jueves, 7 de julio de 2016

Más sobre relaciones tóxicas

Aunque ya he escrito unas cuantas veces en el blog sobre este asunto, hoy me he visto impulsada a volver a hacerlo porque me he encontrado de sopetón con dos casos en el Pronto (ya sabéis, mi revista favorita) que claman al cielo.

Primero cuenta una tía que estuvo un montón de años con un tipo que no la valoraba en absoluto, que la insultaba constantemente, que la hacía sentirse fea y tonta y que nunca le mostró ni un gesto de amor. A pesar de ello la tía era totalmente incapaz de dejarlo y tuvo que ser el individuo en cuestión el que la dejara un buen día cuando se cruzó otra tía en su camino y decidió poner fin a la relación.

Pues bien, a pesar de lo mal que el tipo se había portado con ella y de lo hartita que decía estar de él, cuenta la individua esta que lo pasó fatal, que estaba como enganchada a esa relación y que le costó dios y ayuda recuperarse de la ruptura.

Bueno, ya he hablado muchas veces de esto. No entiendo a esas tías, se me escapa por completo cómo pueden llegar a tener esa dependencia de los tíos, porque lo que me queda claro es que es eso, pura dependencia. Y nunca me ha entrado en la cabeza que alguien se pueda respetar tan poco a sí mismo como para soportar cosas así sin ponerle fin, y encima pasándolo como el culo cuando son ellos los que finalmente las liberan de esa cruz.

A mí personalmente no me dan pena ni ningún tipo de conmiseración, tan solo un cierto repelús y bastante grima. Toda la gente victimista en general, propensa a inspirar lástima, me da bastante grima, también lo he dicho otras tantas veces.

Pero lo peor viene cuando llego a la página siguiente y me encuentro con el summum de los summums. En un texto titulado "Maldita Eurocopa" otra periquita cuenta lo siguiente:

Está harta de la Eurocopa porque su marido es un forofo futbolero y cuando empieza una competición en su casa los ritmos cambian totalmente. Las comidas y demás rutinas diarias se supeditan por completo a las horas de los partidos, y si no se puede cenar hasta las 12 de la noche, pues se cena a esa hora y punto pelota. Y no queda ahí la cosa, no. Su marido cuando gana su equipo le exige mantener relaciones sexuales, no ya solo por que esté contento sino porque lo considera como una especie de amuleto, algo que le da suerte para el próximo partido. Y tanto si ella quiere como si no, se la folla sí o sí. Por contra, cuando su equipo pierde se tira días e incluso semanas sin mirarla a la cara.  Y finaliza la tía diciendo algo así como: ES INSOPORTABLE!!!!!!

Claro que es insoportable, tía, claro que es insoportable. Y también indigno. Y humillante. Y aberrante. Es todo eso y mucho más. La cuestión es: POR QUÉ COÑO LO SOPORTAS?????

Por qué esa tía no come a la hora que le salga del coño y que él se caliente su comida y coma cuando le dé la gana?? Por qué consiente que se la folle sistemáticamente cuando su equipo gana?? Cómo una tía puede escribir eso en una revista y quedarse tan tranquila?? No siente ninguna vergüenza de sí misma?? Qué quiere que pensemos los que leemos su historia?? Quiere que digamos "Pobrecita, lo que estará aguantando esa criatura"?? Que la compadezcamos y pongamos verde al marido?? Espera nuestra pena, nuestra solidaridad?? Qué coño puede esperar alguien que cuenta públicamente algo así??

No lo entiendo. Estas tías me dan vergüenza, me producen espanto. Las considero a ellas mismas aberraciones de la sociedad, y por supuesto las señalo como directamente responsables de lo que les pasa. Y no pueden darme pena porque no les pasa nada que no hayan podido evitar, ninguna desgracia que escape a su voluntad. Todo lo que les pasa, todo lo que supuestamente sufren se debe a su comportamiento. Y encima lo cuentan como si no les diera el menor pudor, como si desearan y buscaran la lástima ajena, como si tener un marido así fuera una especie de lotería que le toca a una sin que se pueda hacer nada por evitarlo. Han adoptado el victimismo como forma de vida y se han instalado en él tan agustísimo, han encontrado en su papel de víctimas su zona de confort y ya no saben ser otra cosa.

No sé, cada vez que me encuentro con un caso de éstos me pasa lo mismo, me entra una indignación de la hostia. Pero no contra los tíos sino contra ellas y contra el íntimo regocijo que encuentran en contar sus dramas. Me rebelo y me subo por las paredes. Y menos mal que tengo un sitio como éste en el que desfogarme a golpe de teclado, que si no probablemente me saldría una úlcera o algo peor de la mala hostia impresionante que me entra.

En fin, terminaré por dejar de leer el Pronto, porque no hay número en el que no te encuentres por lo menos un caso de éstos, lo que da idea de lo extendido que está el cáncer del victimismo barato en la sociedad.

Por cierto, que flaco favor le ha hecho a todo esto el concepto de "Violencia de género" y el constante intento de achacar toda la responsabilidad de estas cosas sobre los tíos, exculpando por completo a las mujeres de sus propias decisiones. De esos polvos estos lodos. No sé cómo me extraño, la verdad.

2 comentarios:

  1. De acuerdo con lo que dices en el último párrafo acerca de la violencia machista. Es una postura muy razonable.

    Respecto a la cuestión que explica tu entrada, tienes que entender, Inma, que no todas las mujeres (ni tampoco hombres) poseen tú carácter (que por lo que das a entender es aguerrido, impulsivo y temperamental si la ocasión lo requiere). La causa de que esas mujeres se dejen tratarse así debe ser la falta de amor propio, que no se respetan a sí mismas. Evidentemente esto último también te quedará muy lejano, de ahí tu incredulidad.

    La historia del tío de la Eurocopa es buenísima.

    Cuando hablas con la gente eres igual de intensa y elocuente? Me imagino que nunca te dejarán terminar.

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  2. De acuerdo con lo que dices en el último párrafo acerca de la violencia machista. Es una postura muy razonable.

    Respecto a la cuestión que explica tu entrada, tienes que entender, Inma, que no todas las mujeres (ni tampoco hombres) poseen tú carácter (que por lo que das a entender es aguerrido, impulsivo y temperamental si la ocasión lo requiere). La causa de que esas mujeres se dejen tratarse así debe ser la falta de amor propio, que no se respetan a sí mismas. Evidentemente esto último también te quedará muy lejano, de ahí tu incredulidad.

    La historia del tío de la Eurocopa es buenísima.

    Cuando hablas con la gente eres igual de intensa y elocuente? Me imagino que nunca te dejarán terminar.

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