viernes, 28 de octubre de 2022

Para los fans curiosones ahí van mis contestaciones

Me pregunta un compañero del curro (el mismo que me preguntaba por Rociito), entusiasta lector de mi blog, que por qué no me presento al certamen de relatos que organiza la institución en la que trabajo. Es algo que ya me ha preguntado antes otra gente, al igual que me han animado a escribir cuentos, incluso novelas... en fin, teniendo en cuenta que los que lo hacen me aprecian como escritora, cosa que valoro y agradezco, creo que les debo una explicación.

Para mí este blog es un hobby. Nunca he pretendido que sea otra cosa ni se me ha pasado por la cabeza dedicarme en serio a escribir, con todo lo que eso conlleva: disciplina de trabajo, tiempo del que no dispongo... etc.  Pude fantasear en mi juventud, como mucha otra gente, con ser escritora profesional, pero luego tomé decisiones que me llevaron por otro camino, y puedo decir que hoy en día tengo un trabajo que me gusta muchísimo, que me permite vivir bastante bien de acuerdo a mis necesidades, que no son muchas, y que en general llevo una vida que podría describir como privilegiada. Lo de la escritura podría haber sido una frustración personal si no fuera porque tengo mis dos blogs y eso me permite desarrollar esa faceta mía creativa sin ningún tipo de agobios ni presiones. Escribo cuando quiero, cuando tengo algo que contar, cuando dispongo de tiempo y cuando me apetece. Y es lo que me hace feliz, que no suponga ninguna carga ni obligación. Eso es precisamente lo que me gusta.

No participo en certámenes de relatos y cosas así porque, para empezar, no soy buena escritora de ficción. Mi espíritu crítico y, sobre todo, autocrítico me impide ponerme a escribir mierdas. Y reconozco que no tengo talento para eso. Sí lo tengo, por ejemplo, para el periodismo. Creo que habría sido una gran articulista si me hubiera dedicado a ese oficio. Pero bueno, ya digo que mi blog me quita ese gusanillo. No necesito más. Aunque igual la vida en algún momento me sorprende y lo termino haciendo ya cuando vaya con bastón, si es que llego. Vete a saber, la vida da tantas vueltas! Pero vamos, que hoy por hoy mi lema vital es muy sanchista, no es no.

Es lo mismo que la cuestión laboral. También este mismo compañero, que es bastante curiosón como podéis comprobar, me inquiere sobre un posible ascenso en el trabajo. Parece ser que se habla, se rumorea, etc., que podría aprobarse en mi Universidad una nueva categoría a la que, por mi formación académica, yo podría acceder. La verdad es que tengo 0 interés. Muy fácil y muy tirado me lo tendrían que poner, en caso de que eso se aprobara finalmente. Por qué? Pues porque yo he llegado en mi vida profesional al absoluto Nirvana. Lo dicho, tengo un trabajo que me encanta y un sueldo más que suficiente para mi estilo de vida. No voy muy sobrada pero jamás he estado en números rojos. Y para lo que son los tiempos que corren me puedo dar con un canto en los dientes. Mis necesidades vitales están más que satisfechas, y encima el summum de los summumes, trabajo a diez minutos andando de mi casa. Hay días que en el rato del desayuno saco a pasear a mi perra. Quién da más? Nadie.

Me siento supervalorada en la biblio. También creo que me lo curro bastante, pero al ser un trabajo que me gusta no me cuesta nada. Soy completamente feliz en este lugar, y en mi vida en general todo transcurre tan peligrosamente balsámico que me da hasta miedo. Ya sabéis que siempre pienso que la tragedia está a la vuelta de la esquina, y cruzo los dedos. No cambiaría mi vida actual por nada en el mundo. Si tuviera la posibilidad de ascender en mi trabajo y cobrar más prácticamente por la cara y sin cambiar de sitio, por supuesto que lo haría. Tampoco soy imbécil. Pero si tuviera que hacer algún tipo de esfuerzo más allá de compulsar unas cuantas fotocopias o si hubiera la menor posibilidad de que me trasladaran a otro sitio, palabrita, ni por mil euros más ni por dos mil ni por cuatro mil. No es no, y punto. No me compensa la pasta. 

Así que ésa es la situación y aquí están mis explicaciones. Seis puntos básicos, para resumir:

1. No voy a dedicarme a escribir otra cosa distinta a lo que ya escribo. 

2. Me siento plenamente satisfecha con mi vida tal y como está.

3. Me importa medio pimiento que se cree nueva categoría laboral o se deje de crear.

4. No voy a hacer ni medio curso inútil y absurdo para engrosar mi curriculum.

5. Tener mi curro a diez minutos de casa es el mayor lujo que nunca pude imaginar. No tiene precio.

6. La vida es bella y de aquí no me echan ni con agua hirviendo.

viernes, 7 de octubre de 2022

No voy a hablar de Tamara, pues la actualidad no para

La verdad es que estaba pensando en escribir un post sobre el caso Tamara-Íñigo Onieva (Íñigo Loniega, como lo llaman en la crónica rosa de JLo) cuando de repente empiezo a oír hablar por todas partes del caso de la residencia estudiantil para pijos que ha sido declarada públicamente como el horror de los horrores de la violencia machista. Y no, no me he podido resistir. 

Qué queréis? Me puede. Yo veo a Ángels Barceló o a Julia Otero terriblemente escandalizadas, con un ataque de ofendidismo feminista agudo y, lo confieso, es como si me pusieran un cohete en el culo. Allá voy como las motos.

Bueno, supongo que estaréis al tanto. Resulta que se han difundido unas imágenes de unos tíos chillando desde un colegio mayor y llamando putas y ninfómanas a las tías de la residencia de enfrente. En principio sólo sale este vídeo y, claro, es como una berrea humana. Ahí un montón de tipos más salidos que el pico una plancha soltando barbaridades, que si os vamos a follar a todas, que si tal que si cual. Da bastante repelús, la verdad.

Bueno, que salen el presidente, todas las ministras, Echenique (sí, el de "chúpame la minga Dominga"), toooooooda la fauna feminista de siempre a poner el grito en el cielo. La violencia machista, intolerable, esos potenciales violadores, esa manada de bestias pardas... en fin, lo de costumbre que suele acompañar a este tipo de historias.

Pero luego sale la segunda parte del vídeo, y ya es cuando te quedas to loquísima, porque en él aparecen las muchachas del colegio mayor de enfrente chillando ellas también a los potenciales violadores, y no parecen estar muy enfadadas ni ofendidas que digamos, sino que yo diría que están participando de la juerga bastante activamente y que se lo están pasando francamente bien.  Yo diría incluso que están burlándose de ellos y retándolos. Probablemente los niñatos estos de familias ricas que viven en residencias estudiantiles carísimas, normalmente de alguna congregación religiosa, tienen estas extrañas formas de divertirse.  Bueno, por mi parte no hay problema, yo los dejaría tranquilamente disfrutar de sus gilipollescas tradiciones hasta que se extinguieran como especie de forma natural.

En fin, de inmediato la prensa en pleno se planta en la puerta de la residencia de las pijas y éstas son interrogadas al respecto. Cómo se sienten, qué les parece que los vecinos de la residencia masculina les suelten todas esas perlas que tanto han indignado a la opinión pública y a las autoridades competentes. Las pijas, bastante flipadas por el revuelo que se ha montado, dicen que es una especie de ritual que se realiza todos los años, que los de enfrente son amigos, que se conocen y que ellas no se sienten en absoluto agredidas ni insultadas ni nada de eso. Que todo este asunto se ha salido de madre y que no entienden el follón que se ha organizado.

Por su parte el director del colegio masculino sale a dar explicaciones. Que él no sabía nada de nada, que se tomarán las medidas pertinentes y serán expulsados los responsables. Al final creo que han expulsado al que empezó la algarada y poco más. Como no podía ser menos, la fiscalía interviene de oficio y procede a investigar los hechos como... oh, cielossssss, posible delito de odio. Sí, flipad. Este tipo de actuaciones no se pueden consentir y hay que proteger a esas muchachas del salvajismo machista de esos energúmenos. Escándaloooooooo, es un escándaloooooooo!!

Escucho por la tarde en "Julia en la onda" a la susodicha afirmar que aunque las chicas no se sientan agredidas el resto de la sociedad tiene que hacerles ver la clase de violencia que han padecido sin ser ellas conscientes. Hay que abrirles los ojos para que se den cuenta de que son víctimas. No importa que ellas piensen que eso era un juego y estuvieran disfrutando tanto como ellos. Julia y toda la gente biempensante de moral intachable considera que eso es intolerable y punto.

El pobre Juan Soto Ivars, que está esa tarde en la tertulia, como siempre en franca minoría, intenta hacerle entender que un rito debe ser leído dentro de su propio código, es decir, que aunque a la gente que no participa en él le pueda parecer absurdo, incluso inmoral, quien está dentro de ese código juega con sus propias reglas. Pone como ejemplo los niños que juegan a policías y ladrones y hacen como que se pegan tiros y se matan. O a indios y vaqueros. O a médicos y enfermeras. Vamos, que no es frecuente que un chaval sea un asesino porque le guste mucho jugar a policías y se infle de disparar y "matar" a sus amigos. Nada de eso convence a Julia ni al resto de contertulios. Esto es ofensivo, esto es inmoral, esto es machista, esto es inaceptable, por muy ritual que sea. Y a esas muchachas hay que sacarlas de su grave error al admitir como normal esa clase de trato vejatorio.

Para Ivars éste es un juego acordado en el que los participantes de ambos bandos ponen sus reglas y las aceptan.  Se han puesto de acuerdo para intercambiar palabras soeces, agresivas en cualquier otro contexto, pero no en éste en el que hay un pacto entre los jugadores. Las chicas defienden a sus amigos no porque sean unas pobres víctimas alienadas sino porque estaban de acuerdo con ellos en llevar a cabo este ritual, que a mí me puede parecer y de hecho me parece de perfectos imbéciles, pero que a ellos les parece superdivertido. No creen hacer daño a nadie, y ciertamente no lo hacen, porque es algo que se repite todos los años y, que se sepa, nadie ha agredido ni violado a nadie a consecuencia de esto. Pues nada, son unas víctimas de violencia machista, tanto si quieren como si no. 

El hecho de que ellas mismas hayan grabado esos vídeos, al igual que ellos los de las chicas chillando al otro lado, y de que año tras año los cuelguen en sus redes sociales y tengan un montón de likes unos de las otras y viceversa no parece importarle a nadie.

Justamente hoy, mira por dónde, ha entrado en vigor la polémica ley conocida como del "sólo sí es sí". Ya sabéis: "hermana, yo sí te creo", mujeres empoderadas, mujeres que sabemos lo que queremos, que no admitimos que nos digan lo que tenemos o no que hacer. En fin, eso, que sólo sí es sí. Salvo que el sí sea a algo que a mí no me guste, claro. Entonces me importa un pimiento si dices sí o si dices pollas en vinagre. Me importa un huevo lo que digas, lo que repitas, lo que pienses y lo que sientas. Y si yo digo que te tienes que sentir como una víctima te callas y te sientes como una víctima. O qué coño te habías creído, so niñata de mierda??