Iker me cuesta no os quiero ya decir con gente como... Letizia. Ahí ya es que tengo que hacer acopio de toda mi capacidad de fantasear guarramente. Porque cualquiera que vea a esa tía tiene que llegar a la conclusión simplemente de que no caga. No puede hacerlo, es imposible. No le pega, porque en ella chocan dos cuestiones contrapuestas: la elegancia y la fisiología.

Qué pensáis? Cagará Letizia con las piernas elegantemente cruzadas como la vemos siempre en público? Porque esa mujer no puede abrir las piernas, va en contra de su naturaleza de reina. Pero es que, y tengo motivos para afirmar esto rotundamente, con las piernas cruzadas es muy difícil proceder a ningún tipo de evacuación. Así pues, cómo lo hace? Descruzará las piernas momentáneamente, en cuestión de segundos, ni uno más de los estrictamente necesarios, para efectuar el acto en sí y luego rápidamente, volverá a cruzarlas antes de levantarse del trono real e intentar subirse las bragas con las piernas cruzadas?

Ya, ya sé que muchos pensaréis que este tipo de pensamientos son de enferma mental total y absoluta. Y probablemente lleváis razón. Y la mayoría no estaréis dispuestos a participar de este juego imaginativo, pero en fin, los pocos que os avengáis a traspasar fronteras y a acompañarme en este aberrante submundo, qué os parece? Podéis ver a Letizia cagando? Y si es así, la podéis ver con las piernas descruzadas? Es esa visión posible?

Más gente. Los políticos. A ésos no me cuesta imaginármelos evacuando a casi ninguno porque forma parte de su profesión poner caras muy similares, y si me apuras, incluso unas caras bastante esforzadas, como las de alguien a quien el proceso le está costando mucho mucho trabajo. Creo que con muy poca imaginación a pocos les podrá costar visualizar a Rajoy en esa actitud; es más, yo incluso diría que es difícil visualizarlo en otra que no sea la de cagar. Y quien dice Rajoy dice Artur Mas o Carlos Floriano o Cayo Lara o incluso Juan Carlos Monedero. Del PSOE ahora mismo no se me viene ningún nombre a la cabeza salvo el de Pedro Sánchez, y a ese cuesta; es mucho más fácil visualizarlo en otras posiciones.

Más. Periodistas. Marhuenda, por ejemplo. Marhuenda, con esa carita de lechuza algo bizquilla, podría perfectamente tener en el baño justamente esa cara, la de una lechuza cagando. Claro que yo nunca he visto este fenómeno, mis conexiones con el mundo animal son muy limitadas. Alguien ha visto alguna vez una lechuza cagando? Podría ser Marhuenda algo muy parecido?

Con Eduardo Inda tampoco tengo ningún problema. Cuando arruga los ojillos en las entrevistas, probablemente con intención de parecer inquisitivo, consigue adoptar una expresión muy similar a la de las personas normales en posición evacuatoria. No es difícil pensar que ésa podría ser la misma pose facial que usa tanto para reflexionar como para atacar a sus contrincantes como para apretar en caso de dificultad para expulsar alguna hez especialmente dolorosa o complicada. Puede incluso que también la use  para follar, sobre todo si necesita concentrarse mucho para mantener las erecciones o para no eyacular con indeseada precocidad.

Y Ana Rosa Quintana? Es posible, sin ser un ser de otra galaxia, imaginar a Ana Rosa Quintana en un retrete dando a luz un truño de dimensiones más o menos respetables? En realidad éste sería un caso muy similar al de la Preysler, que también es un hueso duro de roer para esta afición mía. Preysler cagando es una imagen que cualquier mente sana rechaza de plano. Ni siquiera es posible imaginarla pariendo por vía natural, empujando y eso. Podría romperse, hacerse añicos, el pobre Vargas Llosa no tendría años para reconstruirla.

Y qué me decís de la Conferencia Episcopal? Reconozco que no estoy muy al día con este organismo, puesto que yo me quedé en Rouco Varela, aunque tengo entendido que luego han puesto a otro. Pero han sido tantos los años de ver en los medios a Rouco e imaginármelo cagando que ya lo identifico plenamente con lo que sería la imagen de un obispo en pleno acto fecal. Y ahí chocaba con un problema adicional, que era su extraordinario parecido con el artista multifacético Paco Clavel. De forma y manera que nunca he conseguido visualizar a Rouco sentado en la taza sin unos tacones rojos y una flor en el pelo. Tal es la visión demencial que tengo de la Conferencia Episcopal en este momento.

A Mahoma no me lo quiero ni imaginar, no sea que algún fundamentalista ande por aquí y se le crucen los cables y decida asesinarme por esta pequeña perversión mía que tampoco hace daño a nadie. Que con esta gente nunca se sabe. Que yo dibujar no sabré pero a imaginación no me ganan a mí ninguno de los desgraciados del Charlie Hebdo que fueron enviados al otro barrio por la panda de pirados estos.

En fin, ahora mismo no caigo en nadie más. Si a alguien se le ocurre otro personaje con el que fantasear en plan guarrete pues que me lo proponga y nos montamos una performance on line, apuntando cada uno lo que se nos ocurra.

Es posible hasta que alguien pretenda fantasear conmigo, ya que he sido yo la que ha propuesto el juego. Desde aquí le facilito ya el asunto: yo soy muy de actitud contemplativa. Básicamente voy al baño a leer y espero pacientemente que los hechos se produzcan por sí mismos. Si en un tiempo razonable y prudencial (digamos que 5 páginas de un libro o 3 de una entrevista en un dominical)  no se ha conseguido el objetivo, simplemente me rindo sin contemplaciones y espero a una nueva oportunidad para adoptar exactamente la misma actitud expectante a la par que esperanzada. Procuro sentarme siempre en el baño con la elegancia que me caracteriza y adoptar una pose lo más digna posible, dadas las circunstancias.