jueves, 12 de septiembre de 2013

Chaves y Griñán, imputados en diferido

La figura del Preimputado, o el Futuro imputado o el Imputado "in pectore" o como quiera que se llame esta cosa la acaba de inventar la inefable juez Alaya, una mujer obsesionada por ir a por los de arriba pero sin soltar ella las riendas ni de los de arriba ni de los de abajo en el escandaloso caso de los ERE falsos. El problema es que buena parte de sus posibles presas, las más jugosas, son aforados.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/10/andalucia/1378811269.html

Mucho me temo que ese empecinamiento de la juez nos va a costar un sobreseimiento o una anulación de la causa. O incluso peor, como lo siga alargando hasta el infinito y más allá, lo que habrá sin remedio es una prescripción de todos los posibles delitos, al menos de los aforados, que aún no han sido imputados. Y ahí se acabará la historia.

Como Alaya siga sacándose de la manga peligrosas figuras de ingeniería legal como el "imputado en diferido" tengo serias dudas de que al final no terminen recusándola y anulando toda la instrucción. Por lo pronto ya varios juristas de prestigio han asegurado que su último auto bordea la prevaricación. Por no hablar de que sus autos van a terminar pareciendo chistes de Gila: "Alguien está investigando a alguieeeen! Alguien va a ser imputado! Alguien debería buscarse un abogado!".  

Creo que no hay duda de que todas las personas de bien, entre las que me incluyo, deseamos que esta instrucción llegue a buen puerto y que las personas implicadas sean juzgadas cuanto antes mejor, por lo menos antes de que prescriban sus delitos. Y si pudiera ser antes de los juegos olímpicos Madrid 2020 que se celebrarán en Tokio mucho mejor.

Ahora bien, cualquier fallo en la instrucción puede ser fatal, y esta señora lleva tiempo bordeando la legalidad y haciendo malabarismos más que cuestionables. Y con este tipo de cosas hace un flaquísimo favor a la causa, pese al coro de fans incondicionales que constantemente le hacen la ola. A mí me parece bastante peligroso este último auto y las posibilidades a que da lugar. 

En todo caso a nadie puede escapar que la juez se contradice, porque si no tiene pruebas suficientemente inculpatorias contra los aforados, su último auto no tiene sentido, y si las tiene, ya debiera haberse inhibido de la causa pasándola al tribunal correspondiente. Mientras lo hace o no el tiempo va pasando y los delitos van prescribiendo. Puede que a este paso hasta se termine legalizando el matrimonio entre hombres heterosexuales.

Y una vez dicho esto, para terminar sólo añadir que me parece una mamarrachada refugiarse en el Senado para seguir siendo aforado. Completamente impresentable, ominoso y vomitivo lo de Griñán. No hay bótox en el mundo para tapar tanta desvergüenza. Como diría Aida: Si me queréis... irse todos a la puta mierrrrrrrda!!!!

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