miércoles, 19 de diciembre de 2018

Queremos ser libres, no valientes

Andan los perfiles de guasaps de mis amigas llenos de eslóganes de este tipo: Quiero ser libre, no valiente; quiero correr sin miedo y no correr por miedo; nos queremos vivas, libres y sin miedo.

En fin, quién no suscribiría cualquiera de estos bonitos lemas? Nadie. Es evidente que las mujeres queremos ser libres y vivir sin miedo y correr y pasear alegremente sin ningún temor y sin que nos aceche ningún peligro. No sólo las mujeres, también los hombres, los niños, los ancianos... todo el mundo.

Esta reacción popular de indignación viene de un triste suceso que estos días ha conmocionado a la opinión pública: la violación y asesinato de una chica en un pueblo de la sierra de Huelva. Cada cierto tiempo ocurre un hecho violento de este tipo que viene a remover las tripas de todo el mundo y a recordarnos nuestra vulnerabilidad.

Yo entiendo todos estos eslóganes, de verdad. Y también entiendo la indignación de la gente. La propia chica asesinada había tuiteado algo así como que "nos enseñan a nosotras a tener miedo pero no enseñan a los monstruos a no serlo". A ver, entiendo todo esto, pero me gustaría saber, aparte del consabido derecho al pataleo que obviamente tenemos, de qué sirve.

Que las mujeres corremos más riesgos que los hombres es algo que todas sabemos. Además de poder pasarnos las mismas cosas malas que les pueden pasar a los tíos, a eso se añade que nos pueden violar. Por eso de toda la vida tomamos más precauciones, procuramos no volver solas a casa muy tarde, no meternos por sitios solitarios, huimos de la oscuridad... sí, llevamos un plus de miedo por la vida. Y lo llevamos porque sabemos que ese riesgo existe realmente y no queremos que nos pase nada. Que es injusto? Por supuesto. Es una putada que por ser mujer estemos expuestas a más riesgos que los hombres. La cuestión es... qué podemos hacer para evitarlo?

Por mucho que nos indignemos y protestemos y digamos que queremos salir a correr sin miedo (por cierto, todo esto surgió del bulo de que la chica asesinada había salido a correr por el campo, cosa que luego se ha demostrado incierta, pero en fin, eso es lo de menos), por mucho que chillemos y pataleemos, está en nuestra mano o en la de alguien evitar que nos podamos cruzar con un tarado que nos ataque, nos viole y nos mate?

Hay quien aprovecha estas cosas para clamar por políticas más contundentes contra la violencia de género, pero a mí me gustaría saber qué clase de política de género es capaz de evitar que sucedan estas cosas, que afortunadamente pasan muy pocas veces, aunque por la repercusión mediática que tienen da la sensación de que ocurren todos los días. Vamos, que si vives cerca de un chiflado de éstos o tienes la desgracia de cruzarte con él en algún momento de tu vida, quién puede librarte de su ataque? Quién podría haber evitado lo que le pasó a esta muchacha?

Y del mismo modo quién podría haber evitado lo que le pasó a Diana Quer, que fue interceptada una noche camino de su casa? O a la niña Mari Luz Cortés, que tuvo la desgracia de cruzarse con un pederasta en su camino a una tienda de chuches? En estos últimos casos sí habría habido una forma de evitarlo, porque tanto un asesino como el otro eran reincidentes, ya habían actuado antes y de hecho estaban libres por  sendos errores judiciales. Pero en cualquier caso si es la primera vez que alguien comete un delito de este tipo es prácticamente imposible evitarlo.

Porque amigos, el mal existe, está ahí, es inevitable. Todos estamos de acuerdo en que es importante educar a los niños desde la más tierna infancia en valores de igualdad y de respeto, y eso no lo puede discutir nadie. Pero ninguna educación del mundo podrá evitar que haya una serie de sujetos enfermos o malvados o lo que sean que se sientan impulsados a agredir sexualmente a mujeres o a niños y que no sepan o puedan controlar esos impulsos. No existe el riesgo 0 ni va a existir nunca.

Ya he dicho otras veces que soy partidaria de la Prisión Permanente Revisable para este tipo de delincuentes, fundamentalmente violadores y pederastas reincidentes y difícilmente reinsertables. Puede que su primer delito no sea evitable pero los siguientes sí lo son, y creo que la sociedad tiene derecho a protegerse de esta clase de personas que, nos guste o no, existen. Pero ni la PPR ni miles de leyes contra la violencia de género ni nada podrá garantizar nunca ese riesgo 0 por el que claman todos esos eslóganes.

Por eso si tu padre o tu madre te dicen que no salgas a correr sola a las 11 de la noche no tienes que tomarlo como un comentario machista heteropatriarcal, sino como una advertencia de puro sentido común. Por eso hay muchas mujeres que prefieren correr en grupo y no son ni menos libres ni menos valientes. Son simplemente cautas.

Del mismo modo que no te montarías en un coche conducido por un borracho; del mismo modo que si tienes un vecino que tira cosas por la ventana no pasarías por debajo; del mismo modo que huyes de situaciones incómodas o violentas... igualmente no eres ni menos mujer ni menos libre si huyes del peligro. Huir del peligro es inherente al ser humano, y no pasa nada.

Los eslóganes son muy bonitos y están muy bien. Y por supuesto nadie te puede impedir si quieres salir a correr por un parque a las 3 de la madrugada que lo hagas. Si quieres enfrentarte a tus miedos y crees que no hacerlo coarta tu libertad, adelante, hazlo.

Pero preferiría que no fueras ni mi hija ni mi sobrina ni mi hermana ni mi amiga. Si fueras mi hija, mi sobrina, mi hermana o mi amiga me gustaría que no fueras por la vida de aguerrida adalid del feminismo y que salieras a correr por sitios luminosos a las 7 de la tarde, y si no puede ser, que al menos fueras acompañada.

Me gustaría que gritaras todos los eslóganes que te diera la gana pero que a la hora de la verdad hicieras lo que las tías venimos haciendo de toda la vida de Dios, o sea, andar con siete mil ojos por la calle, no meternos por sitios oscuros y solitarios y no fiarnos ni de nuestra sombra.

Yo te prefiero un poquito menos valiente pero sana y salva. Vale?

5 comentarios:

  1. El comentario es muy sensato y razonable, estoy bastante de acuerdo con la idea general, de hecho, pero solo quiero matizar alguna cosa:
    - Si eres hombre, tienes más posibilidades, bastantes más, de sufrir un homicidio o, por ejemplo, un accidente laboral, incluso un suicidio.
    Los hombres, por otro lado, viven bastantes menos años que las mujeres.
    Los hombres también son violados, aunque sea por otros hombres, especialmente en las cárceles, aunque nunca se hable de ello, salvo en la películas, claro.
    - Se suele elegir en los medios de masas unas noticias y no otras, unos crímenes y no otros. Y no es por casualidad,de hecho, solo hay que ver cómo funcionan los telediarios y demás morralla para comprobar cómo utilizan esas noticias.
    El mensaje que les interesa repartir actualmente es evidente, de tan machacón y repetitivo. Sería algo así: Mujeres de España, tened miedo, mucho miedo de los hombres, que son muy malos, os van a maltratar, violar y asesinar, es mejor que estéis asustadas, solas y en manos de nosotros, que sí somos buenos y nos preocupamos mucho por vuestro bienestar, todas las instituciones del estado a vuestros pies, con sus aparatos de propaganda incluidos, os vamos a proteger y querer como nadie ha sabido quererte...
    Vosotras solo tenéis que preocuparos de trabajar y consumir, nada de hombres, familias ni niños, nada de amor y compromiso, laborar y gastar, lo mejor es la soledad, que del resto, los impuestos y otras bagatelas correosas, ya nos ocupamos nosotros, benditas mías.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo en que todas las noticias relacionadas con el papel de víctima de la mujer son exageradas y exacerbadas hasta la extenuación. Cuando la realidad estadística es que nunca en la historia las mujeres hemos estado más seguras, la sensación que intenta transmitirse es justo la contraria, al mismo tiempo que se criminaliza a los hombres en general como colectivo agresivo al que hay que poner constantemente en cuarentena antes de darle un voto de confianza. Si yo fuera hombre en estos tiempos me sentiría bastante cabreado y por eso entiendo perfectamente que muchos se sientan maltratados por toda esta corriente de exaltación de lo femenino como bueno en contraposición con lo masculino como malo.

      Y luego está esa generalización de lo que somos o necesitamos las mujeres que a mí me resulta particularmente molesta. Ese "a las mujeres nos pegan, a las mujeres nos matan, las mujeres necesitamos esto o lo otro, las mujeres no queremos aquello". Oye tú, que las mujeres no somos un colectivo homogéneo, ni todas nos sentimos igual ni todas necesitamos lo mismo, ni todas pensamos las mismas cosas. Es más, votamos a partidos diferentes, hay mujeres que se sienten representadas por el PP, otras por Ciudadanos, otras por el PSOE, otras por Podemos, otras por Vox. Y muchas por ninguno de ellos. Qué coño es eso de meternos a todas en el mismo pack como si fuéramos un todo, que por supuesto cada partido pretende arrimar a su ascua y usar a su antojo.

      Yo no quiero que hable nadie por mí ni me apunto a ninguno de estos eslóganes facilones (pues claro que queremos ser libres, por favooooor). Tengo mi voz y tengo mi voto y no me siento representada por prácticamente ningún partido, aunque pueda simpatizar con unos más que con otros. Desde luego con los que menos con aquéllos que constantemente usan el "nosotras" y que se atribuyen la representación pura y verdadera de la "gente de la calle, los desheredados de la tierra y los desfavorecidos, mujeres incluidas". Curiosamente en todas las encuestas cada vez tienen menos intención de voto, pero ellos erre que erre siguen pensando que son los que nos representan de verdad. A mí desde luego no.

      Eliminar
  2. Mira que me hubiera gustado seguir polemizando contigo, pero me lo has puesto imposible, no puedo estar más de acuerdo.
    PD: Perdona que entrara de forma tan abrupta en este agradable lugar virtual y palabrero y que no te saludara siquiera antes de arremeter, a veces la timidez se convierte en tosquedad, y gracias por el trato tan educado y razonador que me has dispensado.
    PD2: Observo con alegría que el mal momento que has pasado (lo digo por lo leído en "Mi cara no me suena") no te ha dañado ni la inteligencia ni el humor ni la valentía.
    Un saludo afectuoso, mucho ánimo y a mejorar del todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, en ello estamos. Y no sé cómo has llegado hasta aquí, pero bienvenido y pásate siempre que quieras a leer, a comentar o lo que te apetezca.

      Eliminar
  3. Gracias a ti y sí, seguramente seguiré abusando de tu hospitalidad y buen escribir.

    ResponderEliminar