viernes, 1 de diciembre de 2017

El semisueño de una larga noche de insomnio

Esta noche he tenido un sueño que más que sueño podría llamarse semisueño o nanosueño, incluso ensueño. Por razones que no vienen al caso he dormido más bien poco o nada, pero a pequeños ratos me he quedado un poco traspuesta y en uno de esos momentos de duermevela he tenido la siguiente visión:

Ada Colau me hacía entrega de un certificado de "Aprobada en Feminismo en segunda convocatoria". Palabrita.

Al parecer algo que yo había escrito  me había hecho pasar a la condición de "sospechosa" de antifeminista, vamos, de machista, pero con su magnanimidad habitual la alcaldesa había decidido concederme una segunda oportunidad para volver a la senda del bien, y como escribí otro artículo en el que ridiculizaba con gracia y desparpajo algunas actitudes masculinas con respecto a las mujeres, éste me había redimido del anterior y por fin me era concedido el aprobado.

Me he alegrado mucho de que en mi sueño se me haya concedido el certificado de feminista porque en el mundo real hace ya mucho tiempo que me fue retirado por las especialistas en la materia. Sin embargo yo nunca me he rendido y sigo considerándome feminista a muerte. Feminista en el sentido de la lucha por los mismos derechos, las mismas condiciones laborales y sociales, y la misma valoración de los actos cuando los cometen hombres y mujeres. Vamos, por que dejen de llamar putas a las tías cuando son campeonas folladoras y machotes a los tíos por hacer exactamente lo mismo. En fin, me considero feminista por todas esas cosas.

Sin embargo ya digo que hace mucho tiempo que las expertas en la materia me retiraron el carnet. Me pasa lo mismo que los puristas ideológicos que también me han quitado el carnet de izquierdas, qué se le va a hacer. Cualquier día de éstos igual sueño con Pablo Iglesias concediéndome el certificado de Izquierdas en 18ª convocatoria.

Bueno, volviendo a lo del feminismo... que sí, que me considero feminista 100%.  Lo que pasa es que también en este tema el purismo ha hecho mucho daño. Y resulta que hoy por hoy para ser considerada feminista tienes que ver machismo, violencia machista y dictadura del heteropatriarcado hasta en la sopa. Que un tío le dice tonta a una tía tonta? Pos ahí tienes que ver sí o sí machismo, y no un momento de lucidez.  Y así todo. Además tienes que ser partidaria de la "Sororidad", que es el concepto por el cual las mujeres siempre tenemos que dar la razón a las otras mujeres en sus contenciosos con hombres, tanto si la llevan como si no, por una especie de hermandad universal dada por compartir un género común.

Para colmo tienes que hablar duplicando los géneros y aplaudir cuando los políticos lo hacen. Decir todo el tiempo nosotras y nosotros,  andaluzas y andaluces,  ciudadanas y  ciudadanos,  niñas y niños...  a ser posible el femenino siempre por delante. Ya sabéis, las mujeres primero, una máxima  igualitaria de toda la vida, válida tanto para salvarse de un naufragio como para escapar de un incendio, aunque no para ir a la guerra.

Y claro, lo reconozco, ofrezco cierta resistencia a estas exigencias del feminismo actual, y por eso hace años que mi carnet se fue a tomar por culo, con todo el dolor de mi corazón. Por eso me ha hecho tanta ilusión que en este semisueño de una noche de insomnio la mismísima Colau, nada sospechosa de sentir simpatías personales hacia votantes de Ciudadanos, por fin haya hecho justicia y me haya devuelto mi verdadera condición.

No hay nada como que los sueños vengan a poner un poquito de sentido común en un mundo que se ha vuelto loco loco loco loco. Gracias Ada, que tus votantes te lo paguen.

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