He estado unos días enganchada a otra de esas polémicas que surgen de vez en cuando en las redes y que nos tienen a todos entretenidos durante un tiempo, permitiéndonos arreglar el mundo cómodamente sin movernos de nuestros mullidos sofás.
Creo que todo empezó por un artículo de El País en el que algunos profesores se mostraban preocupados, alarmados más bien, porque observaban que muchos chicos están empezando a descojonarse del feminismo, y además se hacen votantes de Vox a pasos agigantados. Este auge de lo que ellos llaman "ideas reaccionarias" les trae en un maltraer. Qué ha podido pasar? Estamos fallando en la educación? No estamos insistiendo suficientemente en los males que conlleva el machismo para la sociedad? Falta un relato crítico frente al de esos peligrosos youtubers que se chotean día sí y día también de los dogmas básicos de las sociedades igualitarias?
Yo tengo que decir que a mí francamente lo que me extraña es que no haya muchos más fachas. Es más, si yo hubiera sido adolescente en estos tiempos sería completamente facha, votaría muy probablemente a Alvise Pérez y me pondría en bucle todos los vídeos de Vito Quiles. De hecho esto último ya lo hago porque me parto el culo viendo a los políticos de izquierdas huir del micro de Quiles como si les hubieran puesto un petardo en el culo. Igual que hace unos años me partía cuando lo hacían los de "Caiga quien caiga" con los de derechas, que anda que no nos hemos echado risas todos viendo esos momentazos inolvidables. Menudo cachondeo!
A mí no me extraña nada, pero que nada, que la gente joven, fundamentalmente los tíos, reaccionen contra el adoctrinamiento que les han metido durante los últimos años a pico y pala, sin piedad, y sin darles la menor oportunidad de mostrar algo de pensamiento crítico. Del mismo modo que muchos de los que fuimos a colegios religiosos terminamos hasta el mismo coño o los mismos huevos de curas y monjas y no hemos vuelto a pisar una iglesia desde que hicimos la comunión. Es exactamente el mismo proceso pero con la nueva religión: el feminismo este antipático que se ha impuesto sobre la idea de igualdad, la turra permanente con la violencia de género y la constante sospecha de culpabilidad sobre el hombre por el mero hecho de ser hombre. Todo hombre es un violador en potencia, sueltan alegremente las amigas que luego se extrañan de que esos proyectos de hombre huyan como almas que lleva el diablo a buscar la papeleta de Vox.
Y todavía se andan preguntando si es que no deberían darles más la chapa. Que faltan herramientas para contrarrestar el discurso facha, que hay que enseñarles que hay que ser buenas personas y muy y mucho feministas. Claro que sí, colega, claro que sí, justo eso es lo que necesitan, triplicar el esfuerzo, más tabarra, ahí, a calzón quitao. De verdad, pocas cosas pasan pa la cantidad de capullos que dirigen el cotarro.
Es el peligro de adoctrinar a la peña, que alguna gente igual traga, pero también habrá quienes sientan un rechazo visceral hacia tu discurso reiterativo, sobre todo si luego salen a la calle y ven una realidad muy distinta a la que tú les estás pintando. Ven, por ejemplo, que el fracaso escolar es mucho mayor en varones que en chicas pero que esto no parece preocupar a nadie, ahí si no hay igualdad no pasa na. O ven que la tasa de suicidios es también mucho mayor entre ellos pero que tampoco esto es un problema que preocupe a nadie. Pos qué quieres? Es normal que se tomen a coña las matemáticas con perspectiva de género, el discurso de la opresión de la mujer o los llamamientos a la solidaridad con sus compañeras, las de los sobresalientes, las que les dan cinco mil vueltas en todas las asignaturas y se ríen por lo bajini cuando ellos salen a la pizarra y no dan pie con bola delante de una ecuación. Ellas cada vez más listas y ellos mucho más fascistas.
Y luego vienen unas profes superprogres a darte una charla sobre la deconstrucción de la masculinidad hegemónica. A decirte que es muy machista mirarle el móvil a tu novia, cuando tu novia se pasa la vida mirándote el móvil a ti porque no se fía ni un pelo de que le estés poniendo los cuernos, pero eso por lo visto no es ningún problema.
No es tan difícil entender que pasen olímpicamente de todo ese discurso y que se sientan mucho más inclinados a escuchar a aquellos que ponen en entredicho esa narrativa vacua que a ellos les suena a rancio. Me suena hasta a mí, que sí he vivido otros tiempos en los que podía tener mucho más sentido. Cómo no va a chocarles a ellos?
Y claro que votan a Vox. Del mismo modo que yo a los 17 años iba por ahí pregonando que era comunista prosoviética para escandalizar a mis padres, a mis profesores y a todo el facherío de aquellos tiempos. Porque entonces lo rebelde, lo que molaba, lo contestatario era ser muy y mucho de izquierdas, levantar el puño bien alto en los mítines y cantar la Internacional a voz en grito como si no hubiera un mañana. Por contra ahora lo revolucionario, lo verdaderamente cool, lo que te convierte en un James Dean de la era digital es votar a Trump o a Milei o a Abascal, porque además esto no es solo un fenómeno nacional, esto está ocurriendo en todo el mundo occidental, que no somos los únicos que nos hemos vuelto gilipollas con la ideología de género, con lo queer y con la polla de las masculinidades tóxicas.
Puedes unir a esto el hecho indiscutible de que la generación Z pasa totalmente de los medios de comunicación tradicionales. No ven tele, no oyen la radio ni leen periódicos, sino que se informan a través de las redes sociales y ellos mismos deciden lo que les convence y lo que no. La sumisión plena está cada vez más difícil. Porque en las plataformas digitales hay un discurso crítico frente al pensamiento único de esos medios tradicionales que les aporta una visión de la realidad radicalmente distinta y mucho más cercana a lo que ellos viven en su día a día. Y es que la libertad es muy mala.
Llevas años llamando nazi, machista y fascista a todo el que discuta mínimamente tu discurso hegemónico, vaciando de contenido todas esas palabras que ya no significan nada a fuerza de usarlas de comodín. Y ni siquiera te planteas que igual no son ellos los que se han ido alejando sino que fuiste tú quien los expulsó del paraíso a base de insultarlos, de cuestionarlos, de hacerles sentir como bichos extraños, feos e incómodos. Pos ahora qué coño quieres? Que te voten a ti, gilipollas?
Vas a ir al infierno progre
ResponderEliminarSí, de cabeza
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