viernes, 24 de mayo de 2019

Amancio, eres un hijoputa y un rancio

De verdad, palabrita del niño Jesús que no pensaba escribir sobre este asunto porque daba por sentado que todos mis lectores, tan selectos ellos, tienen bastante sentido común y que no hacía falta un post al respecto, pero al final... que si quieres arroz Catalina, aquí estoy, obligada por las circunstancias. Qué circunstancias? Pues éstas:

Me manda un wuasap una amiga con un tuit de un tipo que pone a parir a Amancio Ortega por el tema de las donaciones de este señor  para adquirir equipos de última generación en el diagnóstico y tratamiento del cáncer. Ya sabéis, estos días se ha hablado mucho sobre ello.

Cuando recibo el mensaje no doy crédito y sencillamente le digo que llevo muy mal la demagogia. Pero luego ella me contesta que el artículo que retuiteaba le había gustado mucho, y ya ahí me picó la moral:

"Vamos a ver, coraçao, yo el tema donaciones lo tengo claro. Nunca va a haber suficiente dinero para costear tooooodos los aparatos que se necesitarían en tooooodos los hospitales de toooooodos los rincones del mundo. Constantemente aparecen nuevas tecnologías, se quedan anticuadas las ya existentes, y no puede haber dinero, por muchos impuestos que se recauden, para todo. Por eso, independientemente de que la sanidad por supuesto tiene que financiarse por medio de impuestos, eso no lo discute nadie, siempre serán bienvenidas todas las donaciones altruistas que se hagan para adquirir cosas a las que no se llega con el dinero público. Hablamos de salud y de vidas humanas que se salvan. Esto es muy serio, es que no debería ni de discutirse. De hecho en otros países a nadie se le ocurre planteárselo, pero como de costumbre Spain is different.

En otros países no se cuestiona que haya mecenas de las artes, o que la gente que tiene mucho dinero haga donaciones para hospitales o universidades o centros de investigación. Se hace con frecuencia y lo normal es que el donante reciba el reconocimiento de la Comunidad, bien poniéndole su nombre a un ala del hospital, bien con cualquier otra clase de homenaje.

En el caso de Ortega nada de eso se ha planteado ni siquiera. El tipo sencillamente ha regalado ese dinero y punto. Y miles de personas se han podido beneficiar de esas donaciones sin tener ni la más remota idea de que han salvado sus vidas gracias a ellas. "

Mi amiga me contesta que entonces yo más o menos vengo a decir que el fin justifica los medios. No sé a qué medios se refiere, porque esa frase se usa normalmente cuando los susodichos medios son más que discutibles: el asesinato, el robo, el chantaje... Yo no diría que una donación sea un medio discutible, pero en fin.

Ella insiste en que a su entender los empresarios son seres perversos que jamás mueven un dedo si no es en su propio beneficio. Una idea muy extendida entre la gente de izquierdas, que se conoce que nunca han debido de saber de la existencia de ningún empresario generoso ni buena persona. Para ellos la palabra empresario equivale necesariamente a explotador, mala gente y sinvergüenza sin escrúpulos. Y punto.

En fin, quizás llegados a este punto yo debería sencillamente haber dejado la conversación y que cada cual piense lo que le dé la gana, y si ella opina eso de los empresarios pues de puta madre. Pero como me dicen mis hijos siempre me meto en tos los fregaos y como una gilipollas entré al trapo y seguí con mi encendida defensa del señor Ortega y sus donaciones, manda huevos:

"Mira, tía, una muchacha que conozco va a operarse dentro de unos días de un cáncer de mama y le van a aplicar una radioterapia intraoperatoria de alta precisión. Justamente con uno de esos aparatos donados por el amigo Ortega. Una máquina carísima que es imposible que tengan todos los hospitales pero que gracias a ese dinero se ha podido adquirir en nuestra ciudad. Por eso esta chica, que tiene seguro privado, ha preferido operarse en la sanidad pública, porque este tipo de tecnologías punteras no las tienen en los hospitales privados".

Mi amiga insiste en que muy bien, pero que el tipo hace estas donaciones fijo para obtener algún beneficio.

" Pero qué beneficio ni beneficio? Si este hombre dona 500 millones y consigue desgravarse por su donación 150 qué negocio es ése? Recupera una parte, es verdad, pero con todo y con eso ha perdido 350. Yo también dono dinero a varias ONGs y me lo desgravo después, pero me vas a decir que también lo dono para poderme desgravar?

Que luego el tío hace ingeniería fiscal para pagar menos impuestos? Pues como todo hijo de vecino. O es que si a ti o a mí nos dan la opción de hacer la declaración de una forma o de otra vamos a elegir la que paguemos más? Quién hace eso?  La gente hace malabarismos para que le salga a pagar lo menos posible: si la hace conjunta o por separado con su pareja, o si mete una cosa o la deja de meter por si le desgrava más o menos. Toooodos intentamos hacer la declaración pagando lo menos posible. Eso no se llama evasión de impuestos, tía, se llama eludir impuestos. Es el motivo por el que todo el que puede se crea sociedades para comprarse casas y cosas así. Es perfectamente legal, tanto que la mitad de los ministros del gobierno actual lo han hecho, aunque el único que haya dimitido por ello sea el pobre Maxim Huerta, que por ser el primero en salir a la palestra le tocó el gordo. Luego se ha sabido que el astronauta también y la portavoz y probablemente muchos más, pero como es legal pues no pasa nada, lo hacen y punto. No es delito.

Otra cosa es que se pueda cambiar la ley para que las grandes empresas paguen más y no haya forma de eludir esos impuestos. Por mí perfecto, ojalá. Cuanta más justicia en el reparto mejor. Pero mientras tengan facilidades legales para no hacerlo tú qué quieres? Que sean gilipollas y declaren para pagar el máximo posible? Venga hombre!"

Naturalmente este razonamiento tampoco satisface a mi amiga, que os recuerdo que piensa lo peor de lo peor de lo peor de la clase empresarial y no está muy dispuesta a pensar otra cosa. Por eso me insiste en que claro, entonces dona para lo que le sale de la polla, dona para el cáncer y ya se muestra ante el mundo como un santo varón. Que no, que Amancio Ortega es un cabrón y no hay vuelta de hoja.

"Coño, justamente lo bueno de donar es que tú decides a qué se va a destinar ese dinero. Los impuestos los pagamos y luego el gobierno de turno hace con nuestro dinero lo que le sale de los huevos. Y es muy probable que estén usando tu dinero y el mío en cosas que nosotras jamás querríamos que se gastara. En subvenciones a asociaciones que aborrecemos, en intereses de deudas que nosotras nunca hubiésemos contraído, en aeropuertos o infraestructuras que sabemos que no sirven para nada, etc. En cambio cuando donas tú decides el destino de ese dinero. Joder, ojalá todos pudiésemos poner una crucecita en la declaración donde dejáramos claras nuestras preferencias".

Seria maravilloso, verdad? Pero bueno, de momento eso sólo se puede hacer con las donaciones. Por ejemplo, la ex de Ortega, que era la mujer más rica de España, tenía una Fundación dedicada a  disminuidos psíquicos, porque ella misma tenía un hijo con parálisis cerebral, y donaba miles de millones para eso. Por cierto, nunca nadie la criticó por ello.

Hace unos días también salió en la tele un multimillonario negro que había pagado con sus millones  las deudas de un montón de chavales negros que habían pedido préstamos para poder costearse sus estudios en la Universidad. Pues si el tío quiere gastarse su dinero en beneficiar a esos muchachos qué pasa? Como si quiere crear unas becas de investigación. O financiar residencias de ancianos. O  guarderías infantiles.  Cada cual que elija su tema favorito.  Joder, no tendrían por qué hacerlo, podrían guardarse toda su pasta o derrocharla a espuertas, pero esa gente decide apostar por una causa, y encima tienen que aguantar que les llamemos cabrones e hijosdeputa? Es de locos.

Pero nada, mi amiga no se rinde. Los empresarios siguen siendo unos cerdos, y Ortega el más cerdo de todos. Y ataca con armamento pesado:

"Pos que si quiere que done, pero por qué nos tenemos que enterar todos? Que done sin que se entere ni Dios, coñññño"

Y ahí es cuando ya me quedo ojiplática perdía e incluso comienzo a bizquear ostensiblemente y a tartamudear mentalmente:

"Pe pe pero tía, pero tú cómo te has enterado de lo de la donación? Pe pe pero cuándo lo ha dicho él? Pe pe pero si él no ha dicho ni mu".

Porque efectivamente Ortega ha donado todos esos millones de forma discreta y sin alharacas y no ha hecho la menor publicidad sobre ello;  nadie ha sabido nada hasta que a unas mentes preclaras de Podemos les dio por despotricar en un mítin que era una vergüenza, un escándalo y una indignidad que este señor donara sus millones a la Sanidad Pública.

En fin, como dije al principio, no soporto la demagogia, cada día la llevo peor. Y lo más terrible es que mucha gente se deja llevar por ella con insólita facilidad, cuela que no veas. No hay nada más sencillo que soltar un discurso vacuo sobre los ricos malos y los pobres buenos para arrancar el aplauso popular.

De todas formas, por mucho que odie la demagogia y a los demagogos, cucha, que yo también sé usarla. Y haciendo uso de la más cochina podría decir, por ejemplo, que muy bien, que vale, que el que no quiera esas máquinas punteras que ha donado el señor Ortega que se niegue a usarlas. Que vas al hospital tú o algún ser querido tuyo con un tumor maligno y te dicen que te van a aplicar la radioterapia intraoperatoria y no quieres porque te indigna que ese aparato lo haya donado un empresario cabrón, como todos los empresarios? Pues nada, le dices al médico que no la quieres, que prefieres que te opere como toda la vida y que luego te dé 15, 20 o 25 sesiones de radio a la antigua usanza. Con ello además le haces un tremendo favor a muchas otras personas mucho más indignas y menos comprometidas, solidarias y progresistas que tú que en un momento dado no le hacen ascos a casi nada y estarían dispuestas a ocupar tu lugar en la lista de espera para disfrutar de los beneficios del aparatito en cuestión. Y todos tan contentos, oye. Tú con tu dignidad intacta y el otro con su radioterapia intraoperatoria que le va a evitar esas tantas sesiones de radio que tan ricamente te vas a meter tú.

Veis como también sé hacerlo? Y además con arte, gracia y fino recochineo.

5 comentarios:

  1. Magnífico Inma, menos mal que tiene hay mentes tan preclaras como la tuya. El odio de la izquierda a los ricos, cuando la mayoría tienen unas fortunas de tomo y lomo,conseguidas como enchufados políticos, ctc ctc, me río yo del coletas con su casoplon, principal denunciante ¿de donde ha conseguido el dinero...? IRÁN VENEZUELA. Que hipocresia.

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    1. Querida, como diria el inolvidable Gable, francamente me importa un bledo de dónde saquen su pasta. Lo que me gustaría es que en lugar de donar parte de sus sueldos a su partido lo donaran tambien a una causa un poco menos interesada. Pero claro, entonces tendrian que ponerse a parir a ellos mismos. Y no está el horno pa bollos.

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  2. "Mentes preclaras de Podemos" jajajajaja

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