domingo, 18 de junio de 2023

Aunque esto levante ampollas, no hay ni consenso ni pollas

Leo toda espeluznada un artículo en el que se advierte a padres y educadores de las malas influencias que algunos youtubers ejercen sobre la gente joven en el tema de la violencia de género. Al parecer las estadísticas son alarmantes, hay un importante porcentaje de jóvenes que se apuntan al "negacionismo" en este asunto, y la causa podría ser la amplia difusión que tienen entre el colectivo juvenil los vídeos de estos streamers tachados por el autor del reportaje de todo tipo de calificativos no demasiado favorables, por decirlo finamente.

Entre esos youtubers está mi admirado UTBH (Un Tío Blanco Hetero), del que ya he hablado aquí en otras ocasiones. Un tipo al que sigo porque me parece que hace unos análisis muy lúcidos sobre cuestiones de actualidad que suelo compartir casi en su totalidad, con contadas discrepancias. Y la verdad es que me espanto de todas las cosas que se dicen en el artículo sobre estos youtubers, a los que no conozco en su mayoría, pero si todos ellos son como Sergio el articulista no tiene ni puta idea de lo que habla. Es más, yo creo que los vídeos de UTBH deberían ser de obligado visionado en las escuelas, para enfrentar al discurso oficial sobre la violencia de género con todas sus contradicciones. Y no me extraña que la chavalería guste de escuchar a estos muchachos porque probablemente ven en ellos mucha más coherencia que en los mantras con los que a diario nos bombardean desde los medios institucionales.

Paralelamente a todo esto surge un escándalo mayúsculo porque un tipo de Vox dice a las claras que la violencia machista no existe. Automáticamente saltan todas las alarmas y desde el PP se apresuran a negar ninguna clase de marcha atrás en lo que se refiere a políticas de género y bablablablabla. Por lo visto, según dicen, hay un consenso social en torno a este tema y aquí no hay ya nada más que discutir.

No sé si es que los políticos no se mueven o no hablan con otra gente que no sea de su cuerda o qué pasa, pero ese supuesto consenso social no existe ni ha existido nunca en la calle. En todo caso puede haber existido un consenso político, que tal vez por miedo a señalarse saliéndose de la corrección, no se ha atrevido a saltarse nada más que Vox, que son outsiders natos y les da igual siete que setenta.

Lo cierto es que hay mucha gente en la calle que es muy crítica con el discurso oficial, con la LIVG y con sus derivados. Por no hablar de las actuaciones del Ministerio de Igualdad, con las exaltadas declaraciones de sus dirigentes. No son sólo los jóvenes, ni es tampoco la ultraderecha. Es que yo me he cruzado en Twitter con mucha gente de izquierdas que no traga tampoco con este discurso. Entre ellos otro youtuber también señalado, Roma Gallardo, que es bastante gilipollas el tío pero que no es para nada sospechoso de voxero ni de rancio ni de forofo de la Virgen del Rocío. Es de hecho bastante más forofo del amor libre, de que cada cual haga con su cuerpo lo que le dé la gana y de la diversidad de todo pelaje.

En fin, que ese presunto consenso social no ha existido nunca. Alguien cogió un fenómeno multicausal, como es la violencia contra la mujer, y decidió simplificarlo centrándolo en una sola causa: el machismo.  Y la cosa triunfó, pasmosamente. De ahí salieron mantras del tipo "nos matan por ser mujeres", y la cosa siguió cuajando, para mí asombrosamente.  Coges algo que es supercomplejo, lo simplificas al máximo, se lo das masticado a la gente, y luego dices que hay un consenso social al respecto. 

Reducir a una sola causa la violencia contra las mujeres es como decir que la anorexia está motivada porque las niñas quieren ser delgadas para parecerse a las modelos. Joder, es el mismo reduccionismo caricaturesco. Lo que a mí me flipa es que haya podido calar en tanta gente algo tan absurdo. Bueno, me flipa y no me flipa al mismo tiempo, porque sé perfectamente la falta de sentido crítico de buena parte de la sociedad respecto a todos los sapos que nos quieran hacer tragar. Sólo hay que repetir las suficientes veces una cosa para convencer a la peña de que es la verdad absoluta, por muchas grietas que esa cosa pueda tener a poco que la analices mínimamente.

Cualquier persona que haya tenido pareja alguna vez sabe perfectamente la cantidad de sinergias que confluyen en las relaciones amorosas. Lo fácil que es pasar del amor más profundo al odio más visceral en cuestión de segundos, por ejemplo por algo tan frecuente como una simple infidelidad. Todos conocemos a personas que han pasado de ese amor que parecía indestructible al odio más feroz al enterarse de que les estaban poniendo los cuernos.  Y la infidelidad es sólo una causa, puede que la más común, pero en las parejas confluyen muchos otros factores que determinan conflictos que a menudo desembocan en situaciones de violencia extrema, sobre todo en las separaciones: temas de hijos, propiedades, dinero, no digamos ya si se mezcla con alguna adicción, con alcohol, drogas, juego...  O sea, a mí lo que me extraña es que no pasen más cosas, sabiendo la de gente que hay por ahí que odia a muerte a sus ex.

Yo he visto a muchas personas, después de enterarse de unos cuernos, decir: "se va a enterar, le voy a arruinar la vida, no va a volver a ver a sus hijos". Lo he visto yo y seguro que lo habéis visto todos. En los casos de agresiones con resultado de muerte puede haber trasfondos de todo pelaje, dentro de este maremagnum de posibles causas. Sin embargo es mucho más sencillo decir: otra muerte por violencia machista, es el número 15 en lo que va de año. Ea, y nos quedamos en la gloria haciendo el recuento!

Por supuesto que somos muchos los que ponemos en duda este discurso monolítico. No es normal que cada vez que una mujer asesina a su ex o a sus hijos se busquen toda clase de causas: estaba enferma, en tratamiento, padecía una terrible depresión tras la ruptura... Y que no se mencionen ni de pasada los posibles problemas psicológicos que pueda tener un hombre en la misma situación. Qué pasa, que los hombres no se deprimen, no se medican, no sufren tras las rupturas?

Como digo, son tantos los conflictos de fondo que puede haber en una relación de pareja que simplificarlo de esa forma reduciendo todo al machismo como la única causa es algo que no ha colado en buena parte de la sociedad. Pero desde el primer momento.  Nadie mata a nadie por ser mujer; si eso fuera así irían matando a todas las mujeres con las que se encuentran. Los crímenes de parejas se gestan durante mucho tiempo, y a veces son bastante previsibles, por cierto. O nunca habéis pensado, si habéis tenido unos amigos con una relación tóxica, que iban a terminar como el rosario de la aurora saliendo en los periódicos? Si es que no os ha pasado a vosotros mismos. 

En fin, mi drama personal es que políticamente sólo un partido como Vox haya sido capaz de señalar al dinosaurio que hay en la habitación. Y me da pena porque realmente no tengo nada más en común con ellos y me es imposible votarlos. Tampoco votaría al PP, que conste, si mañana se apuntaran a las críticas a ese discurso oficialista. Pero me sorprende mucho que no se den cuenta de que buena parte de sus votantes no tragan tampoco con la LIVG ni con el mismo concepto de violencia machista. De hecho, casi todos los votantes del PP que conozco están hasta los cojones de este montaje. A ver si al final van a pasarse en masa a Vox. Presiento que el PP, por intentar agenciarse a algunos despistadillos de la izquierda descontentos con el Gobierno, se aleja en estos temas tan sensibles de su electorado.

Bueno, a mí me da igual porque como soy huérfana de voto que hagan lo que quieran. A mí lo que realmente me molesta es que se simplifiquen tanto los temas complejos, que la gente sea tan acrítica y que puedan colarnos lo que les dé la gana, por estúpido que sea. Y que se persiga a tipos como UTBH sencillamente por poner en entredicho sus contradicciones.

En realidad no se enteran de nada. Mis hijos se mueven en redes, como la mayoría de la gente de su edad, y estos youtubers que han sido señalados desde el oficialismo mediático son referentes de muchos de esos jóvenes. Y me alegro muchísimo, porque prefiero mil veces que mis hijos y sus coetáneos escuchen a Sergio UTBH y otros como él que a los que repiten como loros las consignas viogen, la verdad. Si alguien despierta su espíritu crítico bienvenido sea. Todo menos este borreguismo insoportable que algunos llaman consenso.

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