jueves, 17 de diciembre de 2015

Un aborto a tiempo es una victoria



- Mamá, un aborto a tiempo es una victoria.

Esto me lo dice mi hijo el mayor minutos después de que mi hijo pequeño, al que algunos conocéis como el "Rompecosas", se haya cargado haciendo honor a su nombre el megagésimo plato, y haya esparcido su contenido completo por toda la cocina.

Estábamos todos en el salón tranquilamente viendo “El Intermedio”, todos menos el de siempre, cuando de repente… Craaaaack!

- Hosssstia, otra veeeeeeeeez!

- No me lo puedo creer!!!! Este niño lleva la destrucción en su ADN. Y me decís exagerada!

- En verdad, mamá, no solo no exageras sino que te quedas bastante corta. La capacidad destructora de este niño no tiene parangón en el mundo civilizado.

De todas formas no creáis ni mucho menos que él se toma malamente estos comentarios. Al revés, como ya os dije, yo juraría que incluso se siente un poco orgulloso de ese poder exterminador:

- Mamá, crees que deberías haberme abortado?

- No, lo que creo es que, si hubiera sabido tu condición, debería haberme hecho un seguro de hogar mucho más completo, al tener en mi casa un arma de destrucción masiva como tú.

- Jo, mamá, cómo eres, vas a conseguir acomplejarme.

- No caerá esa breva. Si tuvieras algún complejo te lo cargarías también de momento. Tú estás a prueba de complejos y de todo. Somos los demás los que quedamos completamente desprotegidos cuando tú andas cerca. Somos nosotros los que necesitamos un seguro de vida especial, a prueba de catástrofes.

Y es verdad. No hay en el mundo terremoto ni ciclón ni volcán ni tsunami con semejante poder de devastación. Y por lo menos en mi casa lo tenemos más o menos controlado a base de platos, cristales, mesas y sillas, pero qué va a ser de este planeta cuando este niño se vaya de casa y tenga todo el mundo a su disposición para destrozar a mansalva?

- No te preocupes, mamá. En cuanto gane mi primer sueldo lo primero que haré será comprarte una vajilla nueva.

- Pero que sea de plástico, por favor.

- Vale, mamá, la que tú quieras.

Si luego el chaval tiene buen fondo.

Son las manos. Si hubiera nacido sin manos podría haber sido incluso normal.

Primeros auxilios: el sueño de una noche tonta de otoño

Estoy en un sitio que no puedo identificar, rodeada de gente entre la que destaca una señora muy gorda con cuatro niños, uno de ellos un bebé que lleva en brazos. La señora me llama especialmente la atención porque la gente gorda tiene cierto poder de fascinación sobre mí; y mirando a esta señora me pregunto cómo puede andar con tanta grasa encima y además cuidar de todos esos niños.

De repente la señora cae al suelo con un sonido atronador y el bebé que lleva en brazos cae a su lado y empieza a llorar. Pero ahí estoy yo:

- Tranquilos todos, he hecho un cursillo de primeros auxilios.

Siguiendo las directrices de mi curso, observo atentamente a la desfallecida dama y lo primero que hago es comprobar si muestra algún signo de vitalidad. Le tomo el pulso en la muñeca pero inmediatamente recuerdo que en el curso nos dijeron que lo del pulso no suele funcionar porque hay quien no lo tiene o no se le encuentra o simplemente que no se sabe buscar donde se tiene que buscar. Total, que paso a lo siguiente: acercarse al accidentado y comprobar si respira.

Había al menos dos maneras de comprobarlo, pero solo me acuerdo de una: ponerme al lado y escuchar atentamente para apreciar si echa algo de aire. Lo hago, y efectivamente noto un leve airecillo que podría ser perfectamente el aliento de esta señora.

“Tranquilos, respira”, comunico a los curiosos.

Pero como respira tan levemente decido practicarle el RPC, o PCR, o CPR o como se llame lo de las maniobras de reanimación cardiopulmonar, que nos hicieron un examen cuando el curso pero confieso que me copié.

Total, que me pongo en cuclillas encima de la señora, costándome un gran esfuerzo debido a su grosor poco frecuente. Intento no sentarme encima de su descomunal barriga para no aplastarla y coloco las manos sobre su pecho en posición de realizar las compresiones torácicas pertinentes.

Pero de repente recuerdo una imagen de un vídeo que nos pusieron en el curso. En él la persona que practicaba las maniobras, antes de empezar, señalaba con el dedo a un espectador y le ordenaba con contundencia y autoridad: "usted, llame a urgencias!!". Joder, cómo se me ha podido olvidar algo tan básico?

Busco a mi alrededor entre los curiosos que observan mi solvencia en esto de los primeros auxilios y le digo al más cercano a mí: "usted, llame a urgencias!!" Se lo digo con el dedo bien alzado, señalándolo con absoluta claridad y con una voz fuerte y diáfana que me sorprende por su autoridad. Pero el tipo dice señalándose el pecho. "Es a mí?'" .

Hossstia, esto no salía en el vídeo. Allí el interpelado entendía perfectamente que se refería a él. Y a mí me tiene que tocar este imbécil que no se entera.

- Pos claro que es a ti, no ves que te estoy señalando?

-  Pe pe pe pero... cuál es el número?

Jodeeeeer, será que no lo dijeron veces en el curso. Y mira que intenté memorizarlo. Era el 121? El 112? El 212? El 122? Ay no sé, ni idea, joder, que tengo que reanimar a esta pobre mujer, que no estoy para memorizar dígitos!

- Pues búscalo en el móvil, hombre!

Total,  yo sigo con lo mío. Entrelazo cuidadosamente mis manos y las apoyo en el tórax de la señora, sin estar demasiado segura de dónde tiene el tórax, dada su envergadura. Pero bueno, aunque no toque hueso por ninguna parte calculo que estará entre sus dos enormes pechos. Y ahí sitúo mis manos, me apoyo enérgicamente, levanto un poco el culo, y presiono con fuerza. Uno-dos.

Y ahora qué tocaba? Ah, sí, el boca a boca! Hay que insuflarle aire a esta criatura. Con sumo cuidado le abro la boca a la señora y poso mis labios lo más cerca posible de los suyos expulsando todo el aire que he conseguido acumular hacia sus pulmones. Dos veces. Uno-dos.

Y luego otra vez maniobra de compresión. Uno-dos. Boca a boca: Uno-dos.

Bueno, tendríais que haberme visto. Qué exitazo! El público enardecido, miradas de admiración, murmullos de aprobación... Y yo plenamente consciente de mi protagonismo, compartido obviamente con la desfallecida señora, demostrando mi soltura como asistente de primeros auxilios y mi competencia profesional. Más chula que un ocho.  Uno-dos. Compresión. Uno-dos. Ventilación. Uno-dos. Compresión. Uno-dos. Ventilación.

Superorgullosa de mí misma, mientras ventilo y comprimo el tórax de la señora pienso que en el próximo curso de primeros auxilios contaré esta interesante experiencia personal. Cómo fui testigo de un desfallecimiento súbito y actué de inmediato haciendo uso de los utilísimos consejos que nos habían dado.

Y en esto que escucho un ruido y… chas! De repente estoy en mi habitación y no hay ninguna señora gorda desfallecida debajo de mí.

En principio respiro aliviada. Qué bien, nadie corre peligro realmente, no tengo que salvar a ninguna persona. Y siento esa satisfacción que suele sentirse cuando despertamos de un sueño en el que hemos tenido una actuación positiva, satisfactoria, encomiable, incluso heróica.

Pero ayyyyyy, soy yo, y llevo conmigo a todas horas a ese Pepito Grillo permanente que no me deja vivir.

- Alto ahí! Estás segura de que en el sueño lo hiciste todo bien?

Ay señorrrrr, por qué me torturas así?

De manera que ahí me tenéis, a las 5 y pico de la mañana analizando uno por uno cada paso que di en el proceso de primeros auxilios de esta señora. Y claro, de momento, saltaron las alarmas:

“Comprobar si la persona respira. Si lo hace, intentar reanimarla abofeteándola incluso; y si no reacciona colocarla de inmediato de medio lado para que no se ahogue. Si no respira, empezar con las maniobras de reanimación”.

Hosssstia, tíaaaaa! Que la colega respiraba! Que solo tenías que darle un par de tortas y pegarle un empujoncillo, que no hacía ninguna falta que la reanimaras ni que le hicieras el boca a boca ni nada. Menuda socorrista estás tú hecha!

Y mi Pepito Grillo sigue:

“Para las maniobras de ventilación, lo primero es pinzar la nariz del accidentado con objeto de que el aire insuflado no se salga por el orificio nasal, y bajar su barbilla procurando que la lengua no obstaculice el paso del aire”

Hosssstia, tíaaaaaa! Y tú ni le has pinzado la nariz a la gorda ni le has mirado si la lengua la tenía atravesada ni pollas en vinagre. Tú ahí, a saco, venga a meterle aire a destajo y lo mismo a la pobre mujer todo se le estaba saliendo por los orificios nasales o ni siquiera le entraba porque estaba toda ahogá con la lengua. Anda que ya te vale, Inma, ya te vale!

En fin, que mi exitosa intervención onírica de primeros auxilios al final se quedó en vil chapuza. Estaba yo tan orgullosa de mí misma cuando desperté del sueño, y luego me quedé superchafada!

Lo único que me consuela es que estoy segura de que en la realidad si me pasara sé que me pondría a chillar inmediatamente y no sería capaz de hacer otra cosa. Por lo menos en mi sueño estaba yo segurísima de lo que tenía que hacer y actué como una verdadera profesional… aunque al final resultara que lo estaba haciendo todo mal.

Pero bueno, salvo vosotros, queridos y escasos lectores… quién se va a enterar?

lunes, 7 de diciembre de 2015

Islamófoba y rumanófoba... a mucha honra (2ª parte)

Abro este nuevo post como continuación del anterior del mismo título, a raíz de los comentarios de un lector que me han parecido lo suficientemente interesantes como para abrir un debate en torno a este asunto. 

El amigo Daniel tenía tantas cosas que decirme que no le cabían en una sola respuesta, así que la ha mandado en privado a mi correo personal. Podía haber optado por dividir su discurso y haberme contestado por partes en el blog pero bueno, lo ha hecho así y yo he decidido responderle públicamente en este nuevo post, editando de paso sus argumentos, que me parecen bastante interesantes en general. Espero que no se lo tome a mal. Vamos allá:

1. Hablas de la típica rumana que saca del contenedor no se qué no se cuanto. Yendo a vivencias personales (como tú vas) te puedo decir que el 90% de la gente que veo revolver en la basura de mi ciudad (en los cubos de basura de por la noche) son españoles de pura cepa. No por ello digo “ahí está el TÍPICO ESPAÑOL revolviendo en la basura”, y mucho menos tengo los cojonazos de quejarme porque deje tirada la basura que no coja o no se coma. Porque sí, he visto a españoles comerse hasta peras podridas de la basura, y te estoy hablando de un buen barrio de una ciudad capital. Es más, he visto españoles tirados en medio de la calle durmiendo con un frío de narices y no me quejo porque huelan mal o porque sea ingrato (como tú dices). Y ya no te digo nada cuando voy a mi pueblo y veo a una anciana (española) que conozco de toda la vida teniendo que meter la cabeza hasta el fondo del contenedor para coger comida. Y alguna vez la vi sacar cosas de la basura y no guardarlas, pero lo último que haría en esta vida sería decirle que volviera a poner eso como estaba. No me entiendas mal, quiero una ciudad y un pueblo limpio como el que más, vivo en la ciudad más limpia de Europa y me encanta (y hay rumanos y musulmanes, te lo aseguro).

Mi respuesta: simplemente me es imposible comparar la situación de personas que se ven obligadas a buscar en los contenedores comida para sobrevivir, que naturalmente pasan una vergüenza de la hostia y lo hacen porque no tienen otro remedio para comer, que estas personas a las que me refiero, que cualquiera que me esté leyendo habrá podido observar a plena luz del día removiendo sin ningún pudor no ya los contenedores de basura orgánica, porque pasan olímpicamente de la comida, sino la de plásticos. Ellos buscan básicamente chatarra, porque ese es su negocio y comercian con lo que encuentran. No sienten la menor vergüenza y la prueba está en que lo hacen a cualquier hora y que no les importa que la calle esté empetá de gente. Es simplemente un negocio,  en el que yo no me meto para nada, me parece estupendo que se dediquen a eso, siempre y cuando lo hagan limpiamente y sin dejar todos los desperdicios que no les interesan esparcidos por el suelo.   

2. No es que la entrada se pueda considerar racista o xenófoba, es que lo es (por mucho que digas que eres votante de izquierdas). Dices que aceptas o no aceptas a determinada gente, ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?. Como votante de izquierdas que dices que eres deberías defender la libertad de movimiento de personas dentro de la unión europea. Es muy bonito que la libertad de capitales vaya como la seda, que el dinero vaya de aquí para allá y que las mercancías que necesitamos entren y salgan, pero si se trata de las personas ya ponemos condiciones. Como votante de izquierdas que eres, además, deberías saber cómo está la situación en Rumanía y saber por qué la gente se va de allí y viene a nuestro país (con todo el derecho del mundo). Deberías saber que tratados como el de Lisboa, dentro de lo que viene a ser el mercado interior de la UE, dice claramente que un ciudadano de la UE puede circular libremente por el territorio y no puede ser discriminado por su lugar de nacimiento. Deberías condenar la infinidad de casos en los que eso no se cumple, deberías saber la  enorme barrera que tienen ciertas personas para acceder a un puesto de trabajo simplemente por haber nacido en cierto lugar, cuando (y la ideología a un lado) no debería ser así. ¿Qué les espera a estos?. Piénsalo. Podrás decir muchos casos de rumanos que no trabajen porque no quieran (tal vez sea cierto y tal vez no), pero piensa en toda esa otra parte que por cojones tiene que buscar en la basura. Y piensa cómo a una afortunada, como tú lo eres, le molesta que lo haga.
Y te digo más, hay españoles revolviendo en la basura de otros países. ¿Acaso estos no han participado en conseguir ese modo de vida y de relacionarnos del que hablas, a costa de mucho trabajo, mucha sangre y muchas lágrimas?.

Te lo vuelvo a repetir; es completamente incomparable la situación de quien busca desesperadamente en la basura comida a la de quien hace negocio con la basura como podría hacerlo con la chatarra de un desguace. Y por supuesto me parece estupendo que exista libre circulación de personas en la UE y si me apuras en el mundo entero. Todo el mundo debería ser libre de ir de un sitio a otro a buscarse la vida, repito, siempre y cuando sea capaz de respetar las normas de convivencia y las leyes del lugar al que va. Cuando hablo de los rumanos no me refiero a su estatus legal como ciudadanos de la UE; si en lugar de rumanos fueran catalanes o extremeños y se comportaran igual me parecerían igual de impresentables y también querría que se fueran de mi ciudad. No sé si me explico, que me da igual si son extranjeros o gentuza patria, lo que sé es que no respetan nuestras normas de convivencia y que los quiero bien lejos.

3. Pero vámonos a una situación mucho más simple. Estoy harto, pero harto harto, de ver cómo muchísimos bares dejan bolsas y bolsas enormes de basura tirada por zonas de paseo volviéndolas casi intransitables a causa del puto olor. Qué hacemos con estos?. Como son españoles nos jodemos y nos los comemos con patatas, pero a los otros los largamos?

Oye, el hecho de que mi post vaya concretamente de esos colectivos a los que se refiere no implica que yo no critique igualmente otras actitudes reprobables. De hecho mi blog está plagado de posts críticos con muchísimas costumbres patrias. Existen unas normas y todo el mundo está obligado a cumplirlas, y el que no lo haga debe de ser convenientemente sancionado. Pero tú me estás hablando de una actitud individual, o sea, de gente que en una profesión determinada incumple las normas, mientras que mi post va de actitudes colectivas. Las personas a las que me refiero no actúan de esa forma a título individual sino que se han instalado aquí pero han decidido colectivamente incumplir las reglas y hacer lo que les salga de los cojones. Eso es lo que no acepto y lo que de hecho crea gran conflictividad social porque son comportamientos que la mayoría de la sociedad tampoco acepta. 

4. Y no, no he estudiado algo de historia de España, he estudiado Mucho (por necesidad, por deber y por placer) la historia de España. Pero me dices que llegar hasta donde estamos hoy ha costado mucha sangre, mucho sacrificio… y no sé a qué te refieres. Llegamos hasta aquí por la sangre derramada en las guerras carlistas, en la mal llamada guerra civil española y en el franquismo? Llegamos hasta aquí por los sacrificios realizados en esa dictadura que murió en la cama? Por el engañabobos de la transición? Por las políticas PPPSOE? Por lo putas que lo pasamos con la crisis (unos más que otros)? A qué te refieres. Queda muy bonito dejar una frase como esa pero debe fundamentarse sobre algo.

Pues me refiero a algo bastante evidente, a que llegar a la sociedad actual ha costado siglos de guerras religiosas, revueltas populares y luchas sociales de colectivos (mujeres, homosexuales, etc.) que han ido conquistando derechos fundamentales que ahora vemos con total naturalidad. Me refiero a que llegar a todo eso no ha sido fácil y a que esas conquistas deberían protegerse por encima de todo.
  
5. Y te vuelvo a decir más, la historia de los ciudadanos de este país está marcada por la emigración. Un buen señor, conocedor como nadie de mi tierra, solía decir que no había un asturiano que no fuera o bien hijo de la emigración o bien hijo de la minería. Y, al igual que sucede hoy, no pienses que siempre hemos estado bien vistos.

Lo siento pero creo que en mi post quedaba claro que no tengo nada en contra de la inmigración, sino de determinados colectivos que se niegan a adaptarse al lugar al que emigran. Por suerte no es el caso de los emigrantes españoles que siempre se han regido por la norma básica de "donde fueres haz lo que vieres".  Te lo vuelvo a repetir alto y claro porque veo que no lo has entendido: NO TENGO NADA CONTRA LOS INMIGRANTES. Ese recurso que usa igualmente la derecha y la izquierda, cada una a su antojo, de extender cualquier crítica a un colectivo concreto como crítica general a la inmigración es pura demagogia, es retorcido y malintencionado, y además me jode un huevo. No me gusta la gente que he dicho concretamente que no me gusta, esa y nada más. No tengo nada contra los demás inmigrantes. VALE?

6. Hablando de Albiol dices que lo único que dice es que quiere personas que acepten las normas de convivencia, no delincuentes. No, Albiol vincula la delincuencia directamente con la inmigración (que no la quiere en ningún caso) que es muy distinto. Eso sí es xenófobo y racista. Y no te equivoques, de atrevido nada, ha llegado un punto en el que lo raro y valiente es no despotricar contra rumanos, gitanos y musulmanes. Déjate de políticamente correcto. No hay más que ver todas esas conversaciones de bar que se oyen por ahí o como se mira a esas personas.

Albiol hace exactamente lo mismo que haces tú. Usa el descontento contra un determinado colectivo para extenderlo a todos los inmigrantes. Es la misma manipulación que tú pretendes hacer con mi post. Si te miras en un espejo es hasta posible que lo veas a él porque desde ópticas totalmente contrarias usáis la misma táctica tramposa y, perdona que te lo diga, asquerosa.

7. Después hablas de que siglos de guerras religiosas y de revoluciones ha costado conseguir vivir en una sociedad laica, y es cierto. Comparto gran parte de lo que dices, criticaré contigo desde el nacionalcatolicismo de Franco hasta los cientos de millones de euros que se dan a la iglesia. Pero no exigiré a nadie se quite una cruz del cuello ni prohibiré los cinturones con la bandera de España o los tatuajes de Jesús. La religión, creo, debería practicarla cada uno en su casa como quiera, pero de ahí a prohibir o exigir que se vistan de una u otra manera hay un trecho.

A diferencia de ti no tengo nada de esto definitivamente claro. No sé dónde deberían estar los límites de la libertad de expresión, en este caso religiosa. Creo que es un debate que en Francia se abrió hace tiempo y que es muy dífícil de abordar. Entre la postura de la extrema derecha, que es la de cerrarse en banda a cualquier tipo de expresión que se salga de la cultura cristiana tradicional, y la de la izquierda más acomplejada, de aceptar absolutamente todo y tragar con lo que le echen con el argumento ese del respeto a la diferencia, hay muchos términos medios y debería de ser el sentido común el que terminara primando al dilucidar todo esto. 

Reconozco que yo soy bastante radical y mi aversión a las religiones me pierde. Te doy la razón en que puede que sea demasiado extremista en mis planteamientos de prohibir absolutamente toda manifestación pública religiosa. Por eso me alegro de no tener que ser yo la que decida y me gustaría que gente con un poco más de moderación usara ese bendito sentido común para tomar este tipo de decisiones sobre velos, crucifijos y demás parafernalia beateril  que yo aborrezco hasta la náusea.

8. Hablas de un artículo publicado en El País (habría que empezar por poner en duda cualquier cosa publicada en ese diario) y dices que los musulmanes educan a sus hijos en el rechazo a la sociedad cristiana. No sé si es así, lo que sé es que a la inversa sí pasa. Y no en España, en todo el mundo occidental.

“De resultas de lo cual el resto de la sociedad, la gente que no se puede permitir la paternidad, trabaja para pagar ayudas sociales que mantengan a todos esos críos que además serán educados por sus madres en el rechazo absoluto a esa misma sociedad que les está manteniendo. Manda huevos!!!!” Este fragmento es tan sumamente tonto que no sé ni que decir de él. Yo no tengo hijos porque no me lo puedo permitir, pero te estoy pagando el sueldo a ti porque trabajas en un cargo público (es un supuesto, no me refiero a ti personalmente) para que encima te lo gastes en copas por ahí mientras yo no puedo alternar ni un día. Es ridículo.

En fin, iba a escribir bastante más porque bastante más tengo en la cabeza, pero he empezado a escribir llegando hasta aquí del tirón y creo que ya está bien. No sé ni si podré dejar un comentario tan grande o si, al no haber revisado ABSOLUTAMENTE NADA de lo escrito, se entenderá mínimamente (por ello te pido perdón). De todas formas es un tema que da para una larga laaaarga discusión, aunque me temo que un blog no es el medio más adecuado.

Un saludo!

Lo de las madres musulmanas que educan a sus abundantes hijos en los preceptos más conservadores no me lo he inventado yo. En Francia y en Gran Bretaña, a raíz de toda esta historia de islamistas que proceden de la segunda o tercera generación de inmigrantes, es un asunto bastante estudiado. Y las conclusiones son claras, y además totalmente lógicas: muchas de esas mujeres, que ni siquiera se han molestado en aprender la lengua del país que las ha acogido y que proceden en un porcentaje importante de zonas rurales muy conservadoras y tradicionales, no van a educar a su prole en los principios de la liberté, egalité y fraternité, que les son totalmente ajenos.

Y lo de que somos nosotros los que educamos a nuestros hijos en el rechazo debes de estar de coña. No sé qué clase de gente conocerás tú, pero tanto yo como toda la gente con la que me relaciono hemos educado a nuestros hijos en el escrupuloso respeto a lo diferente y en la idea de que la multiculturalidad es buena. Y antes de que llegaran los peperos había una asignatura, que era Educación para la Ciudadanía, en la que se hacía bastante hincapié en este asunto.

Creo que estás bastante despistadillo sobre quién es aquí el que rechaza a quién. Las políticas de integración están ahí, en Francia llevan más de 40 años aplicándolas, y ahí ves el éxito: mogollón de jóvenes descendientes de inmigrantes que abrazan la yihab con entusiasmo y que están dispuestos a morir matando por la religión de sus padres. Y en Ceuta tres cuartas de lo mismo. Es terrible reconocerlo pero las bienintencionadas políticas de integración no han servido absolutamente para nada, simple y llanamente porque muchos de ellos no quieren integrarse.

Bueno, y sobre tu argumento último de comparar las ayudas sociales a familias musulmanas con tropecientosmil hijos a los que no pueden mantener con lo de mi trabajo, creo que se contesta por sí solo, pero bueno, te responderé brevemente. Yo cobro por un trabajo que cumple una función social, en mi caso la educativa y cultural. Nunca he vivido de subvenciones y espero no tener que hacerlo nunca, pero por si acaso la vida me putea me he limitado a tener los hijos que creo que soy capaz de mantener por mis propios medios, y no espero que el resto de la sociedad me resuelva la vida porque mi religión me obliga a vivir de subvenciones. Se sea cristiano, musulmán, mormón o mediopensionista, si no puedes permitirte tener 18 hijos no los tengas y punto. Así funcionamos en la sociedad occidental y nos irá mejor o peor, pero desde luego hace tiempo que salimos del medievo. Si hay gente que quiere seguir viviendo en él me parece genial pero en mi casa y a mi costa no. 

domingo, 6 de diciembre de 2015

Islamófoba y rumanófoba... a mucha honra

Paseando hoy a mi perro me he encontrado una vez más a la típica rumana sacando cosas de un contenedor de basura y dejándolas en la acera. Un poco más adelante en otro contenedor que ya había sido saqueado con anterioridad estaba toda la basura esparcida por el suelo. He estado a punto de decirle a la rumana que hiciera el favor de volver a meter la basura que no iba a llevarse en el lugar donde estaba pero luego he pensado que para qué. Probablemente ni me entienda, y además, aunque lo hiciera fijo que pasaría olímpicamente de mí. Seguramente no sería ni la primera ni la última que le haya dicho algo.

Ya me imagino que mucha gente considerará este post racista, xenófobo y facha, pero es que estoy un poco hasta la pipilla de la demagogia que muchos hacen con los temas estos. No tengo ningún complejo de nada de eso; soy votante de izquierdas de toda la vida, pienso que todo el mundo tiene derecho a salir de la miseria y a buscarse la vida donde tenga alguna oportunidad de hacerlo y estoy abierta a todo tipo de intercambio cultural con toda clase de gente. Pero alto ahí! Con gente que respete el modo de vida y de relacionarnos que hemos conseguido, a costa de mucho trabajo, mucha sangre y muchas lágrimas, en esta parte del mundo.

No, no acepto a la gente que rebusca en los contenedores y deja luego toda la basura fuera, mientras que yo y la mayoría de mis conciudadanos hemos estado apartando escrupulosamente en nuestras casas la orgánica de la inorgánica y el cartón del cristal. Quiero que esa gente se vaya de aquí, que los echen y que no vuelvan. Si quieres soy rumanófoba hasta la médula. Pero si mañana me presentas a un rumano que aunque viva de los desperdicios y rebusque en los contenedores luego vuelve a recoger todo lo que sacó y lo mete otra vez en el contenedor, yo a ese señor le tendré todo el respeto del mundo porque tiene derecho a ganarse la vida con lo que puede y le dejan y además no molesta a nadie con su ingrata actividad.

No soy nada sospechosa de ser votante ni simpatizante pepera pero estoy ya pelín harta de la campaña mediática de la casi totalidad de la izquierda en contra de Xavier García Albiol porque el tío se atrevió a decir algo tan simple y tan razonable como que no quería en su pueblo personas que no aceptaran las normas de convivencia básicas y que todos los inmigrantes que se avinieran a aceptarlas eran bienvenidos pero que los que crearan problemas de convivencia podían coger la puerta y largarse. Y ya las voces indignadas saltaron de inmediato, que si islamófobo, que si rumanófobo, que si pollas. Hossstia con lo políticamente correcto, qué asssco!

Pues resulta que si este señor es todo eso yo también lo soy, y a mucha honra. Yo tampoco acepto a esos tipos, no me gusta que ensucien nuestras calles ni que esparzan la basura por el suelo cuando entre todos pagamos por tener unos contenedores y un servicio de recogida de basura que mantenga la ciudad limpia.

Y tres cuartas de lo mismo tengo que decir de la comunidad islámica. Siglos de guerras religiosas y de revoluciones ha costado conseguir vivir en una sociedad laica en la que la religión esté apartada de la vida política e institucional. Y todo el que me conozca y/o me lea de vez en cuando sabe que tengo una lucha a muerte con la presencia de la religión en la escuela y en la vida pública. Siempre he defendido que el que quiera educación religiosa para sus hijos que se la pague de su bolsillo, nada de conciertos con el estado ni pollas; los vicios que se los pague cada cual, que las ayudas públicas no están para eso, y yo las copas me las pago. Y si no bebo agua.

Y de la misma forma abomino de la excesiva presencia de símbolos religiosos en las instituciones. No quiero crucifijos ni santos ni en las escuelas ni en los ayuntamientos ni en las universidades. El que quiera practicar una confesión religiosa que lo haga en su casa, en su parroquia, en sus lugares de culto, en sus reuniones familiares o donde le salga de la polla, pero no en los espacios comunes que son de todos.

Y si llevo luchando por eso toda la vida, cómo coño no me voy a indignar al ver a una gente de otra religión que de repente pretende ocupar los espacios públicos con sus símbolos y sus rituales. Que consideran imprescindible que ellas lleven prendas que las distingan de las demás mujeres para ser claramente identificadas por su religión, y que ellos adapten también una fisonomía adaptada a lo que consideran que su credo les obliga. O sea, que no quiero hábitos de monjas en la calle pero tengo que soportar velos y niqabs y burkas?? Y una mierda! Si para mí la religión es un cáncer social, igual que los nacionalismos, las dos cosas que más daño han hecho a la humanidad en toda su historia, cómo voy a admitir eso, por favor?

Y no me refiero ya ni a los radicales o a los violentos, que esos por supuesto son claramente condenables y está hasta mal visto no hacerlo. No, yo estoy hablando de los supuestamente moderados, pero que también son gente que viven por y para su religión, que la llevan por bandera constantemente y que pretenden hacerla presente de continuo para el resto de la sociedad.

Hoy leía un artículo en El País que me ha puesto los pelos de punta. Era sobre Ceuta. Resulta que allí la población cristiana (o laica) es cada vez más reducida porque los musulmanes se reproducen a un ritmo cuatro veces superior y van ganando terreno por momentos. Y no pasaría nada si esa gente se acoplara al modo de vida de la sociedad a la que pertenecen. Pero no, ni de coña. Ellos educan a sus hijos, a sus patuleas de hijos, en el rechazo a esa misma sociedad. Mientras el resto de la gente tiene los hijos que puede permitirse tener según sus posibilidades económicas, ellos se niegan a acogerse a ningún tipo de planificación familiar y tienen todos los hijos que Alá les mande, tanto si pueden mantenerlos como si no. De resultas de lo cual el resto de la sociedad, la gente que no se puede permitir la paternidad, trabaja para pagar ayudas sociales que mantengan a todos esos críos que además serán educados por sus madres en el rechazo absoluto a esa misma sociedad que les está manteniendo. Manda huevos!!!!

Y rechazar eso es ser islamófobo, no? Pues vale, yo islamófoba hasta la médula. Y rumanófoba también. Y xenófoba. Y todo lo que queráis. Porque vivo en una sociedad, con toda la hipocresía y la miseria y la corrupción y los defectos que se os antoje, pero que me gusta. Me gusta su progresivo laicismo, me gusta que podamos echar a los políticos que no nos gustan cuando queramos, me gusta que les podamos pedir cuentas de su gestión, me gusta que podamos divorciarnos, abortar, casarnos y descasarnos con cualquiera del sexo que nos dé la gana, votar y desvotar, manifestarnos, chillar, patalear, denunciar a la administración, ir a los medios a poner verde a quien sea... Quiero esta sociedad, que es la más libre y desarrollada que hasta la fecha se ha conocido jamás.  Y no quiero ni una sola marcha atrás; al revés, quiero que sigamos evolucionando hasta conseguir no ver un solo crucifijo en un aula ni un solo velo.

Y no, no soy racista ni nunca lo he sido. Los chinos me encantan, quiero que vengan más y que nos sigan trayendo sus cosas. Son gente que viene, que vive a su bola pero que no incordia con su estilo de vida ni trata de imponérselo a nadie. Vienen a ganarse el pan, practican su religión, si la tienen, en sus casas, y sus niños además son estupendos estudiantes que igual algún día son grandes lumbreras patrias. Quiero que tengan todos los derechos del mundo, sanidad gratuita, educación, dependencia, pensiones... Porque son ciudadanos como cualquier otro y deben tener acceso a todo lo que tenemos los demás. Y lo mismo digo de los sudamericanos o de los de la Europa del este que vienen a buscarse la vida honradamente. Y de los rumanos que no crean conflictos y pretenden una vida normal. Y, si es que existe alguno, de los musulmanes que practican su religión en la intimidad sin necesidad de andar todo el día haciendo proselitismo de ella.

Al resto no los quiero por aquí. Exactamente igual que García Albiol, al que alabo por su valentía, por mucho repelús que me den los peperos, que me lo dan. Y además no me extraña nada que en su pueblo le votara la gente masivamente. Si resulta que hay un grupo étnico o religioso o deportivo o lo que sea que está creando problemas en una comunidad y alguien se atreve a levantarse y a decirlo alto y claro, y encima le tachan de xenófobo y de todo tipo de barbaridades, yo también le votaría.

Ya está bien de gilipolleces, hombre. Que una cosa es ser buenos y acogedores y estar dispuestos a recibir con los brazos abiertos a todas las culturas del mundo e incluso a mezclarnos genéticamente con ellas (qué bonitos son algunos mestizajes, por cierto) y otra muy distinta que tengamos que aceptar todo y tragárnoslo todo.

Con dos cojones, Inma islamófoba y rumanófoba a muerte. Hala, y ya podéis despotricar.

sábado, 5 de diciembre de 2015

El guarro

Hay en mi trabajo un tío que es guarro no, lo siguiente. No es que huela mal porque tenga algún problema o algo así, que hay gente que tiene una enfermedad y no es culpa suya. No, el tipo este es que no se cambia de ropa en toda la semana, de lunes a viernes!!!! Todos los días va con la misma!!!!! Generalmente un polo azul marino de éstos megasufridos que sirven para disimular la mierda que tienen encima. En invierno o en verano, da igual que estemos a 0 grados que a 40, él no se cambia en toda la semana. Os podéis imaginar el cantazo que da el colega. En verano es algo realmente espeluznante.

Recuerdo una vez que se ofreció a llevarnos a unos cuantos a casa. Pleno verano, no olvidaré la fecha exacta, 27 de agosto de 2002 (iba a una celebración familiar y llegué blanca como la pared, toda descompuesta), 42 grados a la sombra, jueves o viernes, el polo del tipo ya de un color indefinido, entre el marrón mierda y el negro. A mí me tocó ir detrás de él. Madre mía, sin aire acondicionado, él con la ventanilla abierta, sin ventanilla trasera, el alerón del tío al aire y ese viento que echaba para atrás justo hacia mis fosas nasales el nauseabundo olor de sus sobacos. No he estado más cerca de morir de asco en  la vida, si no morí aquel día lo mismo ya ni me muero nunca. 

Ni que decir tiene que me juré que una y no más, santo Tomás. Prefiero ir andando mil veces de Rabanales a Córdoba a la pata coja que repetir la terrorífica experiencia.  Solo de pensarlo me traspongo casi al borde del desmayo.

Le cuento todo esto a un amigo y me dice que lo que le sorprende es que nadie le haya dicho nunca nada. La verdad es que somos un poco gilipollas con el tema este, porque los que cumplimos con las normas básicas de higiene personal no deberíamos sentir vergüenza por llamar la atención a alguien que no las cumple. Deberían ser ellos los que se avergonzaran y se sintieran mal. Sin embargo aunque todo el mundo habla de esto a sus espaldas, incluída yo, y procuramos no acercarnos demasiado a él, nadie hasta el día de hoy ha sido capaz de decirle nada al tío este.

Y no lo entiendo, porque igual que le decimos a la gente que nos molesta cuando hace ruido o cuando llega tarde o cosas así, no sé por qué cuesta tanto decirle a alguien que se lave y que se cambie de ropa, que huele a zorruno que te cagas. 

Y me gustaría hacer una consulta popular a través del blog planteando una serie de cuestiones peliagudas sobre el asunto este que han despertado mi interés:

- Es de mala educación decirle a alguien que es un guarro?

- Qué es de más mala educación, ser un guarro o decirle guarro a un guarro?

- Le habéis dicho alguna vez a alguien que era un pedazo de marrano?

- En caso afirmativo, cómo se lo habéis dicho, directamente o pegando tironcillos a lo Gila?

- Cómo se lo ha tomado el cochino en cuestión?

- Habéis tenido éxito y ha corregido su actitud o ha pasado olímpicamente?

En fin, como me imagino que éste no es el único guarro del mundo, espero ansiosa alguna respuesta, a ver si alguien me saca de dudas. Sé que al final no seré nunca capaz de decírselo directamente por ese extraño pudor que da tratar este asunto pero cualquier idea ingeniosa para combatir la marranez de este sujeto será bienvenida.

Ahora que lo pienso sí que hay algo que podéis hacer por mí. Podéis difundir este post a través de las redes sociales, el correo y todos los medios a vuestro alcance a ver si le llega al tipo en cuestión. Y si no le llega a él igual sí le llega a otro guarro de la misma calaña que se dé por aludido. Tal vez, aunque no me ayude directamente a mí, sí podamos hacer entre todos algo por alguna otra persona que esté padeciendo esta misma lacra.




viernes, 4 de diciembre de 2015

Mujeres, hombres y viceversa (Otra vez)

Me escribe un lector un tanto mosqueado por mi crítica de la película “Alfie”*. En resumidas cuentas, viene a decirme que esta sociedad pazguata ha terminado confundiendo la igualdad de derechos con la igualdad de sexos, y que no deja a los tíos ser tíos y  a las tías ser tías y que si cada uno funcionáramos como somos nos iría mucho mejor.

Le contesto que estoy totalmente de acuerdo, que es un hecho claro que los hombres están diseñados para ir por ahí esparciendo su simiente y las mujeres para seleccionar entre todos los machos al macho alfa que crea que mejor podrá protegerla a ella y a su prole. Y esto es así, y nuestro distinto comportamiento sexual es un claro reflejo de este hecho biológico, por más que esta sociedad absurda intente que obviemos esta realidad y nos convirtamos los unos y los otros en lo que no somos con el rollo de lo de la igualdad de derechos, que no tiene nada que ver con esto.

Y para demostrarle a este muchacho mi acuerdo total con su filosofía le paso unos cuantos enlaces de mi blog en los que he tratado este tema con anterioridad. Pero como la conversación me ha parecido lo suficientemente interesante he decidido, como hago siempre que algo me parece importante para discutirlo, traerlo al blog.

A ver, amigo filmaffinitero, partiendo de la base del hecho biológico en el que los dos estamos de acuerdo, convendrás también conmigo en que la realidad social es que ni tú pretendes ir preñando por ahí a todas las tías con las que te acuestes ni yo ando por ahí buscando a un macho alfa que me mantenga a la prole porque además yo sola me las apaño bastante bien para mantenerla.

(Breve inciso: creo que es obligado aclarar que con esto no quiero decir que no esté abierta a la posibilidad de que alguien se preste a liberarme de la ingrata obligación de ganarme el pan con el sudor de mi frente y esté dispuesto a mantenerme de por vida con un nivel que me permita llevar a cabo distintos proyectos interesantes que tengo in mente. No quisiera espantar a ningún voluntario que pasara por aquí y se sintiera rechazado de entrada. No, que conste que estoy abierta, vale?)

Y una vez aclarado este espinoso punto continúo con mi tesis. La cuestión es que nuestro diseño biológico tiene que adaptarse a la realidad social evidentemente. Y esto, amigo mío, te obliga a algo que tal vez como macho alfa pueda repugnarte, que es a hacer exactamente lo que las hembras de la especie te pidan para poder llevar a cabo tu proyecto de esparcir tu simiente. Es decir, que si tienes que regalar la oreja a las tías y babosear como un cerdo, si de verdad quieres tener éxito en tu propósito, tienes que hacerlo y punto. Piensa que el fin justifica los medios y esto es así desde que el mundo es mundo.

De la misma manera que nosotras estamos obligadas a arreglarnos y a estar vistositas y monas para que el macho alfa se fije en nosotras y no pase de largo cuando ronde por nuestro territorio. Y esto te puedo asegurar que es un puto coñazo; que si depilación, que si deporte, que si una alimentación sana, que si un pastizal en cosmética, en peluquería, en ropa interior, en gimnasio... Pero hay que hacerlo y punto. Y la mayoría de las tías lo hacemos sin quejarnos.

Lo que no podemos es ponernos tiquismiquis con nuestras obligaciones como especie. Si hemos de cumplir con el mandato biológico tendremos que hacer concesiones a este tipo de gilipolleces y fingir que creemos en cosas como el amor y todo eso. Ya, ya sabemos que no es amor, que el amor romántico es un invento relativamente reciente; que es un simple mandamiento de la madre naturaleza para garantizar la supervivencia de la especie, pero es totalmente imprescindible que esto lo disfracemos de amor, de seducción o de lo que sea, porque si no, no funciona.

Y si vas por la vida en plan Alfie te digo desde ya que no te vas a comer una rosca jamás. O que solo te las comerás con las tías más desesperadas del planeta, que no son precisamente aquellas en las que tú quieres esparcir tu simiente. Si quieres acceder a otras tías tendrás que trabajártelas exactamente como ellas quieran que te las trabajes. Ten en cuenta que el que quiere follar a mansalva en plan semental eres tú; nosotras no tenemos esa necesidad imperiosa, sólo queremos que tú nos asegures que eres bueno para nosotras y para nuestra descendencia. Si lo eres estaremos dispuestas a dejarnos inseminar por ti pero si te pones chulo y pasas de llevar a cabo el obligado cortejo como dios manda, pues adiós, macho alfa.

Y esto es así de duro y de real. Te pongas como te pongas no puedes ir claramente de Alfie por la vida. Tendrás que disimular al máximo tu condición y sucumbir a las exigencias de la sociedad actual, a la espera de que las cosas cambien a tu favor con los años o que al menos tus descendientes puedan disfrutar de un mundo que se adapte un poco más a tus aspiraciones y a lo que tú entiendes por un cortejo a lo macho alfa.

Y punto pelota.

* http://malostiemposparalalrica.blogspot.com.es/2015/12/alfie-by-lewis-gilbert.html

martes, 1 de diciembre de 2015

Pitufa Encantada de la Vida

Como últimamente no paro de escribir en este blog anécdotas sobre mi faceta de Pitufa Gruñona, que puede parecer la más característica de mi persona y la que mejor me define, hoy he decidido redactar un post compensatorio contándoos lo que es para mí un día perfecto. Como el que me estoy pegando hoy, por ejemplo. Y de paso le pongo los dientes largos a más de uno y más de dos, que siempre da mucho gustirrinín, jeje.

Un día perfecto requiere, para empezar, haber dormido como un angelito y, sobre todo, no madrugar. Ningún día perfecto puede empezar a las 6 ni a las 7 ni a las 8 de la mañana. El día perfecto, como el mío de hoy, ha empezado casi a las 10.

(Breve inciso: Diciembre es un mes idóneo para mí para vivir días perfectos porque como he sido muy buena todo el año, me quedan algo así como tropecientos días de asuntos propios y puedo permitirme vivir muchos días perfectos. Como además también me sobran megacientas horas de trabajo, incluso cuando tengo que ir al curro mi jornada ni siquiera llega a las 6 horas; casi un paseíto, vamos. Y encima paga extra a mediados de mes. Toma ya! No en vano es uno de mis meses favoritos del año a pesar de que con el frío la gente está muchísimo más fea y hay que soportar un montón de horrores estéticos alrededor. Pero bueno, para compensarlos está la Navidad, que es una fiesta que siempre me ha encantado. Es un mes casi perfecto. Si no fuera por el frío y la fealdad circundante, las narices enrojecidas y los mocos, sería sin duda mi mes favorito.)

Bueno, sigamos con mi día perfecto. Como decía, me levanto a eso de las 10 y doy un pedazo de paseo con mi Manolo. La perfección aún se perfecciona más, si cabe, por el hecho de que es día laborable y todo el resto de la gente está trabajando, mientras yo me limito a vaguear y a dar vueltecitas con mi perro palpando lo que un tertuliano de tres al cuarto podría llamar "el pulso de la calle".

Y después del paseo, regodeándome observando trabajar a todo el mundo mundial mientras yo me entrego al ocio más cochino, insultante y descarado, vuelta a casa y desayuno homenaje en mi terraza, al solecito de la mañana. Desayuno de reinas, por supuesto: puñaíto de frutos secos, pan con tomate y jamón, té con leche y algo de fruta de postre. A este cuerpo serrano hay que darle cositas ricas y de calidad. Y mi Manolo a mis pies recibiendo un poco de jamoncito en agradecimiento a su lealtad perruna y a su amor incondicional.

Luego para echar abajo ese pedazo de homenaje nutricional un ratito de baile. Música a to pastilla. Es martes y no molesto a nadie así que puedo poner el volumen a tope. Y a bailar como una loca. Y sin escoba en mano, como hacía cuando era asquerosamente pobre, porque ayer vino la asistenta y la casa está como los chorros del oro. Bailandooooooo, me paso el día bailandooooooo, la cocktelera agitandooooooo llena de soda y vermúuuuuuu! Oleeeee días de asuntos propios. Me río del mundo. Yo, me, mí, conmigo.

Y después de ese ratito de desfogue musical... el relax, la calma. Momento terraza, momento prensa, momento lectura; y para culminar la mañana, momento "voy a escribir un post aquí sentada al solecito para contarle al mundo lo agustísimo que estoy y el golpe de felicidad brutal que estoy teniendo ahora mismo. En definitiva, voy a dar un poco de envidia al personal y a regodearme en ello". Porque claro, así estos días se gozan mucho más, si no se cuentan no es igual. Es como decía Dominguín de lo de follar.

Sí, amigos, hoy no he madrugado y vosotros sí. Hoy he dado un largo paseo con mi perrillo, que por cierto, ha cagado dos veces con sus correspondientes vueltas rituales. Hoy he desayunado como una emperatriz. Hoy he bailado como una loca. Y hoy estoy aquí tan ricamente sentada mientras el sol calienta mis miembros y mi espalda, con mi sombrerito convenientemente encasquetado para que no me dé el sol en la cara, mi cervecita bien fresquita al lado, y la maravillosa sensación de ser la tía más feliz y más afortunada del mundo. Y VOSOTROS ESTÁIS TRABAJANDOOOOOOOO!

OLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

Firmado: Pitufa Encantada de la Vida.

Ps. Por si alguien me desea algún mal tras la lectura de este post, que la envidia es muy así, que sepa que me he hecho la pirámide antes de escribirlo y que todo lo que me desee le va a rebotar. No creeréis que escribo estas cosas a pelo y sin ningún tipo de protección.