sábado, 2 de julio de 2022

El que al insomnio le tema, aquí tiene mi sistema

A raíz de mis últimas recomendaciones literarias, en las que algunos me han hecho notar que me refiero a mi insomnio crónico con cierta frecuencia, he sido invitada a escribir algún post sobre este interesante tema. Pues bien, acepto el reto.

Yo soy insomne sólo de unos años a esta parte. Creo que es algo muy propio de la edad. Durante toda mi vida he dormido como un lirón, bien es verdad que me ha gustado mucho más el trasnocheo que el madrugueo y que nunca me ha dado pereza acostarme a muy altas horas de la madrugada pero sí levantarme a esas mismas horas, incluso unas pocas después. Es algo que me sigue pasando, creo yo que va en mi naturaleza. Dicen que hay personas búhos y personas alondras, según les guste más la noche o la mañana. Yo sin duda alguna soy búho total. (Ahora seguro que hay alguien que piensa en el chiste de los buhitos, el de "culo, niño, he dicho culo". No falla)

En fin, mi manera de afrontar el insomnio es el de no hacerle ni puto caso. Al principio me agobiaba un poco cuando me despertaba a las 4 de la madrugada y ya veía que no me iba a volver a dormir ni palante ni patrás. Sobre todo cuando tenía que madrugar. Pero con el tiempo revertí la perspectiva y empecé a tomármelo como una oportunidad de hacer cosas que durante el día no tengo tiempo de hacer. Por ejemplo, ahora me dedico a leer por las noches. Y de este modo estoy leyendo mucho más que en los últimos años. Porque durante el día, entre unas cosas y otras, que si el trabajo, la perra, el guasap, las series, los youtubers, el puto Twitter que me tiene loca... cuándo lees? Pues normalmente cuando almuerzo en el trabajo o por la noche, dos minutos antes de quedarme sopa total. El insomnio me está dando la oportunidad de ponerme al día con mis lecturas. Si me despierto a las 4, me levanto a mear y a los diez minutos veo que no me he vuelto a dormir, ya paso de locuras de vueltas y más vueltas en la cama. Directamente enciendo la luz (ventajas de la soltería), agarro mi libro y me pongo a leer, a menudo hasta el amanecer.

A veces me entra sueñecillo a eso de las 6.  Normalmente a esa hora pongo todos los días la radio para escuchar a Fede JLo. Sí, amigos, la vocecilla de Losantos me adormece, y sobre todo sus broncas matutinas al político de turno. Ya he comprobado que los otros locutores de radio lo que hacen es despertarme aún más con sus arengas, pero Federico consigue adormecerme con su vocecilla de enanito gruñón y con su célebre frenillo. Es más, tengo que confesar que con él suelo entrar en una especie de duermevela muy placentero, estoy entre el sueño y la vigilia, y a menudo él mismo entra en esos entresueños. Por ejemplo hace unos días soñé que yo era Macarena Olona, y era porque él le estaba echando una bronca tremendísima por el desastre de la campaña andaluza, y entonces yo me convertí en ella en mi sueño, y estaba todo el rato intentando justificarme con él para que dejara de darme la paliza. Pues aunque algunos podáis pensar que esto es estresante yo me despierto de muy buen humor, me da la risa de pensar que por un rato me he transmutado en Olona y me he tragado la tremenda chapa del elfo terror de las ondas.

En definitiva, que mi insomnio, ya crónico, se ha convertido en un divertimento más. Y si tengo que madrugar y voy a trabajar un poco zombi me da igual porque sé que después me voy a pegar una siesta de caballo, y que me importa un pimiento dormir de noche o de día, el caso es dormir.

Hay mucha gente que se obsesiona cuando no puede dormir. Creo que es una gilipollez, y sobre todo, algo muy contraproducente porque en esta vida cuanto más te obsesionas con algo más te pasa. Esto es así. Que te sudan los sobacos y te agobias? Pues más te sudan. Que tartamudeas y te agobias? Más tartamudeas. Que engordas con el aire y eso te agobia? Más engordas. Que no pegas ojo por las noches y te agobias? Da por seguro que no vas a dormir ni media hora. Es de manual de supervivencia, jamás agobiarse por nada. Tomarlo con la mayor naturalidad posible y sobrellevarlo con dignidad y estoicismo.

Como dijo el sabio, "y yo lucho y yo lucho y después siempre me ducho". Pues eso, esto no es filosofía barata de mercaíllo (aunque yo no tengo nada contra los mercaíllos, al revés, soy fan total y usuaria habitual, pero no para esto de la filosofía). Esto es sabiduría ancestral, más sabe la diabla por vieja que por diabla.

Amigos, si no podéis dormir no os agobiéis lo más mínimo. Tampoco os vayáis corriendo al frigo a zamparos las sobras de la cena y a poneros morados de helado. No, ésa no es la actitud. La actitud es haceros amigos de vuestro insomnio y pensar que si no dormís ahora ya dormiréis cuando podáis. Aprovechad para hacer algo que os guste, por supuesto algo que no signifique una pesadilla para el resto de la familia ni para los vecinos (lo digo por los aficionados a tocar la trompeta o la batería. Ese tipo de aficiones no, por favor). 

Y si todo os falla siempre os podéis poner los podcast de Federico JLo y entrar en trance y convertiros en Macarena Olona, Rajoy, Casado, el Emérito, Sánchez, Irene Montero o cualquiera de los desgraciados a los que les toque el turno de la fedebronca diaria. Palabrita que después de uno de esos rapapolvos sin compasión se levanta una como nueva. Como diciendo: "hosssssstia, después de esto, el resto del día sólo puede ir a mejor".

Y normalmente va a mejor. De verdad.

3 comentarios:

  1. Yo si duermo poco lo paso muy mal en el trabajo.

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    1. Bueno, depende del trabajo. Si trabajas encima de un andamio o eres cirujano cardiovascular no dormir es un problema.

      Si eres bibliotecaria como yo todo lo más que puede pasar es que coloques un libro donde no era. Luego lo buscas y tarde o temprano aparece.

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    2. Encima tú, que has leído tanto. :)

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