lunes, 31 de octubre de 2016

Don Quijote Sánchez

Si mi amiga la abstencionista sanchista hubiera visto ayer la entrevista que Jordi Évole le hizo a Pedro Sánchez se le habría caído el coño a pedazos de gustirrinín. Pero sospecho que no lo debió de ver cuando no oí sus gemidos de placer a través del guasap.

Con la que sí estuve comentando las jugadas más interesantes fue con mi hija:

- Mamá, estás viendo al Évole?

- No pierdo detalle.

- Y qué te parece?

- Que Sánchez es muy guapo y con una fotogenia envidiable.

- Me refiero a lo que dice.

- Que tiene más cuento que Calleja y que miente más que habla.

- Pos a mí me convence.

- Añado: además de guapo y fotogénico, es convincente.

- Y me da penita.

- Pues entonces objetivo cumplido. A mí en cambio me dan mucha más pena todos aquéllos a los que está acusando directamente de su desgracia, que son mucho menos guapos y convincentes que él, y que hagan lo que hagan, nadie se va a creer nada de lo que digan.

- Es fácil de creer, siempre ganan los poderosos.

- Ya, y seguro que no tiene nada que ver el hecho de que la gente siga votando a mansalva al PP y que en cambio a este tío cada vez lo ha ido votando menos gente.

- Pero es que dice que estaban detrás los del Ibex.

- Sí, por lo visto acaba de descubrir que hay empresarios a los que no le gustan los de Podemos ni los independentistas. Una gran sorpresa que habrá dejado a todo el mundo con la boca abierta.

- Y lo que dice de El País? Que le presionaron para que se abstuviera?

- Otra gran sorpresa. Porque siendo El País un diario de línea editorial independentista que leen con devoción todos los independentistas de España es rarísimo que no prefiriera un gobierno pactado con ERC y Bildu a uno del PP.

- Entonces tú no te lo crees?

- Yo lo que creo es que el tío este tiene más cara que espalda, y además una cara la mar de guapa que le ayuda mucho. Porque nunca le vi quejarse de los poderosos cuando El País tomó partido descarado por él frente a Madina. Ni cuando El País iba a saco contra Podemos para intentar evitar el sorpasso.  Ni cuando El País defendió a capa y espada el pacto con Ciudadanos. Ni cuando El País le ayudó a "blanquear" el golpe contra Tomás Gómez en Madrid para colocar a Gabilondo. Cucha qué casualidad que le han empezado a preocupar los poderes que hay detrás de El País justo desde que el Comité Federal, por cierto elegido por él mismo,  lo ha defenestrado.

- No sé qué pensar.

- Es normal no saber qué pensar cuando alguien habla con tanta convicción. Lo curioso es que con la misma convicción negó por cuatro veces en mayo (también lo sacó Évole) que nadie le hubiera presionado. O que estuviera manteniendo contactos con los independentistas, algo que por fin ayer reconoció abiertamente.

Lo mejor es hacer un poco de análisis crítico del discurso de este tío. Por ejemplo, reconoce únicamente un gran error: decir que Podemos eran populistas. Ahora ya no son populistas, ahora son superguays y son los interlocutores preferentes del nuevo partido que él quiere liderar.  En cambio del hecho de que el PSOE con Rubalcaba, recién terminado el gobierno de Zapatero con todos sus recortes y en el punto álgido de impopularidad del partido, obtuviera más de diez millones de votantes y que con él haya ido bajando ese suelo hasta casi la mitad nasti de plasti. Autocrítica cero. Aquello que dijo en su día de que había que hacer una reflexión profunda todavía está esperando la susodicha reflexión. A no ser que la reflexión profunda sea esto de la conspiración universal, que todo ha sido culpa de El País, del IBEX, de Susana Díaz y de los misteriosos mercados financieros, que por cierto debieron de estar bastante despistados el día que Carmena o Ada Colau ganaron sus alcaldías, por cierto con el apoyo de los socialistas.  Los malvados conjurados ese día estarían mirando pa Pamplona.

Si hay algo que odio en este mundo es esa gente que lejos de reconocer sus múltiples errores, prefiere adoptar una pose victimista y echar la culpa de sus desgracias a todo lo que se menea. Los malos perdedores. Esto de Sánchez me recuerda bastante a cuando Mario Conde dijo aquello de que su caída había sido una conjura del sistema.  A Mario Conde no le funcionó mucho la táctica (no era tan convincente como Sánchez, ni la mitad de guapo y angelical) pero sospecho que a éste le va a funcionar mucho mejor. Si el sábado había nacido un mártir, una víctima del malvado sistema, el domingo de la mano de Évole nació un héroe quijotesco dispuesto a luchar a muerte contra los miles de molinos que se interponen en su camino (Los medios, los mercados, las élites empresariales y los malos en general). Un mártir y un héroe que Podemos no tardó en elevar a la categoría de mito del socialismo. Ya esa misma noche en "El Objetivo" de Ana Pastor, Carolina Bescansa se esponjaba de gusto y proclamaba que ya quedaba científicamente demostrada la conjura de los malos contra Podemos y de paso contra Sánchez.

Mientras, el pobre representante del PSOE en "El Objetivo" no sabía cómo minimizar el evidente impacto en forma de puñalada directa al estómago de la demoledora entrevista a su ex-jefe, en la absoluta seguridad de que dijera lo que dijera, nadie le iba a creer. Ése sí que me dio a mí penita anoche.

3 comentarios:

  1. Pues he aquí la respuesta, incluso ridícula por lo obvia, de El País a las acusaciones de Sánchez:

    Las reuniones con directivos de EL PAÍS en las que Sánchez participó y en las que asegura que se vio más o menos intimidado se realizaron en el marco de los contactos habituales que este periódico y los demás medios de comunicación mantienen con los líderes de todas las formaciones políticas, por insignificante que sea nuestra contribución, con el objeto de conocer de primera mano sus planteamientos y posiciones.

    En dichas reuniones, lejos de presionarle, se le dijo lo mismo que este diario ha manifestado de forma pública, reiterada y con toda claridad en sus editoriales y que, por tanto, es de sobra conocido por nuestros lectores y la opinión pública: que, tras los resultados electorales conocidos, un Gobierno alternativo al minoritario del Partido Popular solo era posible desde el punto de vista aritmético si contaba con el apoyo no solo de Podemos, sino también de los partidos independentistas, lo que nos parecía una solución perniciosa para los intereses de los ciudadanos, aunque saciara el apetito personal de Sánchez de ocupar el poder. La única presión visible en esto es la que se deriva de nuestro ejercicio de la libre expresión.

    Los comportamientos posteriores —en sede parlamentaria y en algunas televisiones— de los señores Sánchez, Iglesias y Rufián ponen de relieve lo acertado de nuestro análisis.

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  2. Estás de un previsible, adocenado, conservador y retrógrado que dudo mucho que tú hayas sido verdaderamente de izquierdas alguna vez en tu vida. Yo te veo más como la tipica modernilla que en su día jugó a ser progre, pero que en realidad no lo has sido nunca. Como tú hay millones en España, por eso siempre ganará la derecha (PPSOE) y nos joderán, si cabe, aún más a todos. Los otros, por otro lado, no podrán hacer nada de lo que dicen, pero el menos venden humo, crece pelo y algún que otro ideal. Éstos venden mentiras y miseria.

    Pretender defender ahora a un medio de comunicación repugnante y vil como El País y su grupo en relación a lo que han hecho, es, cuando menos, intragable. No hace falta más que leer algunos insultos que ha recibido Pedrito en más de un editorial para comprobarlo. Si muchos medios de comunicación se permiten el lujo de influir en procesos electorales o internos de partidos, al estilo de Pedro J. en su día, es que España flota directamente en la mierda. Sea cual fuere la tendencia, defendería lo mismo en caso contrario, pues no soporto que infundan el terrible miedo a las sociedades y los pueblos del que hablaba Sampedro.

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    1. Martínez, tú no serás también de ese tipo de personas que cuando la cagan en lugar de reconocer sus errores se dedican a culpar a todo el mundo de sus fracasos y a inventar conspiraciones universales en su contra y conjuras de los poderosos para destruirle, verdad?

      Yo creo que en esta vida tan importante es saber ganar como saber perder. Pedro Sánchez es un mal perdedor. Perder con dignidad y aceptar las derrotas deportivamente no es fácil pero sí es fundamental en política. Aunque no nos guste que aquí haya ganado las elecciones Rajoy o en USA Trump o que la Gran Bretaña votara a favor del Brexit o que Marine Le Pen sea muy probablemente la próxima presidenta de Francia. Si la gente vota esas cosas hay que asumirlo y punto, y de hecho al principio así lo entendió el propio Sánchez cuando dijo que entendía que los ciudadanos le estaban mandando a la oposición. Pero después se le metió en el cuerpo no sé qué demonio y empezó la caída en picado ante el desconcierto y la incredulidad de sus propios compañeros de partido, a los que por cierto pretendía hacerles la pirula por la espalda como se ha demostrado posteriormente.

      Y en la entrevista de Évole ya terminó de pegarse el último tiro en el pie. Estuvo patético y daba bastante vergüenza ajena con ese intento pueril de culpar a los medios y a los poderes financieros de sus derrotas electorales y de su incapacidad para levantar al partido, sin un solo ápice de autocrítica.

      Pero en fin, ahí sigue Don Quijote Sánchez a lomos de su Rocinante recorriéndose las carreteras españolas, y a buen seguro no le vendría mal un fiel escudero. No te gustaría ser su Sancho Panza, Martínez?

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