domingo, 17 de julio de 2016

Amor

Hoy estaba oyendo la radio y de repente, pasando cadenas, he dado con una charla sobre el cáncer de mama y las repercusiones que tiene en la vida en pareja de las mujeres que lo han padecido, fundamentalmente las que han sufrido mastectomías y/o quimioterapias con sus consabidas secuelas físicas. Y claro, habiendo experimentado el asunto en propias carnes, y nunca mejor dicho, me he quedado a escucharlo.

Había un "experto" que hablaba sobre la importancia de que las parejas respondieran haciendo sentir a las mujeres que pasan por estas circunstancias deseables, bellas, amadas, admiradas.

En mi opinión no es tan fácil, amigos. Porque para eso el marido, novio, amigo o amante en cuestión tiene realmente que sentir que esa persona recién mastectomizada y despelucada es igual de bella y deseable que era antes. Y seamos sinceros, intentad poneros mentalmente en situación: si la persona con la que estáis y a la que supuestamente amáis se quedara de sopetón sin tetas ni pelos... creéis que la seguiríais deseando igual? No hablo de querer, sino de desear. Ayyyyyyy, amarga e incómoda pregunta!!

No os preocupéis; si sois sinceros la inmensa mayoría reconoceréis que no, y no tenéis que sentiros culpables por ello, porque en los sentimientos no se manda. Uno desea lo que desea y ya puede intentar poner todos sus sentidos en desear lo que no desea, que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Sois tantos los que no podríais sentir lo mismo que eso debe consolaros en el sentido de que es algo humano y no es ninguna barbaridad ni ninguna aberración. Ni vuestro amor es más falso ni menos intenso porque sintáis eso. Al menos así lo creo yo. Dicho sea de paso, tampoco yo estoy muy segura de que fuera capaz.

Creo que cuando hablé de mi historia ya comenté (y si no lo hice lo hago ahora) que mi padre fue una de esas personas que, por decirlo de alguna manera, no supo estar a la altura de las circunstancias, no dio la talla. Por supuesto en ningún momento abandonó a mi madre cuando ella padeció la enfermedad, al revés, se volcó completamente, iba con ella a todas las consultas y revisiones, a la quimioterapia, a la radio.... estuvo con ella hasta el final y estoy segura de que le fue completamente fiel todo el tiempo (bueno, todo lo segura que se puede estar de estas cosas, tampoco pondría la mano en el fuego).

Pero no consiguió hacerla sentir bella ni deseada, sencillamente porque él no la veía ni bella ni deseable. La veía simplemente como una mujer enferma. Y esto es así. Como lo es que la mayoría de los que hayáis contestado sinceramente a mi pregunta tampoco veríais así a vuestras mujeres. Durante años estuve muy enfadada con él por eso, hasta que me di cuenta de que no era culpa suya, que no era cuestión de su voluntad sino que ésos eran sus sentimientos, y que él no mandaba sobre ellos.

Y ahora viene lo mío. Ya lo dije en su momento y lo vuelvo a repetir porque creo que tuve tanta suerte que nunca es demasiado para recordarlo. Yo sí me sentí muy amada, muy deseada, muy bonita y muy preciosa cuando me vi de golpe y porrazo privada de mis dos pechos. Es más, me sentí mucho más querida, amada, deseada y bella que nunca antes. Pertenezco a esa minoría de mujeres afortunadas que pasa por algo así no solo sin percibir un ápice de deseo menos, sino mucho más. Y nunca terminaré de agradecerle bastante a mi marido, actualmente ex, que tuviera esos sentimientos hacia mí. Aunque soy plenamente consciente de que eso no funciona por buena fe ni por voluntad propia sino porque sencillamente eran sus sentimientos y punto. Pero bueno, yo siempre le agradeceré que me quisiera tan incondicionalmente.

Y a continuación viene lo realmente insultante. Lo que probablemente provocará toda clase de envidias y recelos hacia mi persona, aunque ya sabéis que no tengo problema con eso porque yo me hago la pirámide mental protectora para mí y mi familia al completo y todo lo malo que me/nos deseen recae automáticamente en el desgraciao o desgraciá en cuestión. Siempre aviso de esto para que si sois envidiosillos y tendéis al deseo del mal ajeno no sigáis leyendo, por lo que pueda pasar.

Y ahora sí, ahora lo diré. Hoy al escuchar ese programa me he hecho la pregunta, esa incómoda pregunta que no conviene demasiado hacerse: qué pasaría ahora si me volviera a pasar? Y cucha, he llegado a una conclusión maravillosa: creo que si me volviera a pasar hoy.... si me volviera a ver sin tetas o sin pelo, sin cejas, sin pestañas, sin nada... Creo que me seguiría sintiendo igual de querida, amada, deseada, guapa, preciosa y maravillosa.

Y lo que tiene más delito, que ni siquiera tengo pareja. ; )  ; ) Pero LO SÉ.

Ps. Recordad la pirámideeeeeeeeee!

Ps2. Ainnnsssss, mira que os he avisao!

9 comentarios:

  1. Mira que teniendo tan buena relación, queriendote como te quería, y estando usted tan de buen ver y siendo de tan fácil convivencia como predicas, no entiendo la separación. Encima habiendo pasado por momentos tan crudos. Bueno, otros motivos habrá. Cuidate mucho amiga mia. Que sepas que te aprecio mucho petardilla.

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    1. Bueno, Martínez, el amor tiene su fecha de caducidad y está bien asumirlo. Y bastante duró el nuestro, estuvimos juntos 32 años, que no es moco de pavo.

      Sé que me aprecias; yo a ti también. Tranquilo, me cuido.

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  2. ¿32 años?, ¡madre de mi vida!, pero si tú tienes cuarenta y tantos, lo más cincuenta. Es decir, ha sido casi tu único amor. Tuvo que ser muy duro, la verdad. En cuanto a que el amor tiene fecha de caducidad como los yogures pues quiero pensar que no, pese a que la experiencia confirma lo contrario. Quiero pensar también que hay una transformación del mismo, pero que no tiene por qué morir indefectiblemente. Es tan complicado amar a alguien de manera veraz y sincera, sentirte también amado y consolidar una gran relación, que el solo hecho de pensar en que todo eso se acabe resulta desolador. Ni te cuento lo plúmbeo que puede resultar buscar relaciones que reunan algunas de esas características, pues, cuando menos, habrá, como en la ciencia, mil fallidos intentos. Prueba y error, prueba y error...

    No obstante, yo ya llevo varias y largas, pero con mis años pienso que ya sería muy complicado reiniciar otra. Y no es por motivos de escepticismo o cansancio, aspectos que suele generar el paso del tiempo a nivel personal, que también, es más por pura pereza. Lo que sí quiero decirte es que una mujer como tú sí merece la pena y el esfuerzo, así como la reinvención del que te quiera conquistar. Eso sí, deberá de tener un nivelazo pues la moza es de matrícula de honor. Lo que es divertirse contigo está garantizado, pues gracia, ironía e inteligencia no te faltan mi querida amiga Inma. Lo dicho, ya iremos viendo como va todo.

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    1. Jajajaja, gracias Martínez, un despertar con ese piropeo tan entusiasta hace el día mucho más agradable.

      De todas formas no hay que preocuparse, me va bien en el amor. Digamos que no me falta ni me sobre, lo tengo en su justa medida.

      Y llevas razón, los grandes amores no desaparecen pero se transforman en otra cosa. En mi caso se ha transformado en una gran amistad, en una tremenda complicidad y en un cariño inmenso, aparte por supuesto de un gran proyecto en común, que son nuestros hijos.

      No echo en falta nada más, porque aparte de eso mi vida amorosa es... bastante interesante.

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  3. Es que sentirnos guapas y deseadas no depende de los demás. No sé, yo en mi caso veo que no atraigo especialmente a los hombres, e incluso mis amigas me dicen que me arregle un poco más, que, caray, podría estar mucho más atractiva... Pero me da igual. Yo me siento cojonuda, me encanta cómo soy, y las personas que me han conocido de verdad también disfrutan de cómo soy (no necesariamente en el plano físico).

    Lamento lo de tu madre, pero está claro que no era culpa de tu padre. Tu madre creo que era una persona con una autoestima bastante baja, y necesitaba constantemente reafirmación... una carga muy pesada que se añade a la ya pesadísima de un cáncer. Una lástima, de verdad.

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    1. Completamente de acuerdo en tu interesante apunte. Es más, querida Yo, yo diría que tú eres yo, al menos en lo que a este aspecto se refiere.

      Mi madre deseaba ser amada y deseada, cosa que no consiguió, como muchas mujeres en su misma situación. En cambio, cuando me ocurrió a mí lo de la mastectomía, yo no solo no deseaba ser amada ni deseada sino que lo rehuía abiertamente. Es más, ya conté en su momento que incluso intenté una separación temporal mientras durara la situación. Y el efecto fue justo el contrario; al tú huir el otro siente auténtico terror y es entonces cuando se da cuenta de que te quiere y te desea. es tan sencillo como eso.

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    2. Es más, y sigo contestando a mi otra YO, ya he comentado varias veces aquí que creo que mi supuesta "buena suerte" en el amor no es tal buena suerte, sino que es una consecuencia lógica de una actitud ante la vida y ante el amor.

      Cuando tú no pides a las personas de las que te enamoras absolutamente nada de lo que se suele pedir, ni compromisos, ni planes de futuro, ni proyectos en común, ni promesas ni espacios ni tiempos...; no sólo que no lo pidas, sino que no quieres nada de eso aunque te lo ofrezcan gratis... es curioso, pero entonces sueles obtener algo mucho mejor que todo eso junto: amor incondicional y deseo ciego.

      Por eso siempre digo que lo mío no es buena suerte; si siempre hay alguien por ahí que me quiere muchísimo tiene bastante que ver con que no le he pedido nada.

      Bueno, sí, siempre pido solo una cosa: amor incondicional y dudas cero. A la menor duda no te pido que te vayas, soy yo la que me voy. Y curiosamente hasta el día de hoy si algo en la vida no me ha faltado es amor.

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  4. Yo pienso que las personas siguen reflejando tras de sí la estela que proyectaron o intentaron proyectar , me quedo con eso y siguen en nosotros y en las personas que las mantienen viva

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    1. Querido Jesús, has oído decir aquello de "hay otros mundo pero no están en este"?

      Y si tu reino fuera de otro mundo?

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